Una vez reconocido, nombrado y danzado el presente a través del cuerpo, la propuesta trae la pregunta sobre las estrategias que el cuerpo ha construido, y una mirada sensible al impacto de estas estrategias y la posibilidad de imaginar otras, que desde la mirada del cuerpo aporten y enriquezcan aquello que ya funciona.
En este segundo momento, la relación es un elemento fundamental a través de la danza contacto y el juego, que permiten reconocerme en movimiento e interdependencia con el espacio y el otro. Desde la danza contacto, se propone experimentar los retos y los alcances del cuerpo y la manera en la que éste se percibe en acción frente a otro.
Esto nos permitirá imaginar una dimensión colectiva de la resiliencia, identificar imaginarios relacionados y poner en diálogo lo que reconozco en lo subjetivo, para desde la mirada del otro, reconocer otros elementos o recibir un primer nivel de retroalimentación de aquello que hago, desde la premisa sin juicio: aquello que veo, siento e imagino.