“Una biblioteca es la posibilidad de todas las posibilidades”
Cada vez existen menos espacios para la reflexión. Algunas personas, dice María Fernanda Silva, siguen creyendo que el pensamiento sin resultados inmediatos es inoficioso. Abrir espacios para reflexionar con quienes trabajan en las bibliotecas públicas de Bogotá y la ciudadanía entera es, precisamente, uno de los objetivos de la Escuela de Mediadores. María Fernanda Silva, Profesional en Estudios Literarios con Maestría en Educación, es la líder de esta línea de BibloRed centrada en el aprendizaje de todos los tipos y para todos.
Cuando la entrevistamos, Silva nos habló con seguridad, se reía en ocasiones y constantemente usaba el plural en sus respuestas. Tiene una amplia experiencia y compromiso en el campo de la Educación Popular, una propuesta político-pedagógica que entiende, según Paulo Freire, uno de sus principales exponentes, que “enseñar no es transferir conocimientos, sino crear las posibilidades para su producción o construcción”. La Educación Popular, afirma la líder de la Escuela de Mediadores, tiene la vocación de trabajar con los sectores populares, que están insertos en una matriz de opresión dada por la clase, el género o la raza. Es una corriente que busca construir una propuesta educativa desde y para América Latina.
¿Qué es la Escuela de Mediadores?
La Escuela nace con el propósito de contribuir a la formación de las personas vinculadas a BibloRed y los mediadores de lectura de la ciudad a través de procesos entendidos no solamente como un conjunto de talleres o acciones desarticuladas, sino como el acompañamiento por medio del diálogo y la construcción de saberes.
Parte del espíritu de la Escuela es invitar a las personas de la Red a que se tomen una pausa en su día a día para pensar lo que hacemos y, de esta forma, construir un proyecto bibliotecario para la ciudad. Y es ese ejercicio el que nos ha permitido hacer un diagnóstico y reflexionar sobre un proyecto bibliotecario que articule todas las acciones que se adelantan en BibloRed.
Todos los ejercicios que hemos adelantado con los equipos van dirigidos a poner de manifiesto las concepciones que cada uno tiene sobre la biblioteca. Algunos la conciben desde una perspectiva de la bibliotecología tradicional, como unidades de información. También hay quienes la entienden desde un enfoque social y cultural. Otros la piensan más en clave de cocreación. El reto a futuro es establecer diálogos, puentes y acuerdos entre estas formas de comprender la biblioteca.
¿Qué le ofrece la Escuela de Mediadores a los ciudadanos?
Entendemos la biblioteca como una institución social con funciones educativas. En este sentido, concebimos la Escuela como una alternativa de formación para los ciudadanos. Eso quiere decir que tenemos una responsabilidad con su aprendizaje, que no es la misma que tiene la educación formal. Se trata de una función alternativa, a veces complementaria. La biblioteca no es una escuela, pero eso no quiere decir que no esté llamada a pensar y construir pedagogías. Donde hay aprendizaje debe haber pedagogía.
¿Qué es la mediación y quiénes son los mediadores?
Una de las apuestas de la Escuela ha sido no hablar de profesores ni de maestros sino de mediadores. Y no hablar de enseñanza sino de mediación. La mediación es un término que surge en pedagogía para apostarle a que la educación no es un proceso unidireccional, en el que alguien transmite una información, sino que es un proceso de construcción en el que hay personas que facilitan o median ese acercamiento de las personas al conocimiento. En ese sentido, hablamos de mediación y mediadores como un posicionamiento pedagógico.
Para nosotros los mediadores son todas la personas que tienen algún tipo de intervención o facilitan procesos de aprendizaje. Entonces, ¿quién facilita un proceso de aprendizaje?: un maestro en la escuela es el mediador más tradicional y reconocido socialmente, pero también en las instituciones educativas no formales, como la biblioteca o el museo, hay mediaciones y mediadores. En el caso de las bibliotecas entendemos la mediación en un sentido muy amplio: son mediadores todos aquellos que contribuyen al acceso de las personas a las culturas oral, escrita y digital. Por ejemplo, un auxiliar de biblioteca cuando hace un servicio de referencia está mediando el acercamiento de las personas a la cultura escrita desde los servicios. Pero también un promotor de lectura está haciendo una mediación especializada, que puede acercar o no a una persona a la oralidad, la lectura o la escritura. Ese posicionamiento ha sido construido por el equipo de la Escuela en este casi un año de existencia.
*Equipo Escuela de Mediadores, de izquierda a derecha: Camilo Igua Torres, Alfabetización inicial; Vanessa Fonseca, Apoyo administrativo y financiero; Maria Fernanda Silva, Líder; Verómica Lozada, Alfabetización funcional y académica, y María Alejandra Vargas, Alfabetización inclusiva.
¿Por qué es importante que exista la Escuela de Mediadores?
Para responderte voy a utilizar una frase del bibliotecólogo y educador Didier Álvarez:“una biblioteca que no se piensa a sí misma es una biblioteca sin futuro”. Después de conocer a todo el equipo de BibloRed en las formaciones, creemos que la posibilidad de tener un proyecto bibliotecario a futuro está dada por la capacidad que tengamos de pensar nuestra práctica y darle sentido.
La Escuela ha sido la oportunidad para que las personas, a través de la reflexión, empiecen a reconocer otra vez qué los trajo a BibloRed y cuál es el sentido o propósito de estar acá. Es una importancia humana: robarle algo al vértigo de los días y reconocer los proyectos individuales. Hacer que los proyectos y las existencias individuales tengan sentido en medio del proyecto colectivo que es BibloRed
¿Para ti qué es una biblioteca pública?
En el sentido poético es la posibilidad de todas las posibilidades. En la biblioteca cabe todo lo que te puedas imaginar en términos de formación. La biblioteca pública es un institución social que cumple funciones simbólicas, culturales y educativas. Es un museo sin ser un museo porque se pueden hacer exposiciones; es una sala de cine sin ser una sala de cine porque tienes la posibilidad de hacer cine foros; es una escuela sin ser una escuela, porque es más abierta, más libre. Para mí es una suma de instituciones sociales en una sola.
Por otro lado, la biblioteca es un proyecto político que tiene la labor de garantizar derechos que históricamente han sido negados a muchas personas: el derecho a la educación, el derecho a la información, el derecho al conocimiento. Estar acá nos hace responsables de ayudar a garantizar esos derechos.
La Escuela tiene procesos de alfabetización, ¿por qué?
La alfabetización, en sentido estricto, hace referencia a la apropiación del código de la lectura y la escritura. Cuando estábamos haciendo los lineamientos del Centro Aprende*, ubicado en la Biblioteca Pública Gabriel García Márquez, decidimos asumir un enfoque de alfabetización entendida como un proceso a lo largo de la vida. No se termina de alfabetizar en el primer ciclo de formación, hay una serie de alfabetizaciones que van a lo largo de la vida.
Nosotros hablamos de alfabetización inicial, funcional, académica e inclusiva. Esto quiere decir que una vez aprendido el código, me pregunto por la forma en la que uso ese código en mi vida diaria: esta es la alfabetización funcional. La otra es la alfabetización académica, que surge para responder a la necesidad de apropiarse de un código más especializado. Y hablamos de alfabetización inclusiva para referirnos a procesos de lectura y escritura de personas con discapacidad.
También, y esa es la razón para que el Centro Aprende* sea parte de la Escuela de Mediadores, tenemos una oferta de formación para los alfabetizadores de la ciudad. Los profesionales del Centro Aprende trabajan con usuarios y usuarios alfabetizadores. Por eso este año hemos hecho un seminario para alfabetización de adultos y uno para alfabetizadores de personas con discapacidad. Desde la apuesta del Centro, lo pedagógico implica necesariamente la teoría y la práctica.
¿Cuál es principal reto del Escuela de Mediadores?
De cara a la ciudadanía, el principal reto es posicionar la Escuela. Queremos que las personas conozcan más de lo que hacemos y sepan cuáles son los procesos de formación ofertados. El otro gran reto es potenciar los procesos de investigación sobre mediación de lectura, escritura y cultura en la ciudad. Creemos que la investigación es la forma de renovar discursos, de sacudir los lugares comunes sobre la mediación. A futuro queremos tener becas de investigación sobre las colecciones de BibloRed, sobre todo, de las que estarán en el centro de documentación de la Escuela, un proyecto que ya está andando.
¿Qué se viene para la Escuela?
En lo que resta del año, tenemos nuestro último ciclo de programación que viene con cursos abiertos para la ciudadanía: uno sobre educación comunitaria, otro sobre autores literarios y uno de herramientas de sistematización para bibliotecarios comunitarios.
También vienen los grandes eventos de la Escuela, que cierran varios procesos de formación. El primero es un encuentro de bibliotecarios escolares que vamos a hacer en la Biblioteca Gabriel García Márquez-El Tunal y tratará, entre otros temas, sobre alfabetización a lo largo de la vida, con especial énfasis en la creación de servicios y programas para cada tipo de alfabetización en la biblioteca escolar. También está el Tercer encuentro de bibliotecarios comunitarios, que va a ser en diciembre. Este será un espacio de reflexión sobre las políticas públicas dirigidas a las bibliotecas comunitarias. También se realizará el seminario Pensar el aprendizaje a lo largo de la vida, que cierra muchas de las reflexiones del Centro Aprende y es nuestra forma de conmemorar el Día Internacional de la Alfabetización (8 de septiembre). Ahí hablaremos del paradigma educativo del Aprendizaje a lo Largo de la Vida, que busca integrar la educación formal, no formal e informal. En el seminario tendremos varios invitados internacionales que conversarán sobre la función educativa de las bibliotecas, la educación de adultos, la educación a lo largo de la vida de personas con discapacidad, entre otros.
Vamos a cerrar el año con tres publicaciones. Una de ellas es una caja de herramientas que estamos construyendo con la Biblioteca de la Cárcel Distrital, este es un proyecto que busca ofrecer herramientas para las personas que estén interesadas en trabajar en espacios de privación de libertad. Esta publicación se escribirá de manera colaborativa con textos de funcionarios de BibloRed, personas y colectivos que han trabajado en estos espacios. El libro abordará las colecciones, los servicios bibliotecarios y la promoción de lectura.
Los otros dos libros son sobre alfabetización en Bogotá: uno es un diagnóstico sobre la alfabetización inicial en contextos educativos no formales de la ciudad, que contará con un mapa de los procesos actuales, con la descripción de sus características pedagógicas y recomendaciones para hacer procesos de alfabetización. El otro es un libro de historias de vida de alfabetizandos y alfabetizadores, que complementa el primer libro. Ambos son producto de un proceso de investigación con un grupo constituido en la Red. Este año también se publicarán los lineamientos de la Escuela de Mediadores.
Dijiste que la educación es un acto político, ¿cuál es el acto político detrás de la Escuela de Mediadores?
En realidad son varios, el primer acto político es posicionar la idea de que la educación y la escuela no son lo mismo, que por fuera de la escuela hay muchos lugares en los cuales podemos aprender y educarnos. De hecho, todos deberíamos tener el derecho de hacerlo.
El segundo, la Escuela y en especial el Centro Aprende ha tenido una apuesta muy clara por facilitar procesos de formación a personas que históricamente han sido excluidas de los espacios educativos. Trabajamos con personas en proceso de alfabetización, no las consideramos analfabetas, y personas con discapacidad. Todos deben tener la posibilidad de habitar la biblioteca pública. Debemos esforzarnos por romper las barreras físicas, económicas, culturales y simbólicas que impiden el acceso de las personas a las bibliotecas.
En términos de mediación, el acto político ha sido posicionar la idea de que la mediación es una profesión, un camino de vida, que tú puedes dedicarte a mediar procesos de cultura y que esa es una apuesta existencial y política tan valiosa como la de otras profesiones.
*El Centro Aprende es el programa de alfabetización de BibloRed. Tiene una sala en la Biblioteca Gabriel García Márquez-El Tunal, y programas y servicios en 10 bibliotecas de la Red
* Si quieres conocer más sobre la Escuela y sus procesos de formación, ingresa a su espacio en la web aquí