“Las bibliotecas: espacios de desarrollo comunitario y aprendizaje colectivo”
Dante Villa Marín tiene 9 años. Es un niño alegre, divertido, ingenioso y creativo, que cursa cuarto grado de básica primaria a través de la metodología de homeschooling o educación en casa, con la tutoría de sus padres Gloria Pedraza, ingeniera industrial y consultora empresarial y Aldo Villa Marín, empresario de materiales didácticos y juegos infantiles, quienes como familia dedican el 100% de su tiempo a la educación de su hijo al igual que 120 familias que se reúnen con este mismo propósito.
Una labor que requiere de un mayor esfuerzo académico “es una tarea muy exigente, como tutora de mi hijo debo buscar metodologías y contenidos de alto valor asertivos para su formación. A través de procesos orgánicos basados en el juego, he logrado motivar el proceso de aprendizaje de Dante, en la sala Distrito Gráfico hemos encontrado un espacio que contribuye a la formación formal ya que cuenta con un entorno favorable para acceder a la cultura urbana a través del cómic, los videojuegos y los juegos de mes, los cuales podemos disfrutar como usuarios”, expresó Gloria Pedraza, madre y tutora de Dante.
Por su parte, Dante expresó que lo que más le gusta de asistir frecuentemente a la biblioteca es que puede compartir con sus amigos y conocer nuevos amigos, al mismo tiempo que aprender y leer “me veo muy seguido con mis amigos, la paso bien con ellos, también en esta biblioteca hay cosas muy divertidas como la sala infantil, me siento muy feliz acá. He encontrado dos libros maravillosos La Bolita de Pelo y Lagartos Luchadores”.
La idea de optar por este modelo alternativo de enseñanza se consolidó una vez decidieron como familia vivir a pocas cuadras de la Biblioteca Pública Julio Mario Santo Domingo. Según Gloria Pedraza, madre y tutora de Dante, “nuestro hijo creció entre los libros de las salas infantiles y las ludotecas de BibloRed, somos una familia lectora y nuestro hijo Dante es un lector de imágenes, cómic y caricaturas, recursos disponibles en la biblioteca, su segundo hogar donde además disfruta mucho compartir con sus compañeros tres días a la semana y con quienes hemos construido el club de amigos de la biblioteca para reforzar los procesos educativos”.
La labor de las bibliotecas va más allá de sus acciones misionales, “hoy se convierten en un plus para la comunidad que permiten crear tejido social. Los espacios comunitarios son muy fuertes y obedecen a las necesidades específicas de la comunidad, somos aliados de los usuarios para que puedan desarrollar sus proyectos de la mejor manera”, dijo el coordinador de la Biblioteca Pública Julio Mario Santo Domingo, Manuel Espindola.
La oferta de la biblioteca es amplia, como usuarios usamos el límite de recursos permitidos, en nuestra casa siempre tenemos casi 18 ejemplares; entre libros de ficción, revistas, música, películas, libros, cómics, entre otros. De igual manera, la biblioteca ha facilitado actividades de donación y trueque o intercambio de libros entre los amigos de la biblioteca, una manera de circular los libros entre la comunidad.
“Al mismo tiempo, como grupo familiar hemos disfrutado de toda la programación cultural que ofrece la BibloRed, así como el Pabellón #LEOBogotá, el Festival de Cine Europeo, EuroCine, el Festival de Cómic Independiente y La Vuelta, la Feria Nacional de Editoriales Independientes. Soy usuaria frecuente de los talleres, clubes de lectura y la huerta comunitaria, espacios dispuestos para la comunidad que se han convertido es una oportunidad única para la apropiación de los espacios públicos de la ciudad y de la política pública de lectura, escritura y oralidad de la capital”, ratificó Gloria Pedraza, madre y tutora de Dante.
Gloria Pedraza, madre y tutora de Dante concluyó que las bibliotecas de hoy son espacios vivos en constante movimiento que se han convertido en lugares ideales para el desarrollo comunitario y el aprendizaje colectivo.