
David García: "El arte, la cultura y la música no pueden abstraerse de la realidad de Colombia"
Por: Edward Castro
La música y la lectura han estado históricamente ligados como elementos culturales que sirven como agente experiencial de conocimiento, y una muestra de ello es David García, el bogotano que actualmente es el director general de la Orquesta Filarmónica de Bogotá que años atrás dirigió su padre; y quien tiene intacta la pasión musical de la que estuvo rodeado desde niño.
En nuestra sección de entrevistas de BibloRed tuvimos un ameno diálogo con él, donde desglosamos entre recomendaciones bibliográficas y experiencias de la música y la academia, pasando por los libros, los conciertos de la Filarmónica en la Red Distrital de Bibliotecas Públicas de Bogotá y sus teorías sobre los sonidos y la armonía de las melodías…
Entendemos que la Filarmónica de Bogotá, y en general la música, es un legado familiar para ti, ¿cuál es tu primer recuerdo musical?
Es una buena pregunta porque yo en realidad empecé a disfrutar de la música antes de ser consciente de ello, puesto que mi papá, que era clarinetista, tocaba el clarinete apoyándolo en el vientre de mi madre; o sea que, seguramente en esos meses de gestación también escuchaba música, pero no era consciente.
Sin embargo, yo tengo mis primeros recuerdos quizás por ahí a los 4 años porque nos llevaban a conciertos de la Filarmónica, y también cuando mi padre estudiaba en la casa, pues recuerdo mucho que lo hacía con el concierto para clarinete de Mozart; y por ende lo he escuchado toda la vida.
David García, director de la Orquesta Filarmónica de Bogotá / Foto: @luizbamorir - BibloRed
Y bajo esa misma premisa, ¿Cuál es el primer libro que recuerdas de tu infancia? Puede ser algo relacionado con la música o también algún tipo de literatura…
Los primeros recuerdos que tengo de un libro son de una biblioteca que se llamaba Salvat, y mi mamá nos leía algunos fragmentos. Por otro lado, recuerdo mucho, eso sí, que había muchos libros de pintura y ella nos mostraba cuadros de diferentes pintores como Bogart, al que recuerdo bastante.
Teniendo en cuenta esta relación de los libros con la música ¿Cómo ha sido esa experiencia de presentar la Filarmónica de Bogotá en algunas bibliotecas de la ciudad y otros espacios culturales que habitualmente visitan?
Para mí es algo muy especial organizar conciertos con BibloRed porque el espacio de una biblioteca es un lugar donde la gente va realmente en una condición espiritual y una predisposición a guardar cierto silencio, y también se siente una especie de encuentro con una sensibilidad que significa la lectura.
Entonces hacer conciertos allí siempre ha sido muy especial. Recuerdo varios conciertos, y la experiencia siempre muestra que el público de las bibliotecas es muy diferente al público de un teatro, al público de un concierto al parque o algo así; y quizás se parecen un poco al público de las iglesias, donde la gente va en una especie de recogimiento o estado de contemplación, y tal vez una mayor concentración.
Además del auditorio de la Biblioteca Pública Julio Mario Santo Domingo, ¿Qué otro espacio de lectura tienes en la mente por su estética, acústica o el público que acude a ella para los eventos de la Filarmónica?
Yo recuerdo mucho un concierto que hicimos hace un tiempo en la Biblioteca Pública Gabriel García Márquez - El Tunal, me encanta esa biblioteca más allá de su auditorio, porque su sala general, donde reposan la mayoría de libros está cubierta con madera por todos lados, y esto hace que la acústica sea muy buena. El sonido de la agrupación que llevamos, que en esa ocasión fue la Filarmónica Juvenil de Cámara, apropiada justo para ese espacio con 20 músicos, sonaba muy bien, redondo y dulce.
Además, por otro lado, la gente estaba tanto en el primero como en el segundo piso. También se me hizo llamativo que, aunque no era un público especializado, sino más de la zona (Tunal), estaba muy atento a todo lo que estaba sucediendo.
¿Qué experiencias personales has tenido con las bibliotecas? Pueden ser de BibloRed o alguna de otra ciudad o país, teniendo en cuenta que has recorrido varios lugares del mundo…
Yo podría recordar tres experiencias maravillosas. Primero la que ocupó una gran parte de mi vida, que fue la Biblioteca Nacional de Viena, donde viví más de 20 años; es muy importante y reconocida porque existe desde hace un par de siglos. Es un lugar maravilloso, y también estaba la biblioteca que yo visitaba permanentemente cuando estaba estudiando en la Universidad de Viena, que es una universidad pública; allí hay un montón de libros y entonces disfrutaba muchísimo leyendo. Realmente es un gran plan ir a leer, o incluso ir a tomar café con los amigos a las afueras de la biblioteca.
También viví otra experiencia muy bella en la biblioteca de Buenos Aires, que la fui a visitar porque uno de mis trabajos de grado lo hice sobre Jorge Luis Borges y la filosofía; entonces tuve la oportunidad de leer en muchos momentos experiencias de Borges en las bibliotecas. Incluso él mismo tenía una biblioteca bastante pequeña, porque él decía que más importante que leer mucho, es releer mucho.
Y la otra biblioteca que a mí me encanta, que ha sido una experiencia maravillosa aquí en Bogotá, ha sido la Luis Ángel Arango, porque en dos momentos en los cuales he hecho investigación me he encerrado en la biblioteca, ya que tiene un servicio maravilloso para investigadores. Tú llegas ahí, le pides a la persona que está pendiente de los cubículos que necesitas determinados libros y te los traen en un carrito sin tener que hacer filas; ahí tú ahorras tiempo y te dedicas realmente a investigar, por lo que pasé varios periodos de mi vida en ese lugar.
David García, director de la Orquesta Filarmónica de Bogotá / Foto: @luizbamorir - BibloRed
Ahora que mencionas a Borges, y ya entrando un poco más al tema de los libros, nos gustaría que recomiendes 5 obras relacionadas con la música, el arte o la literatura que te hayan marcado en tu trasegar personal y profesional.
Hay varios libros que tienen relación entre la literatura y la música. Uno de ellos, que lo leí recientemente, es un libro de Haruki Murakami, el autor japonés, que se llama ‘Música, solo música’. Es un diálogo de Murakami con el gran director de orquesta japonés Sawa Kazuki acerca de diferentes versiones de conciertos para orquesta y piano. Es un diálogo bellísimo, aunque Murakami dice que es una entrevista, pero realmente es un diálogo entre dos personas que saben muchísimo de música. Murakami sabe mucho de jazz y de música clásica, es un gran melómano.
El otro que recomendaría es un libro del gran compositor cubano Leo Brouwer, que se llama ‘De lo culto y lo popular’, donde él dice precisamente esa tesis que yo cito frecuentemente, que no existe diferencia entre música clásica y música popular, o música culta y música no culta; sino que la música es una sola y que la única diferencia es que hay música buena y música mala.
Otro libro que yo recomiendo es el de Aaron Copland que lo leí hace muchos años, y que debería releerlo: se llama ‘Cómo escuchar música’. Es un tratado sobre la estética de la música y también explica cómo uno debe escuchar cualquier tipo de música o género.
Hay otro libro que es muy importante, aunque es un poquito complejo, pero lo escribió el compositor Igor Stravinski y se llama ‘La poética de la música’. Es todo un tratado sobre la estética de la música, que a mí me parece un texto fundamental.
Y quiero recomendar mucho uno que es muy actual y muy colombiano. El libro del gran escritor Pablo Montoya Campuzano, ganador de un premio Iberoamericano y otros premios importantes: se llama ‘La sombra de Orión’. Trata sobre la masacre de la Operación Orión en noviembre del 2002 en la que fueron asesinados alrededor de 500 jóvenes que fueron enterrados en un sitio que se llama La Escombrera, que queda junto a la Comuna 13 en Medellín y donde históricamente botaban desechos.
¿Qué tiene que ver este libro con la música? Allí hay un personaje que es músico y se la pasa registrando la Medellín de esa época tan dura donde había grupos paramilitares, narcotráfico, enfrentamiento con guerrillas y todo el flagelo violento que sufrió la ciudad. Entonces resulta que hay un músico que está registrando con una grabadora todos los sonidos que produce el conflicto armado y social, y parte de ello son los sonidos que él piensa que producen los jóvenes que están allí enterrados en La Escombrera. Este es un libro muy importante de la literatura colombiana que vale la pena leer.
Ya que tocas este tema, hemos visto precisamente que desde la Filarmónica se está apuntando a llegar a estos territorios difíciles de Colombia donde aún existe un fuerte conflicto social…
Sí, eso es porque debido a mi formación profesional he tenido la inclinación a considerar que la cultura, el arte y en el caso especial de la música, no pueden abstraerse de lo que está pasando en nuestro país; entonces creo que las políticas culturales de Colombia no pueden desligarse del estado de violencia y desigualdad que hay en nuestro país. Desde la cultura podemos aportar de esa manera a que dialoguemos y a que escuchemos (en este caso a través de la música) las cosas que nos pasan. Entonces, todo lo que tenga que ver con derechos humanos, es un hilo conductor de lo que hacemos en la Filarmónica de Bogotá.
Además de la música clásica que hace parte de tu vida, ¿Qué otros géneros escuchas en el día a día mientras, en la oficina, en el carro o usando tu celular?
A mí me gusta toda la música… Por supuesto, la música clásica tiene un papel importante en mi vida, pero yo soy salsero, a mí me encanta la salsa, pero la salsa de una cierta época, que es la salsa que surge a partir del movimiento que se generó en Nueva York y donde estaba Johnny Pacheco y toda toda esa generación de grandes músicos… También me gusta mucho el jazz y hay varias emisoras de jazz que escucho permanentemente, pero también le doy la oportunidad a muchos otros géneros. Cuando yo tocaba música en la vida que tuve en Europa, toqué con muchos grupos de música africanos, griegos, turcos y música de muchos lugares del mundo; entonces realmente el repertorio ahí es amplio.
David García, director de la Orquesta Filarmónica de Bogotá / Foto: @luizbamorir - BibloRed
Ya que mencionaste el tema de las emisoras, una de las banderas en BibloRed es LEO Radio, la emisora cultural de Bogotá, donde emitimos también muchas recomendaciones musicales. ¿Cómo percibes esta relación estrecha entre la radio y la música desde una emisora cultural como la nuestra?
Sí la he escuchado e incluso he hecho algunos diálogos y entrevistas. Me parece súper importante y, de hecho, me pongo a pensar y no recuerdo otra red de bibliotecas en el mundo, aparte de la de Viena, que tenga una emisora como esta; y me encanta porque yo soy una persona muy de la radio. Yo no tengo televisión, por eso me he perdido todas las telenovelas del país y tengo algunos vacíos culturales importantes en la vida (risas). Sí veo cine, sí veo películas ahora en plataformas, pero no, la televisión y los noticieros nunca me han atraído”.
Yo soy de radio y LEO Radio al ser de un entorno de bibliotecas, por los diálogos que he tenido, me parece muy interesante porque buscan tener, por ejemplo, este tipo de conversaciones con personas que de una u otra manera trabajan en la cultura y/o que le pueda interesar a la gente. Entonces le extiendo una felicitación al equipo de trabajo de LEO Radio por esa labor.
¿Cómo crees que se puede estimular el gusto por disfrutar y trabajar la música desde los entornos bibliotecarios, la mediación de lectura y las actividades de las bibliotecas en una ciudad como Bogotá?
Sí, eso es algo interesante, yo creo que es un reto que tenemos. Por eso me parece muy importante la invitación que nos ha hecho la Red de Bibliotecas Públicas de Bogotá para que hagamos conciertos con la Orquesta Filarmónica de Bogotá y sus diferentes agrupaciones. Lo estamos haciendo por lo menos una vez al mes en alguna de las bibliotecas y lo bueno es que la gente puede ir allá a escucharlo de manera gratuita. Esa es una idea muy bonita que hemos comenzado a desarrollar. ¿Cómo estimula uno desde la literatura, desde la vida de una biblioteca el hecho de escuchar música? Así como lo hacemos en la Filarmónica.
Ahora, desde la música, ¿cómo hace uno para estimular que se lea? Pues en las canciones uno encuentra muchas referencias a la literatura, es decir, indudablemente muchos músicos son grandes lectores y grandes poetas. También está el caso de Jorge Luis Borges con Astor Piazzolla, donde él le puso música a varios poemas de Borges, sobre todo aquellos que hacían referencia a esa vida del del gaucho argentino o del personaje urbano.
Otro caso, por ejemplo, si uno lo busca en la salsa, está Rubén Blades cuando se inspiró en ‘Ojos de perro azul’ de Gabriel García Márquez, además de otras referencias a sus textos en las canciones. Entonces yo sí creo que las bibliotecas son un bonito espacio de culto para hacer conciertos y unirlo al tema de la lectura.
Finalmente, en la nueva programación cultural de BibloRed contamos con un espacio dedicado a actividades relacionadas con la música; entonces quisiéramos que hagas una invitación para los ciudadanos que se quieran acercar a las bibliotecas.
La Filarmónica está haciendo un montón de cosas relacionadas con diferentes artes y hemos hecho una alianza estratégico-estética para llevar música muy bella. Hemos programado el coro filarmónico juvenil, la juvenil de cámara que hace música del periodo barroco, la filarmónica juvenil que hace música del periodo clásico, la filarmónica de mujeres que hace música del periodo clásico y el periodo romántico. También tenemos una banda de vientos que ha tocado varias veces, por ejemplo, en la Biblioteca Pública Virgilio Barco, que es “big band” de vientos con música colombiana y algo de otros países… Entonces sigan esa programación, es muy bella y es una oportunidad gratuita para disfrutar, solo hay que consultar la página web de BibloRed y de la Orquesta Filarmónica de Bogotá.
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