El agua, ¿nace en la nube, en el páramo, en el río, en el océano? o el agua ¿nace en la sed? La pregunta por el nacimiento de algo, nos lleva a un origen que nunca es un punto de partida, sino una convergencia de fuerzas, un vórtice tan cargado de potencia y movimiento, que aparenta vacío y quietud. En este vórtice encontramos que nacer es una convergencia en el que no hay un inicio o un final, sino un devenir. En este ciclo de películas, conversaremos sobre aquello oculto que brota en nosotros y que tiene la fuerza para transformarnos de una cosa a otra muy distinta; aquello que está más allá de la exactitud y el orden para traernos un mensaje que se convierte en el verdadero alimento; aquello que ignorábamos y que recibimos a través de una voz que se aproxima a nuestros oídos; aquello que sólo podemos señalar porque las palabras se quiebran al tratar de contenerlo.