Lamentablemente la industria de la producción cinematográfica en la actualidad está compuesta en un 70 % por hombres; esta cifra ha variado positivamente, ya que a mediados de siglo la participación femenina era inferior. El papel de la mujer se limitaba a pequeñas interpretaciones donde el deseo o la fatalidad era su principal característica; en el campo técnico de producción se han destacado en utilería, maquillaje y vestuario. Esto nos deja un saldo negativo de casi un siglo donde la mujer fue menospreciada por el género hegemónico y donde su visión y creatividad se vio silenciada en la industria del cine.

Ahora imagínate el silencio de la mujer en la religión, a lo largo de la historia la mujer ha sido catalogada como algo negativo, como la encarnación del mal, acompáñanos a descubrir desde la mirada de Nina Paley desde su película Seder Masochism, 2018, una visión y crítica a lo patriarcal, a la violencia de género y a la imposición de conductos por un orden social y cultural.