Cuestionar las formas en las que se manifiesta el Biopoder, nos permite reconocer y replantear los vínculos con nuestro entorno. Así pues, recorrer, divagar y contemplar los territorios, al igual que habitarlos, abre paso a la experimentación y al juego con las formas en las que percibimos y abrazamos el espacio.

Por medio de prácticas que abordan la rememoración, la creación de ficción y la contemplación de los territorios, esta exposición construye una serie de reflexiones en torno a la horizontalidad con relación a una mirada del paisaje y el posicionamiento de los cuerpos en el mismo. Trazar horizontes nos convoca a convertir lo distante en cercano y a dar voz a los seres y lugares que despiertan nuestros afectos.