En un rincón del mundo, donde la imaginación se entrelaza con la realidad, surge una obra de arte que rinde homenaje a uno de los pilares literarios del siglo XX: ‘Cien años de Soledad’ de Gabriel García Márquez. Esta obra maestra de la literatura latinoamericana ha inspirado a generaciones con su magia y profundidad. 
 

Ahora, en una expresión única de creatividad, el escultor Mauricio Arango Mejía charló con LEO Radio sobre ‘los lingotes de Melquiades’ y nos llevó a un viaje hacia la inspiración de su obra. 

El pasado 6 de marzo se celebró el natalicio del Premio Nobel de Literatura colombiano, Gabriel García Márquez, fecha escogida para la presentación de su libro inédito ‘En agosto nos vemos’, y momento ideal para recordar al escritor y a todas sus hazañas, pero también para conocer de cerca a Mauricio Arango Mejía, escultor que se inspiró en los textos de “Gabo” para llevar a cabo la escultura. 

Arango es arquitecto de profesión y un amante del arte y la música que dedicó su vida a hacer monumentos y exponerlos en varios escenarios hasta llegar a hacer figuras públicas de gran dimensión. En diálogo con LEO Radio contó cómo logró hacer ‘los lingotes’. Todo empezó porque la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte convocó un concurso internacional de escultores para rendir homenaje al escritor de Aracataca, así que él participó y decidió enfocarse en encontrar una obra que representara verdaderamente al Nobel. 
 

En relación a su fuente de inspiración en ese momento, Arango explicó: “Yo no puedo trabajar con mariposas amarillas y ya había hecho uno o dos simulacros de escultura con mariposas amarillas, pero fueron descartados inmediatamente”, reconocía que muchos participantes se centrarían en ese tema, así que se propuso encontrar una inspiración alternativa que honrara el trabajo de García Márquez, sin recurrir a las mariposas amarillas. Al abrir nuevamente su ejemplar de ‘Cien años de soledad’, se encontró con la inspiración que buscaba en la primera página: los Lingotes de Melquíades.

Finalmente, Mauricio Arango Mejía ganó y su victoria en el concurso se debió no solo a su creatividad, sino también a la magnífica escultura final. La obra inicialmente destinada al Parque de los Periodistas en el centro de Bogotá encontró su hogar definitivo en el Parque El Tunal, junto a la Biblioteca Pública Gabriel García Márquez - El Tunal. Allí reposa una placa que no solo lleva el nombre del escultor, sino el texto que inspiró la figura, ubicada en el cuarto párrafo del libro ‘Cien años de Soledad’.