Más allá de su infraestructura y colecciones, la Biblioteca Pública Arborizadora Alta es un espacio de encuentro, diálogo y aprendizaje para Aron Yaguara de 5 años de edad y Mariana Yaguara de 9 años, una pareja de hermanos residentes en la localidad de Ciudad Bolívar.

La relación de los niños con la biblioteca comenzó hace mucho tiempo, cuando su padre, Arnolt Yaguara, siendo estudiante, la descubrió como un espacio ideal para su crecimiento personal: “Yo conocí la biblioteca hace mucho tiempo, cuando estudiaba y me asignaban tareas, visitar la biblioteca era la única  manera que tenía de realizarlas, debido a que en mi casa no teníamos internet, ni computador. Es por eso que agradezco a la biblioteca por ser ese espacio que me permitió realizar mis deberes escolares”.

Gracias a esta experiencia, Arnolt decidió involucrar a sus hijos en las actividades especializadas para la primera infancia que la biblioteca ofrece. Él comparte su motivación y cuenta: “Cuando me enteré que la biblioteca organiza actividades recreativas y de lectura, supe que era una excelente oportunidad para que mis hijos pudieran aprender más y relacionarse con otras personas”.

Los hermanos Yaguara disfrutan de cada una de las actividades que la biblioteca realiza y son participantes habituales de los talleres enmarcados en la Hora del Cuento, realizados por los mediadores todos los sábados. 

Aron, el menor de los Yaguara, comparte su entusiasmo: 'Me gusta venir a dibujar, pintar y encontrarme con mis amigos'. Además, es un usuario frecuente de la sala infantil, donde explora los dibujos de cada libro de lana que encuentra en la sala infantil.

Por su parte, Mariana se sumerge en la lectura de diversos géneros literarios que descubrió en la biblioteca: “Me apasiona leer libros de leyendas urbanas y disfruto mucho de las lecturas gráficas”, expresó la niña.

Para estos hermanos, la Biblioteca Pública Arborizadora Alta es un espacio de aprendizaje conjunto y un lugar en el que encontraron herramientas para fortalecer su vínculo fraternal, cuenta Mariana: “Yo llevo libros en préstamo para leerle a mi hermano y compartir con él, algunas veces en las tardes o en las noches antes de dormir”.

Los hermanos Yaguara han encontrado en la biblioteca un refugio donde sienten el cariño de cada uno de los colaboradores. Mariana describe su experiencia: “Los colaboradores son muy respetuosos y amables. Nos tratan con mucho cariño... El profesor Juan (uno de los mediadores de la biblioteca) es muy comprensivo, paciente y atento”. 
 

Para Aron y Mariana Yaguara, la Biblioteca Pública Arborizadora Alta se ha convertido en un rincón de aventuras, aprendizaje continuo y amistades sinceras. A través de su colección y sus programas, han logrado fortalecer su vínculo como hermanos, además, de estrechar el vínculo con el personal de la biblioteca, demostrando que en la biblioteca las historias, no solo se encuentran en los libros, sino también en sus visitantes. 

Esta biblioteca continuará desempeñando un papel fundamental en la historia de la familia Yaguara y en la localidad de Ciudad Bolívar, demostrando que el amor por la lectura, la escritura y la oralidad crea un lazo que perdura a través del tiempo.