Gracias al Acuerdo 224 de 2006 en el Concejo de Bogotá, la Biblioteca Pública El Tintal adoptó el nombre de Manuel Zapata Olivella “como homenaje y ejemplo a la vida y obra de un hombre sencillo y humilde, que entregó su labor y producción intelectual como legado para miles de niños, jóvenes, hombres y mujeres, en la construcción de una patria más justa”.

Han pasado casi 2 décadas desde entonces y cada día se honra su figura como uno de los escritores más importantes de Colombia, pero también su legado como médico, antropólogo y defensor de las comunidades afro e indígenas.
 

En los 104 años de su natalicio, es crucial reconocer la valía de su obra, que se caracterizó por ser, como él, multifacética. Si bien, en el campo literario lo que más destacaron fueron sus novelas, el cordobés también cuenta con un amplio catálogo de obras de teatro, ensayos, crónicas y cuentos. Su producción llevó a que su obra fuera reconocida en distintos lugares del mundo.


 

Entre las anécdotas más notables del autor está la que tuvo con Diego Rivera. Tras su llegada a México, el cordobés encontró empleo estable en el Hospital Ortopédico del doctor Alfonso Ortiz Tirado. A este recinto llegó el pintor para recibir un tratamiento por neumonía y según reseña el escritor monteriano, José Luis Garcés, Zapata Olivella inyectaba a Rivera cada dos horas durante una semana. A modo de agradecimiento, el artista mexicano tomó como modelo al escritor colombiano para retratar su rostro como un olmeca en uno de los murales existentes en el edificio de la Secretaría de Educación de México. 
 

Su calidad literaria lo llevó a luchar palmo a palmo con Mario Vargas Llosa, cuando su novela ‘En Chimá nace un santo’ fue finalista del Premio de Novela Breve de Seix Barral junto a ‘La ciudad de los perros’ del peruano. Con esa misma novela, también fue finalista del Premio Esso, pero ante ‘La mala hora’ de su amigo Gabriel García Márquez. 
 

Sin embargo, una de las situaciones más destacables de su vida se dio durante el proceso creativo de su obra cumbre, ‘Changó, el gran putas’. La novela lo motivó a emprender un viaje a África, más exactamente a la isla de Goré en Dakar (Senegal) en 1974. Estando allá, conoció lo que quedaba de una de las antiguas prisiones en las que mantenían cautivas a personas esclavizadas con rumbo a América, la situación lo conmovió al punto de amanecer desnudo allí durante una noche. 

“Quisiera pasar la noche desnudo sobre las piedras lacerantes, hundirme en las úlceras y los llantos de mis ancestros durante la larga espera de los barcos para ser conducidos a Cartagena de Indias, donde nací y donde preservamos su aliento y su memoria”, fue lo que Zapata Olivella le dijo a Léopold Sédar Senghor, presidente de Senegal, según reseñó Darío Henao en uno de los prólogos existentes de esta obra. 

El pasado 17 de marzo se cumplieron 104 años del natalicio de este importante autor para la literatura colombiana. A pesar de su muerte hace 20 años, su obra continúa teniendo un eco constante en museos, colegios, universidades y, por supuesto, bibliotecas. Por eso, la que lleva su nombre, la Biblioteca Pública Manuel Zapata Olivella - El Tintal, ofrecerá el próximo 22 de marzo una amplia programación, para toda la familia,  dedicada a Manuel Zapata Olivella.

Programación de la Biblioteca Pública Manuel Zapata Olivella

• 9:00 a.m. Gastrobótanica con el Jardín Botánico de Bogotá - Sala Labco (todo público).

• 10:30 a.m. Visita guiada: "Tras los pasos de Manuel" (todo público).

• 3:00 p.m.  Influencias de la comida caribeña - Sala Labco  (jóvenes y adultos).

• 3:00 pm - El carnaval de Tamalameque - Ludoteca (primera infancia).

• 4:00 pm - Es Cultura Local: ‘Que ser no me cueste la vida’ - Auditorio (todo público).

• 4:30 pm - La paz en retazos de papel - Sala Infantil (público infantil).

• 5:30 pm - Ofrenda a la vida - Exteriores de la biblioteca (todo público).

• 6:00 pm - Grupo de danza: Wayra Tintal (todo público).

• 6:15 pm - Proyección cinematográfica (todo público).

• 6:40 pm - Grupo danza: Olimanza (todo público).