Del barrio al arte: la Biblioteca Pública La Victoria en la obra y vida del “pintor de la bala”, Fausto Ávila
Desde pequeño, Fausto ha sido un observador agudo de su entorno. Las calles del barrio La Victoria siempre fueron un terreno fértil para su imaginación. Mientras otros niños jugaban a la pelota, él encontraba en las paredes desgastadas y en las montañas cercanas un escenario ideal para inventar historias. Este vínculo con el paisaje, tanto natural como urbano, son centrales en su vida y obra.
La vida de Fausto no ha estado exenta de enfrentar desafíos, algunos propios de la creación artística y otros de su realidad como paciente psiquiátrico, que lejos de alejarlo del arte, ha sido una herramienta de sanación y autoconocimiento. “El arte es mi manera de enfrentar mis demonios, de darle un sentido a mi dolor”, comenta en tono reflexivo. Así, reconoce que su proceso creativo es un refugio en momentos difíciles y a la vez una fuente inagotable de inspiración.
Gran parte del proceso creativo de Fausto se alimenta y sucede en la Biblioteca Pública La Victoria. Allí es conocido como “el pintor de la bala” y comparte sus proyectos, inquietudes y, sobre todo, sus palabras. “La biblioteca no es solo un lugar lleno de libros. Es un lugar donde las ideas y las personas se encuentran”, afirma con seguridad sobre el rol de este espacio en su proceso creativo.
Como usuario frecuente de este espacio bibliotecario de BibloRed y a partir de su experiencia, Fausto afirma que es un lugar de paz y donde puede ser él mismo sin barreras. Sus cuadros, con trazos fuertes y colores vibrantes, y su poesía, íntima y reflexiva, son reflejos de esa libertad creativa. La interacción constante con el espacio y las personas que lo habitan nutre su obra y su vida.
Un espacio de lectura vivo, cercano y pertinente, como el que encuentra Fausto en la Biblioteca Pública La Victoria, amplía las oportunidades de acceso a la ciudadanía para participar de los circuitos y prácticas de cultura escrita en la ciudad. “Las prácticas de lectura y escritura me han permitido conectar con la gente y con mi entorno”, asegura el usuario. La biblioteca, en su caso, nutre su intelecto y sus creaciones artísticas cobran vida a través del intercambio de ideas.
De esta manera, para Fausto, el Club de Ficción de la biblioteca es una fuente constante de inspiración, tanto para sus poemas y relatos como para su vida cotidiana. Allí no solo se habla de obras literarias, sino que cada lectura deriva en una conversación. “Uno comparte, pero también se enriquece con las perspectivas de los demás”, comenta. En las discusiones sobre personajes y situaciones ficticias a menudo encuentra reflejos de sus propias experiencias.
Salud mental, creatividad y arte
El vínculo de Fausto con la Biblioteca Pública La Victoria no termina en su Club de Ficción. El usuario también es parte del equipo realizador del pódcast Conexiones De-Mentes, producido en la misma biblioteca y emitido en la emisora digital LEO Radio, para explorar con otros invitados temas de salud mental, creatividad y arte. Así, en cada episodio su voz es el vehículo para contar historias y conectar con una audiencia que, aunque desconocida, ha encontrado en él una figura de empatía y comprensión. “El pódcast es una manera de abrirme al mundo, de compartir lo que llevo por dentro y, a la vez, escuchar a los demás”, explica.
Vínculos y afectos con el territorio
El barrio La Victoria es para Fausto un "territorio lleno de historias". Cada uno de sus rincones es un personaje más en su vida y en sus creaciones artísticas. “El barrio tiene mucho que contar. Las paredes, los árboles, la gente que pasa, todo tiene una historia”, dice con pasión. Así, los significados, vínculos y afectos de Fausto con su entorno ponen de presente cómo los lugares que se habitan propician procesos de apropiación y construcción de tejido social, una realidad sobre la que se fundamenta la Política Pública de Lectura, Escritura y Oralidad de Bogotá (La LEO) para desarrollar procesos de mediación y formación alrededor de la cultura escrita.
La obra pictórica de Fausto está fuertemente influenciada por su visión del territorio. En sus cuadros, los paisajes urbanos del barrio La Victoria se mezclan con figuras abstractas que representan las emociones que experimenta al recorrer sus calles. “Pinto lo que veo, pero también lo que siento. El arte no es solo una representación de la realidad, sino una reinterpretación”, reflexiona. Del mismo modo, sus poemas están impregnados de las vivencias compartidas con los demás habitantes del barrio, creando un diálogo constante entre lo personal y lo colectivo.
El arte, la escritura y la oralidad son para Fausto más que formas de expresión: representan los medios para conectarse con su entorno. La Biblioteca Pública La Victoria, a través del Club de Ficción, el pódcast Conexiones De-Mentes y otras de sus actividades culturales, es el espacio donde este usuario ha encontrado un sentido y un lugar para compartir su historia. “Este lugar me ha dado mucho. Me ha dado un espacio para ser yo, para crear y para compartir lo que llevo dentro”, concluye con una mirada agradecida.