Conmemoramos el fallecimiento de Mario Benedetti con poemas que hacen memoria
Hablar de poesía en Latinoamérica, remite a pensar en Mario Benedetti, uno de los referentes más importantes de la historia literaria en habla hispana que publicó más de 80 obras y dejó un sinfín de letras para sus románticos y soñadores lectores.
Benedetti nació en Paso de los Toros (Uruguay) el 14 de septiembre de 1920 y falleció el 17 de mayo de 2009, en Montevideo, por causa de algunos problemas respiratorios y renales. Su vida personal y política fue bastante agitada, sus posturas radicales lo hicieron exiliarse en Buenos Aires en el año 1973, luego que Uruguay sufriera un golpe de estado; luego se trasladó a Perú, Madrid y halló un mejor lugar en Cuba donde continuó la inspiración literaria.
Siempre fue un obsesionado de la literatura, a tal punto que sus padres le limitaban la cantidad de páginas que leía y escribía en un día, pues empezó desde muy joven. Incluso fue el primer traductor de Franz Kafka en español, gracias al aprendizaje que tuvo en primaria del idioma alemán.
Su carrera como escritor fue tan laureada y extensa que superó las 80 publicaciones traducidas a más de 25 idiomas, sumado a más obras que se esparcieron en diferentes libros.
Los más reconocidos son: La tregua (1960), novela que fue llevada al cine en 1974 y fue nominada al Óscar a mejor película extranjera; Gracias por el fuego (1965), La Muerte y otras Sorpresas (1968), Primavera con una esquina rota (1982) y Andamios (1996). Estas y más obras de Benedetti las puedes encontrar en el Catálogo Físico de BibloRed y la Biblioteca Digital de Bogotá.
Además, en BibloRed conmemoramos el fallecimiento del “poeta más querido de América” con 3 de sus mejores poemas:
1. Corazón Coraza
Porque te tengo y no
porque te pienso
porque la noche está de ojos abiertos
porque la noche pasa y digo amor
porque has venido a recoger tu imagen
y eres mejor que todas tus imágenes
porque eres linda desde el pie hasta el alma
porque eres buena desde el alma a mí
porque te escondes dulce en el orgullo
pequeña y dulce
corazón coraza
porque eres mía
porque no eres mía
porque te miro y muero
y peor que muero
si no te miro amor
si no te miro
porque tú siempre existes dondequiera
pero existes mejor donde te quiero
porque tu boca es sangre
y tienes frío
tengo que amarte amor
tengo que amarte
aunque esta herida duela como dos
aunque te busque y no te encuentre
y aunque
la noche pase y yo te tenga
y no.
2. No te salves
No te salves
No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca
no te salves
no te llenes de calma
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo
pero si
pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino
y te salvas
entonces
no te quedes conmigo.
3. Por siempre
Si la esmeralda se opacara,
si el oro perdiera su color,
entonces, se acabaría
nuestro amor.
Si el sol no calentara,
si la luna no existiera,
entonces, no tendría
sentido vivir en esta tierra
como tampoco tendría sentido
vivir sin mi vida,
la mujer de mis sueños,
la que me da la alegría…
Si el mundo no girara
o el tiempo no existiese,
entonces, jamás moriría
Jamás morirías
tampoco nuestro amor…
pero el tiempo no es necesario
nuestro amor es eterno
no necesitamos del sol
de la luna o los astros
para seguir amándonos…
Si la vida fuera otra
y la muerte llegase
entonces, te amaría
hoy, mañana…
por siempre…
todavía.