Créditos
Invitadas: Paola Caucali, poeta y mediadora de programación cultural de la Biblioteca Pública Las Ferias, y María Tabares, poeta, narradora y editora de “La Trenza”, una fanzine dedicada a difundir la poesía, el ensayo y la ilustración de mujeres colombianas.
Investigación: Juan Afanador, del equipo de programación cultural.
Locución: Juan Afanador, del equipo de programación cultural.
Producción, edición y publicación: Paola Baquero Jiménez, productora de audio y podcaster de BibloRed.
Dirección: Isabel Salas, líder del equipo de comunicaciones de BibloRed, y Paola Baquero Jiménez, productora de audio y podcaster de BibloRed.
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Cabezote Este es un pódcast de la Red Distrital de Bibliotecas Públicas de Bogotá - BiblioRed.
Bienvenidas y bienvenidos a esta serie pódcast Poesía para la vida. Aquí creemos que la poesía está más cerca de lo que pensamos y que no tenemos que ser personas expertas para poder disfrutarla. Leer simplemente es poner atención.
Juan: Bienvenidas y bienvenidos a este capítulo de Poesía para la vida. Esta temporada del pódcast está dedicada, como ustedes ya lo saben, hacer un recorrido más o menos cronológico, con idas y con venidas, por la poesía escrita por mujeres latinoamericanas en el siglo 20. Hoy vamos a Honduras, de la mano, de quien es, quizás, la poeta más importante de este país en el siglo 20, estamos hablando de Clementina Suárez.
Para leer su poesía, hoy tenemos emoción de contar con la compañía de María Tabares y Paola Caucali. María es poeta, narradora y es una de las editoras de la "trenza", un fanzine dedicado a difundir la poesía, el ensayo y la ilustración de mujeres colombianas. Paola es poeta y es la mediadora de programación cultural de la Biblioteca Pública Las Ferias. Bienvenidas.
María: Hola Juan, ¿Cómo estás? Hola, Pau.
Paola: Hola Juan, hola María, un gusto. María: Bueno, un gusto estar aquí para conversar sobre poesía escrita por mujeres.
Juan: En este pódcast creemos que no hay mejor manera de acercar la poesía a la vida que a través de la lectura de poemas puntuales. Hoy vamos a leer con cuidado y con detalle el poema "lamentos en el espacio", pero antes de la lectura vamos a dar un corto contexto sobre Clementina Suárez, para quienes no la conocen.
Ella fue la primera mujer hondureña en publicar un libro de poesía en este país, fue como muchas personas lo han reconocido, una mujer adelantada a su tiempo. Suárez inició su obra con una voz melancólica y cercana al romanticismo y al posmodernismo, pero muy pronto empezó a explorar con fuerza la poesía amorosa y erótica, cuestionando así, lo que una mujer podía decir y sentir en su época. Más adelante, en su poesía se ve también un intento por acercarse a un lenguaje vanguardista y sin duda alguna, al compromiso social. Suárez fue una viajera permanente, vivió en países como México, Costa Rica, Cuba y El Salvador, y además, conoció muchos otros en sus viajes. También fue una apasionada por la pintura, fue coleccionista de arte, galerista y escribió una serie de poemas retrato. Ganó el Premio Nacional de Literatura Ramón Rosa, en 1970, escribió ensayos, semblanzas y nueve libros de poesía; el primero de los libros, "El Corazón Sangrante" fue publicado en 1930 y el último "Con mis versos saludo a las generaciones futuras" en 1988.
A continuación escucharemos, en voz de María, el poema "Lamentos en el espacio", publicado en el libro "De la desilusión a la esperanza", en 1944. Recuerden que pueden encontrar el poema que vamos a leer a continuación en la descripción de este episodio.
María:
Lamentos en el espacio
Afuera ruge el viento. Tu cabeza está entre mis piernas.
La noche se entretiene en ronda de fantasmas.
Aguas desbarrancadas cortan narcisos y nieblas
para adornar la tumba de tanto pájaro muerto.
Tú peinas y despeinas mi cabello
mientras el mar arrastra sangre y lodo.
La sombra parece que esculpiera cadáveres.
¿Quién llora y se desespera en el aire?
Amor. Tú estás dormido,
(sin darte prisa por salir de la noche)
mientras yo atajo lamentos
de madres y de niños.
Juan: Muchas gracias Mari. Bueno, pues yo quisiera arrancar esta conversación preguntándoles, una pregunta que de alguna manera tendrá que ver más como con la intuición y es ¿Qué fue lo primero que les tocó? ¿Qué fue lo primero que les llamó la atención de este poema?
Paola: Debo confesar que hice varias lecturas del poema porque en principio no lograba ubicarme en él, sentí una distancia, que luego cuando creo que comprendí ya no me fue posible salir y eso hizo que leyera una y otra vez este poema, y creo que a entenderme también desde ese lugar como mujer y poeta, hizo que me diera cuenta de muchas cosas incluso de mi propia existencia. Eso es algo que maravillosamente me gustó encontrar en Clemencia y, además, hablar conmigo misma sobre aquel llamado exterior de esa conciencia quizás o el llamado social que está siempre latente, pero que a la vez también existe un amor y hay un otro con el que yo comparto y estoy en la intimidad. Entonces, creo que parte de la reflexión a la que me llevó la lectura de este poema fue precisamente de qué manera, pues la vida es dialéctica y aunque yo esté ubicada en una intimidad, eso no sobrepasa lo que me está llamando en el exterior, en el afuera, como lo decía hace un momento, pero que eso tampoco me hace abandonarme a mí misma. Logré encontrar, quizás ese tránsito de un lugar interno al lugar externo, sin necesidad de extinguir a quien habla y a quien habita ese espacio, creo yo que es la primera sensación que persigo al leer este poema.
María: Bueno, muchas gracias por estar aquí, por permitirme estar aquí y conversar con ustedes. Te escucho y de alguna manera me alegra que la primera lectura digamos haya sido un poco dura o difícil de acceder, porque yo creo que así sea fácil en una primera lectura todo poema debe y requiere ser leído muchas veces para que el poema realmente se abra. entonces si hay unos poemas más complejos que otros y siento que esa primera impresión hay que recogerla, que es la impresión que no hace referencia, de manera muy clara, al intelecto o a la razón o al análisis, sí no es como lo que sugiere y te impacta; que pienso que en la medida en que uno le poesía es capaz de reconocer eso y validar esa primera impresión, cuando uno no tiene la práctica o el ejercicio de leer, pues como que queda por fuera y si le pregunta a uno que entendiste, como es entender desde la razón, dice no, no entendí nada y resulta que uno siempre entiende algo. Entonces mi primera impresión fue yo sentí que leía algo de una intimidad enorme, cerrada, cierto, de una pareja en una intimidad, enorme y al mismo tiempo afuera, el caos y un enorme dolor, como esa esas dos circunstancias, simultáneamente y un trisito más adelante dije esto es como lo erótico y además lo político.
Esa fue como la primera impresión en términos del contenido, sin entender muy bien todavía qué había dentro ni ahondar; y la otra digamos cosa que sentí es ok aquí hay tres estrofas, no una estrofa y hay unos espacios, y tuve la sensación de que estaba leyendo un trayecto, que lo que estaba leyendo al principio, digamos, se desarrollaba y terminaba en otro lugar que no era solo una imagen, sino un suceso que transcurría. Esa es mi primera impresión antes de entrar más a fondo.
Juan: Esa tensión que ustedes dos señalaban, como entre esa intimidad y algo que está ocurriendo afuera, que está sonando fuerte en el exterior, yo siento que es de alguna manera como la tensión o la paradoja que estructura el poema.
Me gustaría que habláramos un poco sobre eso, cómo ven ustedes que se desarrolla esa tensión, incluso si podemos ir al poema concretamente y de pronto como explorar esas imágenes específicas que ustedes ven que laboran esa atención y que hablemos un poco de porqué eso puede llegar a ser interesante; a mí me pareció interesantísimo porque usualmente uno ubica como el espacio de la intimidad en un lugar y el espacio como el compromiso social en otro, pero aquí ocurre esta situación en la que la voz que nos está hablando, está en medio de un encuentro sexual, pero además está siendo consciente desde afuera, no es ese afuera es tan inminente, tan potente, es tan poderoso no se puede ignorar y de repente entra, entonces eso es, quizás de lo que a mí me parece más evocador de este poema, quisiera entonces preguntarles, si podemos como recorrer esa tensión y explorarlo un poco más en detalle.
Paola: Creo que ahí puedo señalar un aspecto que justamente luego lo logré sentir con mayor profundidad y fue ese deseo de habitar el cuerpo sin límites, aun cuando, como lo tú lo mencionas, si bien está esa intimidad que nos ubica precisamente en esa tensión de un límite, porque no sé, hay una pared o estamos en un lugar cerrado, porque soy consciente que hay una fuera, pero no deja de sentirse precisamente ese transitar en el cuerpo, en el deseo, en la intimidad, en la entrega porque no de sí misma al otro y del otro a una misma.
Sin embargo, justamente y como para responder la pregunta, en estas tres estrofas que además, también me inquieta un poco el hecho de que no conocía y también es mi segunda confesión hoy, la poesía de ella, si luego con otros poemas, entendí que ella le apostaba bastante a los poemas largos, y este poema en particular tiene tres estrofas, que diría yo, o sea, es justamente la síntesis del trabajo de la palabra que hace ella. Yo respondería, digamos, con ese primer verso de afuera ruge el viento con todo esto que está pasando y que no deja de ocurrir incluso llevando este poema a la actualidad, y con o los otros versos, digamos, que esa atención esa ese diálogo que ya es donde me ubica y es mientras el otro está entre las piernas, mientras el otro me está peinando y despeinando y terminan en esa tercera estrofa, mientras ese otro mientras tú estás dormido y no solo estás dormido, sino que además no te da prisa, ella lo dice, no, no te da prisa por salir de esa noche, entonces como que ubicarlo a él en esos tres momentos, en relación a eso que está sucediendo, el ruido las aguas desbarrancadas, el mar, los pájaros muertos, como que esas imágenes además que están ahí, que son muy potentes y que yo creo que es justamente lo que la ubica en ese contexto que tú mencionabas hace un momento, creo yo que es el diálogo más importante que podemos encontrar ahí y ya voy a dejarle espacio.
María: Bueno, en la misma línea de lo que hablas, digamos, creo que es importante ponerle el foco a algunas palabras para poder saber o entender, aunque las palabras, no hay ninguna palabra en este poema que uno diga no sé qué quiere decir, entonces uno cree que sabe qué quiere decir, pero si uno busca realmente las palabras, las palabras toman la dimensión no, la profundidad que tiene, entonces creo que es importante hablar de lamentos en el en el espacio.
Lo primero, o sea, como el lamento uno, ya siente que aquí hay un dolor de alguien y el espacio de alguna manera habla de un lugar, no de un lugar que no sabemos si es un lugar cerrado o el espacio es el espacio aéreo, que es el espacio al aire libre, y pienso que ahí ella empieza a jugar con ese estar adentro y afuera y arranca diciendo afuera nos pone palabra fundamental, si no dijera fuera, no sabríamos que ya está adentro, entonces ella usa afuera ruge el viento, sería distinto si dijeras ruge el viento porque no sabríamos dónde está ella, pero ya que nombra afuera ruge el viento y la palabra ruge es fundamental, ¿quién ruge? los animales rugen, los leones rugen, no, puede haber mansedumbre en el rugido, pero normalmente hay un llamado, hay una cosa muy potente, o sea que este viento de entrada con estas tres palabras afuera ruge el viento, uno sabe que afuera hay algo que no está bien, algo que es peligroso ,algo que está caótico, listo.
Juan: Incluso pienso, las máquinas también rugen, ¿no?
María: Exacto, y se dice rugen las máquinas porque ellas no rugen originalmente, quien ruge es la voz del animal, cierto, que tiene toda una connotación, digamos, de instinto, de violencia, de una cantidad de cosas que así no me guste, pues, en todo caso ese primer verso dice eso y el segundo dice tu cabeza está entre mis piernas, o sea un verso que ni siquiera hoy nos atrevemos a nombrar de esa manera y estamos hablando de 1944, o sea, hace mucho tiempo, hace más de 100 años. Entonces pienso que en esos dos primeros versos, uno dice ¡wow!, aquí estamos afuera y adentro, y sentí inmediatamente, que es lo que es la cuando la escritura y la poesía de verdad, yo no sé si se llama altura o fondo o peso o liviandad, pero en todo caso hay ahí poesía y es que ella logra con una esencialidad máxima ponernos en las circunstancia que va a desarrollar en todo el poema.
Entonces, bueno, otras palabras muy importantes noche, la noche se entretiene en Ronda, qué ronda, por qué ronda, de fantasmas, aguas y el verbo que usa es desbarrancadas, entonces hay que ver qué es eso, y el desbarranque uno ve que es como el desmoronamiento de una montaña, cuando se viene la tierra abajo, entonces ese desbarranque hace algo que parece que es bueno, no sabe uno, cortan, pero que cortan narcisos y los narcisos son flores bellísimas, flores que tienen como esa connotación, yo averigüé y son una flor muy bella, y nieblas es como si ese desbarrancarse, en este verso sugiera que no es arrasaron con las flores, sino cortan las flores para algo que es bonito, qué es lo bonito de ese desbarrancamiento y dice adornar, claro, es como para ponerlas en un florero o algo, algo pasa con esto tan turbulento que es, ya está sintiendo y dice la tumba de tanto pájaro muerto; y creo que es de los versos más bonitos y más misteriosos de todos, o sea, no sabremos, creo que podremos elucubrar y gozar, pero a qué se referiría ella de verdad, se referiría al vuelo de tantos seres, tantos hombres, mujeres que han caído, que caen por ese afuera, en ese afuera que está caótico o estará hablando de qué pájaros, serán de ese desbarrancamiento, de esas aguas que el desbarrancar tiene que ver con la tierra ,cierto, con la tierra húmeda; que más abajo habla del lodo, pueden ser sus propias aguas, no ante el deseo, no como si ese amor exorcizara, de alguna manera toda esa violencia, que está afuera, no sabemos pero es otra lectura que podemos tener de ese verso tan extraño y bonito.
Paola: Yo quisiera fijar en esa misma línea el tú y el yo, entonces cuando habla del tú, está ahí ese otro no, tu cabeza está en mis piernas, tu peinas y despeinas mi cabello, tú estás dormido mientras que el Yo, ella lo ubica en yo atajo lamentos de madres y de niños, entonces creo, o a mí me llevaba justamente a pensar, que está esa otredad aún en ese híbrido en el que se puede llegar a estar justamente en medio de una relación sexual. Entonces quería mencionarlo.
Juan: Muy interesante todo lo que han dicho y ahorita, fíjense que no lo vi en la primera lectura y eso es lo que me parece tan hermoso de leer en común, de leer juntas, y es que el primer verso es casi que el resumen de esa tensión, no, ahí están los dos ejes, ahí está, hay algo afuera que es caótico, tensionante, estruendoso y hay un adentro donde está ocurriendo una intimidad, pues y una vulnerabilidad, digamos que implica una delicadeza, un con cuidado, que está ahí en juego, ¿no? y eso me parece una cosa muy tremenda, y ahorita también pensaba en el significado de esa noche que se entretiene en ronda de fantasmas, porque estaba pensando que la noche puede ser como una alegoría o un símbolo de, digamos, de lo nocturno como la muerte, no, lo nocturno como la muerte que está ocurriendo afuera, pero también la noche es ese espacio de la sugerencia, de lo sugerente y en últimas del erotismo que está ocurriendo en este poema, entonces me parece hermosísimo porque pensaba y las rondas entonces son como este asunto como circular, no, entonces pensaba como en una cosa concéntrica, que es como esa gran noche que nos envuelve a todos, que es y que probablemente ahorita lo hablábamos antes de empezar el programa, tiene que ver con una situación histórica que es la dictadura en Honduras, pero luego hay una noche más pequeña que es la que ocurre aquí, ¿no?, entonces como que me imaginaba esos dos círculos muy bonitos que ella atrás ahí; y me parece también muy interesante Mari, lo que tú señalabas de las aguas como la posibilidad de pensar en los fluidos, no como en los fluidos que están ahí en la sexualidad y que además, coincido con lo que tú señalados ahorita porque pues nos está hablando además, probablemente del sexo oral y era una, eso es un tema, pues que imaginarnos una mujer en los años 40, del siglo 20 hablando de esto es realmente es muy impresionante. Y bueno, les quería preguntar, em…
María: Y hablando del sexo oral, que aparte de eso te acuerdas, yo estaba diciendo que hay un transcurrir en el poema, no, entonces la imagen cuando ella dice tu cabeza está entre mis piernas, no tiene ambigüedad posible, digamos es nítida y clara.
Lo que uno ve en la estrofa que sigue está en una posición inversa, dice tú peinas y despeinas mi cabello, o sea, es otra la posición cierto, o sea, ahí hay como un movimiento, ahí transcurrieron más cosas, y luego ella dice que decía mientras el mar arrastra sangre y lodo, y si bien no podemos saber qué quiere decir, si quisiera nombrar cuando me atrevo a sugerir que me encantaría también que fueran sus fluidos, aunque no lo sean o sí lo sean, es porque cuando ella, hablamos del desbarrancar, que habla de esto que hablamos, de la tierra con el agua; luego el lodo es exactamente lo mismo, el lodo es tierra mojada y estuve oyendo un vídeo de ella y hay un poema que ella le hace a un hombre, a un hombre que ella ama, mucho más literal, pero vuelve y usa, porque ese es un algo que no, que es vale la pena hacerse uno fuera a estudiar como hacemos en la trenza a través de este poema el universo, digamos, de esta autora, pues digamos cada quien tiene un bagaje del lenguaje, tenemos una maleta con unas palabras que nos corresponden y que nos resuenan y para uno poder ahondar, uno podría llegar mucho más lejos, si pudiéramos leer más y buscar dónde ella usado la palabra pájaros, qué son los pájaros, qué son para ella el mar o tal, pero aquí en este solo poema habla de desbarrancar, habla del lodo y oigan algo de lo que dicen ese otro poema, dice algo como un hombre moreno pasa como el que espero, espera que ya vendrá, la calle está oscura, no sé qué, espera que ya vendrá y el hombre este se va acercando y luego dice, huele a tierra mojada, a cielo limpio, a boca amada, es él que llega ya, entonces no está todavía el hombre ahí, cierto, pero ella está hablando de su espera y en su espera nombra su pasión, su deseo como tierra mojada, entonces dije yo, por eso me atrevo como, por lo menos a pensar que en esa doble acepción que ella todo el tiempo está hablando, de ese mundo afuera y del mundo íntimo, también puede hablar de eso aquí hasta esta segunda estrofa.
Paola: No, yo solo quería anotar, la exploración del amor al otro, o bueno, de qué manera ella logra hacerlo en este poema de lamentos en el espacio porque nos está hablando de un amor, de ese amor con A mayúscula y un punto final, pero asimismo no está hablando de ese sentir con lo que está pasando afuera y porque no un amor, porque justamente qué es lo que la está motivando a no lograrse desconectar sino seguir ahí pensando insistentemente en ello.
Juan: Lo que quería decir son dos cosas, la primera era hablar sobre los narcisos y sobre cómo su particularidad, porque pues, narciso, digamos, y también con respecto al mito que da origen al nombre de la planta, que es el mito de Narciso, tiene que ver también con ese ejercicio de auto contemplación, pero también con la sexualidad, entonces hay como esa tensión tan interesante ahí de una figura que está en medio del acto sexual, pero está también contemplándose a sí misma y contemplando al otro, y contemplando al universo o al contexto histórico que la rodea, no, entonces hay como un ejercicio ahí muy interesante de contemplación que me parece muy bello y es muy claro, que hay la decisión de poner ahí un narciso, no es arbitraria, ahí hay un ejercicio de cuidado, en el lenguaje, que justamente ahorita conversábamos; eso es lo primero que quería decir.
Lo segundo que quería decir es que me parecía muy tremendo ahorita Mari que tú estaba señalando cómo este asunto de las aguas, porque las aguas aparecen a través del mar en la segunda estrofa y aparecen a través de las aguas desbarrancadas, no, como que hay un asunto de lo líquido muy poderoso que rompe cosas, no, pero entonces uno también podría pensar como en esa tensión de cómo, yo ahorita llamaba lo íntimo delicado, pero quizás me retracto ahora porque pienso ella está hablando de lo íntimo también como una cosa poderosísima, casi casi tan poderosa que logra, como Mari lo decías ahorita, transformar el horror de los pájaros muertos, sea lo que sea que eso signifique, pero ahí hay un horror que intuimos y esa fuerza líquida, de lo que yo intuyo en esta lectura que es el acto sexual, tiene una potencia casi igual de grande o por lo menos una potencia que logra como al transformar algo, no. Bueno, no sé si quisieran decir algo sobre esto.
María: Pues así vivimos, o sea, justo antes de que empezáramos a grabar el pódcast, hubo un sonido y nos tocó parar y pasaba, por los cielos un helicóptero, puede uno imaginar que es un helicóptero, no, y pues sí, pero lo que es impresionante es que ella sea capaz de escribir esto, que ya sea capaz con tan poco, con tanta fuerza decir esto. Aquí habla la altura del poema, o en la hondura, o el peso, o lo que sea, cierto, y a mí me gustaría, cuando ella dice tú en esa segunda estrofa porque hemos leído la primera que es la que llega hasta los pájaros, la segunda cuando dice tú peinas y despeinas mi cabello, mientras el mar arrastra sangre y lodo, y ahí uno no sabe también eso que estamos hablando, ese mar, es afuera equivalente al viento que ruge, o ese mar es también el agua salada que nos constituye, cierto, y el lodo como lo que ella ya habló de la tierra húmeda, y luego pasa al tercero, que me parece que avanzó el poema, avanzó este este hecho sexual, pasional y amoroso, y dice arranca con el afuera, me parece, la sombra parece que esculpiera cadáveres, uno no sabe si esa sombra es de afuera o es la sombra de los cuerpos.
Yo alcancé a tener una imagen como que fuera una sombra que ella viera de los cuerpos como en una pared interior, eso fue lo que busqué, pero ahí dice, quién llora y se desespera en el aire y ahí queda uno como en una realidad, como mandado de súbito a una realidad que sugiere, a mí me parece el afuera, algo que ella escucha, algo que ella escucha estando adentro. Ella escucha en su cabeza o escucha en su y es una belleza, porque no contesta la pregunta sino usa una palabra y le pone un punto, es que en el pódcast no están leyéndolo todavía, entonces dice: quién llora y se desespera en el aire y dice amor punto, amor, nombra al otro, amor, como si esa sola palabra fuera sujeto, predicado, verbo y es exaltada esa palabra y ahí sigue aparte, dice tú estás dormido, y entonces ahí uno entiende o tiene uno la imagen que este acto sexual, está hechura de amor ha terminado y él está dormido, cierto, y luego dice muy particularmente entre paréntesis porque es los únicos paréntesis que ella usa, es como alguna duda que a ella le entra, es como un pensamiento dentro de esa experiencia, como un algo que se le mete a ella y dice: sin darte prisa por salir de la noche; y sigue uno, o yo seguí en la locura, porque entendí como pasa que el hombre se duerme muchas veces después del acto y no tiene prisa, está inconsciente, estar dormido, es estar inconsciente, pero estar inconsciente es también estar dormido a lo de afuera, inconsciente de una realidad de la cual ella sí es consciente.
Ella no puede olvidarla, ni en esta circunstancia y dice mientras yo atajo lamentos de madres y niños, y sentí que ella estaba en una impresionante soledad en este momento, no solo por eso que dicen de que el hombre se duerme y uno no, sino porque él no es consciente de eso que ella sí, y sentí que ahí hablaba de esa incomunicación y de esa soledad enorme que ella siente frente a su conciencia de él y de lo que pasaba alrededor.
Paola: Muy potente. Bueno no, creo yo que frente a lo que han mencionado quiero irme por el lado de mencionar precisamente esa potencia de las aguas desbarrancadas, del mar que arrastra, pero al final es ella quien ataja, esas tres palabras y esa forma en la que nos ubican esa imagen poética y porque no hablar del orgasmo, cierto, justamente en medio de lo que hemos estado dialogando, precisamente como ese transitar de un momento de unas posiciones, de cómo cambia aquí, de cómo estoy yo ya en este momento y al finalizar cuando él se duerme, yo, sigo y ahora estoy bueno, permanezco consciente y no solamente con una conciencia estática, sino que además estoy en un actuar atajando esos lamentos de madres, y ahí me parece muy importante en relación a cómo ha sido su poética o cómo es su poética más bien, en cuanto a la maternidad y esta temática en sus otros poemas, y a su vez, pues termina con esto y de niños.
Entonces creo yo que cohesiona, o sea, es un poema, no diría yo hermético, pero que con sus tres estrofas logra ubicarnos en una imagen poética con unas palabras muy precisas, como decía yo hace un momento un trabajo de la palabra de ella como poeta, de ella como mujer en ese contexto, además de enunciarlo, estando ella ahí y leyéndolo yo ahora, por ejemplo, encontrarme en ello.
Juan: Estaba pensando en que ahorita hablábamos como de esas de esas noches concéntricas y claro, acá hay una noche más que es la noche de la inconsciencia, no, la noche de la ceguera, la noche de quien no se da cuenta lo que está ocurriendo a su alrededor, no, y que es muy interesante porque como que este poema yo siento que recoge de una manera muy impresionante unas búsquedas poéticas de ella en su en su obra, que es todo el trabajo alrededor del erotismo, pero también todo el trabajo alrededor del compromiso social y de la poesía social y me parece como tan sutil y tan hermoso como se encuentran aquí, no, que es como la pregunta sobre que al final era un poco Mari lo que tú decías, la soledad en el encuentro amoroso cuando yo me doy cuenta que esa otra persona no está en las mismas que yo no está mirando y nos está dando cuenta de lo mismo que yo me estoy dando cuenta y esa experiencia de soledad que queda ahí que es, pues muy desgarradora, no, es ese final del poema que pues que es tremendo y que se representa por como Pau, tú lo decías, no es poca cosa, sino los lamentos de madres y de niños, no, eso es lo que queda resonando al final nuestra imaginación, esos lamentos que ella ataja y nos preguntamos cómo ataja, no, que es súper, que quizás podemos como empezar a cerrar la conversar con esa pregunta y es 'cómo creen ustedes, que ella que ella considera que es que está atajando esos lamentos es es a través del amor o el acto sexual o es a través de su conciencia será que creen ustedes? Es una pregunta difícil, pero ¿Qué opinan?
María: Aquí no estamos respondiendo la verdad, estamos respondiendo lo que nos sucede y entendemos, pero justo hablando de eso, yo sí me has hecho asociar aún más porque leyendo algo de la vida de ella, ella nombraba que ella se casó dos veces, yo averigüé, tiene dos hijos pero de otra persona, bueno, pero ya nombra que se casó dos veces, el segundo es un amor que ella amó y ella dice que ella lamenta haberlo dejado, pero que tenía que hacerlo porque él era un hombre dedicado a la pintura, un pintor muy bueno, dedicado a la pintura y que estar con él representaba para ella dejar de ser lo que ella era y habla de eso mismo, o sea de que el otro y por ese momento histórico, si todavía están difícil para las mujeres que logremos ser con otro como nos dé la gana, entonces ella se va y dice siente nostalgia. Ella no se lamenta y dice que ella lo hizo por propia voluntad porque al quedarse con ese hombre hubiera representado no poder seguir y su militancia era la política, su primera, entonces ella necesitaba eso y si no le hubiera tocado quedarse con él.
Entonces pienso que esa decisión que ella toma es equivalente a la soledad que ella debe sentir en este poema, tanto por la conciencia del hombre con respecto a lo que ellas consciente del entorno como de la misma sexualidad, y pienso que tal vez respondiendo eso su manera de atajar es yéndose porque yéndose ella asegura ser escritora, asegura que podamos leer esto que ella escribe y asegura digamos su existencia política, ética, que pues lo que sabemos la poesía no cambia al mundo, pero testifica una circunstancia. Podría inventarme que es por ahí.
Paola: Bueno, yo me sumo a que no tengo tampoco, bueno, no estamos respondiendo más bien y me voy a precisamente a la forma en la que se titula, no, de la desilusión a la esperanza, creo yo que justamente en ese atajar que incluso ella evoca ahí en el estoy, y lo mencionaba hace un momento, estoy con otro que no está en sintonía, que no está atajando conmigo, pero aun así yo soy consciente de y es esa trayectoria de encontrarse con una desilusión, una desilusión que no nos es ajena porque a diario nos encontramos con ese otro que es un inconsciente frente a lo que está sucediendo, pero aún en la poesía creo yo que es el camino que ella hace, es donde encuentra esa esperanza, y quizás, pues es un invento, es justamente desde esa forma de versar la vida desde el lugar en la que ella se permite atajar esos es lamentos y pues eso lo ha pensado para el final, pero precisamente uno de sus últimos poemas, que es con mis versos saludo a las generaciones futuras, y es entenderse ella a sí misma en su rol y en su papel como mujer poeta en un país en el contexto en el que estaba y que llegaría a significar en el futuro para nosotras que estamos dando esos primeros pasos.
Juan: Súper lindo lo que dices Pau porque me hace pensar que, él quizás, el solo decir, el solo estar escribiendo, el solo permitir que nosotras estemos leyendo ahora esto es su forma de atajar también, como que está atajando esa injusticia al enunciarla, al hacerla visible, al mostrarnos que hay personas que no la ven.
María: Y la esperanza porque realmente tú no nombras o haces un foco sobre algo que es clave hasta que mucho es la desilusión, pero realmente el poema se llama de la desilusión a la esperanza. Ah, el libro. Ah sí es el libro en el cual está inscrito este poema.
Paola: Y quiero permitirme leer justamente un fragmento de la segunda estrofa del poema que se titula "el poema", en el que dice: una palabra es suficiente para amar la esperanza y hablar de ella tiene más importancia que el más bello pero intrascendente poema. Creo que ahí está.
Juan: Precioso, tremendo, tremendo final. No sé si quisieran decir algo más.
María: Gracias a ella, a ti y a ti.
Paola: Igualmente, gracias eternas como la palabra de ella.
Juan: Muchísimas gracias a las dos, no, no deja a mí de sorprenderme nunca definitivamente que en estos espacios como Mari lo decía el poema se sigue abriendo, no, uno lo lea la primera vez siente, uno lo lee la segunda vez, la tercera, la cuarta, lo empieza a desmenuzar y cuando uno lo ponen común, lo conversa con otras personas de repente se da cuenta cómo esta naturaleza prismática de los poemas que es una cosa tan bella.
A quienes nos escucharon durante todo este año les agradecemos mucho por conectarse con Poesía para la Vida. Esperamos que hayan aprendido tanto como nosotras acerca de las poetas latinoamericanas que exploramos. Si no han escuchado algún capítulo les invitamos a buscarlo, leímos Alfonsina Storni, Gabriela Mistral, Juana de Ibarbourou, Magda Portal, Cecilia Meireles, Norah Lange, Enriqueta Arvelo Larriva y con el capítulo de hoy a Clementina Suárez. Nos encontraremos de nuevo en el 2024 para seguir buscando juntas maravillas en la poesía escrita en Latinoamérica. Poesía para la Vida está disponible en www.biblored.gov.co, en nuestra sección BiblioRed pódcast, en Spotify, Google y Apple pódcast, así como en las demás plataformas de audio. Muchas gracias y nos encontramos en una próxima ocasión.
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