Un homenaje a la memoria de Aura
“Después de todo, la muerte es solo un síntoma de que hubo vida”, aseguró alguna vez Mario Benedetti. Cuánta razón hay en sus palabras, la muerte no se lleva las experiencias y mucho menos los recuerdos. Es por ello que hoy, pese a la tristeza que ha causado la partida de Aura Fabiola a los integrantes del Club de Lectura de Personas Mayores de la Biblioteca Pública Perdomo Soledad Lamprea, ellos deciden rendirle un homenaje.
Con gratitud y amor sus compañeros compartieron estas palabras para despedirla y agradecer su legado:
“Fue una de las participantes que vio inaugurar a la Biblioteca Pública Soledad Lamprea, un espacio que le permitió encontrarse con usuarios, auxiliares, coordinadores y mediadores de lectura. Su espíritu participativo la llevó a compartir historias y grandes experiencias en las que favoreció la memoria local, producto de sus vivencias a lo largo de la vida en la localidad de Ciudad Bolívar.
Unas de las grandes aficiones de Aura fueron la lectura, la escritura, la oralidad y la cultura, en las que le aportaron; viajar, soñar e imaginar con sus compañeros, estimulando el aprendizaje, la actividad mental, la memoria, la participación activa, la inclusión y la adquisición de nuevo conocimiento en temas de su interés.
Para Aura Fabiola lo principal eran las personas, se preocupaba y esmeraba por estar en los encuentros sociales, en las que se generaban fuertes lazos de amistad y respeto. Sabía cómo llegar a las personas, con su bondad y carisma acompañó a muchos en momentos de dificultad. Recordamos que, en cada sesión o taller, se hacía notar con sus bromas y carcajadas.
En nombre de todos los que conocimos a esta gran participante, queremos decir gracias Aura Fabiola González; por tú dedicación, trabajo, amistad, tu cariñosa compañía, por tu fe, por dejarnos un recuerdo tan limpio, por tu sonrisa ancha y transparente, por tu risa fácil e inteligente y por tus creaciones artísticas. Gracias. Hasta siempre”.
Arnulfo Ariza, Coordinador de la Biblioteca Pública Perdomo
“La muerte se ha llevado su cuerpo, pero nunca olvidaremos a una amiga que nos dio tanto, siempre estarás en nuestros recuerdos y nuestra alma. Nunca se borrará su linda sonrisa. Me cuesta tanto aceptar que ya no estés aquí. Te agradezco tu amistad, jamás olvidaremos la gran persona que fuiste, siempre estarás en mi corazón.”
Nohora Pachón
“Fuiste un gran mujer, amorosa y risueña con todas, buena hija, madre y abuela, increíblemente amigable, optimista y ocurrente, leyenda viva de enseñanzas. Impresionaba en las charlas con historias de Bogotá, tantas ocurrencias y chistes. Nos alegraba las tardes de tertulia en la biblioteca.”
Hilda Hernández
“Tal vez Dios necesitaba un Ángel más en el cielo, y pues la llamó alegrar el santo trono, así como nos alegraba a nosotras, no solo con su presencia, si no con sus anécdotas y toda su sabiduría que la caracterizaba. Que Dios la tenga en su santo trono.”
Luz Marina González
“Ha partido un ser maravilloso por circunstancia de la vida. Pero siempre estará en nuestros corazones, ella era alegría, felicidad y sonrisas, nos dejó un ejemplo de vida: tenacidad, fortaleza, conocimiento y sobre todo picardía.”
Carmenza Ortigoza
“Mis más sinceras condolencias para toda la familia. Nada es más doloroso que la perdida de alguien. Se habrá podido ir físicamente, pero no de nuestros corazones”.
Malen Acosta
“Para toda la familia mis más sentidas condolencias, por la partida de ese ser tan especial, porque eso fue ella para mí, una persona especial con su alegría, su picante, en fin con todo su carisma. Que descanse en la paz de Dios. “
Aurora Ramírez