Partamos de un enunciado: Lo público no es de nadie, es de todos. Por ejemplo, un libro de una biblioteca pública es propiedad pública, la gente puede tener acceso al material, lo consulta y puede llevarlo a la casa; si llega a dañarlo o le causa alguna afectación, debe responder por el material.

En este momento, inician los dilemas para la personas responsables por el material, ¿debo pagar?, ¿ya estaría pagado por mis impuestos?, entre otras preguntas. Por ello, los invitamos a debatir acerca de la propiedad privada y la propiedad pública, hasta dónde llega cada una.

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