Este 29 de septiembre, a las cuatro de la tarde, Cine en casa navega por el aire contaminado del planeta.

El cine como testigo de la destrucción de la atmósfera por las emisiones incontroladas de CO2 (Dióxido de carbono) y por desastres ambientales como el incendio de 700 pozos de petróleo tras la guerra de Kuwait a principios de los años 90, tiene como observadores del caos a directores que se han encargado de atestiguar y denunciar la tragedia.

De nuevo, nuestro compañero de viaje, el director alemán Werner Herzog, encabeza el desfile visual de la sesión, acompañado por realizadores de distintas épocas y distintos registros, que se han referido al aire en tono documental y angustiante como Delphine Prunault en Ciudades irrespirables (2015), así como también en clave fantástica como el director danés Benjamin Christensen, que nos muestra en La historia de la brujería a través de los tiempos (1922) el aire por el que volaron las brujas en la Edad Media, o el director francés René Clair que hizo del aire un elemento sobrenatural en Paris qui dort (1922).

Un viaje en el que veremos tarjetas postales para aliviar el terror que nos pueda causar el aire contaminado y que tendrá como invitado del tramo final de nuestra aventura al drone y su manera de enseñarnos el mundo con la visión de un ave.