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Bibliotecas del Mundo, próxima parada: Estocolmo

Bibliotecas del Mundo, próxima parada: Estocolmo

Miércoles, Noviembre 18, 2020 - 07:55
Llega un nuevo ciclo de Bibliotecas del Mundo: 3 paradas y un círculo de conversación. El viaje continúa todos los sábados de 3:00 a 4:00 p.m.

Este sábado, 21 de noviembre, iniciamos un nuevo ciclo de Bibliotecas del mundo con tres nuevos destinos por visitar. La próxima parada será Estocolmo, en donde nos recibirá una ciudad en pleno otoño escandinavo. Daniel Forsman, director de la Biblioteca Pública de Estocolmo, nos contará acerca del sistema de Bibliotecas Públicas de Estocolmo, la relación entre el libro impreso y las colecciones digitales y la alfabetización informacional.

Este programa de la Escuela de Mediadores tiene como propósito abrir diálogos entre bibliotecarios de diversos lugares del mundo. El guía de nuestro viaje es Juan Camilo Tobón Cossio, bibliotecario de BibloRed. Cada parada es una conversación con bibliotecarios del mundo quienes nos permiten conocer sus procesos bibliotecarios locales y sus apuestas en el campo de las bibliotecas públicas.

Luego de este recorrido de tres paradas nos encontramos en la plataforma zoom para participar en un nuevo círculo de conversación, pensado para conocernos entre viajeros y reflexionar juntos acerca de las experiencias presentadas con el programa, en diálogo con los procesos locales. Acompáñanos en este nuevo recorrido todos los sábados de 3:00 a 4:00 pm, a través del canal de YouTube de BibloRed

Primera parada: 21 de noviembre 

Segunda parada: 28 de noviembre 

Tercera parada: 5 de diciembre 

Círculo de conversación: 12 de diciembre por la plataforma zoom. 

Aquí puedes encontrar más información de los programas del primer ciclo: ‘Bibliotecas del mundo, las bibliotecas públicas narradas desde adentro’.

Tolerancia, armonía en la diferencia

Tolerancia, armonía en la diferencia

Viernes, Enero 8, 2021 - 10:53
Cada vez son menos los espacios en los que la diversidad no ha dejado su huella, una huella que nos invita a reconocer la riqueza y el valor del otro. Este mes, Efemérides BibloRed celebra la tolerancia y la armonía en la diferencia 

En la primera mitad de la década de 1990 los conflictos armados interétnicos acapararon la atención del mundo entero. En los Balcanes, luego de la disolución de Yugoslavia, el nacionalismo extremo llevó a la región a una guerra de más de tres años que resultó con la muerte de cerca de 100 mil personas —la mayoría bosnios musulmanes— y el desplazamiento de 1,8 millones de refugiados. En Ruanda, el régimen nacionalista Hutu fue responsable del genocidio del 70% de la etnia Tutsi. En tan solo cuatro meses asesinaron entre 500 mil y un millón de personas, y violaron entre 250 y 500 mil mujeres.

Al mismo tiempo, en Colombia, vivimos lo que para muchos fue la década más violenta del siglo XX por cuenta del conflicto armado y el narcotráfico. En 1991 la tasa fue de 86 homicidios por cada 100 mil habitantes (más de 28 mil personas asesinadas solo en ese año) y fuimos el país que más registró masacres; el país más violento de este hemisferio. 

Ante tal panorama, en 1995 la ONU declaró el 16 de noviembre como el Día Internacional de la Tolerancia, una iniciativa que desde entonces ha buscado que las personas y los países entiendan que la diversidad «de religiones, culturas, lenguas y etnias no debe ser motivo de conflicto sino una riqueza valorada por todos». Con este objetivo, la organización promueve la lucha contra la intolerancia a través de la educación, de un marco legal sólido contra la discriminación, de la toma de conciencia ciudadana y de la implementación de soluciones locales basadas en la no violencia.

Hoy, un cuarto de siglo más tarde, queremos creer que el mundo es un poco más tolerante o, como mínimo, menos propenso al extremismo y la violencia. Entre 2012 y 2016 Colombia logró un significativo avance con el acuerdo de paz firmado con las FARC; y en todo el mundo se han multiplicado las organizaciones que movilizan a miles de personas en torno a causas humanitarias de distinta índole. 

Por eso, en BibloRed dedicaremos todo el mes de noviembre a personajes, organizaciones e iniciativas que promueven la tolerancia y la diversidad en su máxima expresión. Y queremos que nuestros usuarios se unan y aprovechen nuestras plataformas para visibilizar personas y agrupaciones que, desde sus comunidades, fomentan el entendimiento y la tolerancia entre la ciudadanía.  

Te invitamos a escuchar nuestro podcast:

Disponible también en las plataformas Deezer, Spotify y Google podcast

Recomendados de nuestras bibliotecas

RUSSELL, Bertrand. Conversaciones con Bertrand Russell. Primera edición. Madrid: Tecnos 2017.

GANDHI, Mahatma. Autobiografía: la historia de mis experimentos con la verdad. Primera edición. Bogotá: Embajada de la India en la República de Colombia 2007. 

TODOROV, Tzvetan. Insumisos. Primera edición. Barcelona: Galaxia Gutemberg 2016. 

MANDELA, Nelson Rolihlahla. El largo camino hacia la libertad: la autobiografía de Nelson Mandela. Bogotá: Aguilar 2011.

TAN, Shaun. Emigrantes. Albolete, España: Barbara Fiore 2007.
 

Recomendados de la Biblioteca Digital de Bogotá

BUITRAGO, Jairo y YOCKTENG, Rafael. Eloísa y los bichos. Bogotá: Babel Libros, 2009. Leer acá.

GALEANO, Eduardo. Patas arriba. Madrid: Siglo XXI de España, 2009. Leer aquí.

4ta Versión Concurso de Cuento Corto - Biblioteca Cárcel Distrital

4ta Versión Concurso de Cuento Corto - Biblioteca Cárcel Distrital

Domingo, Noviembre 15, 2020 - 12:22
La imaginación y la sensibilidad para escribir se tomaron los días de 50 privados de la libertad en la Biblioteca Cárcel Distrital; participantes de la 4ta Versión del Concurso de Cuento Corto, que en esta ocasión tuvo como temática: Cicatrices

En la Biblioteca Cárcel Distrital, perteneciente a BibloRed, las letras y los libros están presentes en el día a día de la población privada de la libertad, estos hombres y mujeres participan en las actividades que se planean dentro de una estrategia que le apunta a su crecimiento personal desde la generación de gustos y pasiones por la literatura, la escritura y la oralidad, en un mundo donde el cuento, la poesía y otros géneros, permiten que su tiempo en la cárcel sea aprovechado para imaginar historias y contarlas, conocer y aprender la cultura, y fortalecer su proceso de resocialización.

El Concurso de Cuento Corto ha contado, durante sus 4 versiones, con la participación de decenas de privados de la libertad; en el 2020 su realización se dio dentro de la temática Cicatrices, permitiendo que cada participante exprese dentro de sus letras lo que esta palabra y toda su connotación, significa para sus vidas y experiencias; cabe recordar que esta versión se dio durante un contexto aún más complejo del que ya viven, en un periodo de aislamiento donde las visitas de familiares están restringidas para esta población. 

El próximo viernes 20 de noviembre tendrá lugar la premiación de los ganadores de esta 4ta versión, en un acto apoyado por BibloRed, la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte, y la Secretaría de Seguridad, Convivencia y Justicia, donde se reconocerán los mejores cuentos y se socializarán otras iniciativas que se están desarrollando desde la Biblioteca en conjunto con los privados de la libertad y guardias del recinto.

En cuanto a la premiación, los participantes ya tuvieron un almuerzo de agradecimiento y primer reconocimiento por ser parte del concurso, reunión que se desarrolló de una manera muy diferente a lo que normalmente se vive en la cárcel, pues contaban con cubiertos de metal y utensilios de vidrio, elementos que por seguridad son de plástico en el día a día del recinto; también dentro de los premios, los ganadores recibirán libros por parte de BibloRed, bonos que serán entregados a sus familiares y el más significativo, una felicitación con copia a sus hojas de vida, mención de gran valor para la evaluación de sus procesos de resocialización. 

Este tipo de actividades incentivan la lectura en espacios que por su naturaleza son difíciles, con el esparcimiento y el desarrollo de habilidades creativas se apoyan los procesos de convivencia entre esta población. Conoce a continuación la narración de dos de los cuentos participantes. 

Dolor en el alma: Cicatriz en el alma:

Lecturas, música y diversión: Leer para la vida al barrio

Lecturas, música y diversión: Leer para la vida al barrio

Viernes, Noviembre 13, 2020 - 17:03
Con una agenda cultural de calidad, invitamos a vecinos y amigos de las localidades de La Candelaria, Antonio Nariño, Puente Aranda, La Victoria y Rafael Uribe, a disfrutar de nuestras actividades este 18, 21, 25 y 28 de noviembre

En esta nueva normalidad y bajo todas las medidas de bioseguridad, llegamos a tu localidad con nuestras actividades y servicios, para que disfrutes de una nutrida programación llena de lecturas, música, poesía, talleres, exposiciones y danza, entre otras actividades, de la mano de nuestro BibloMóvil y funcionarios y promotores de las bibliotecas públicas Restrepo, La Peña, Puente Aranda, La Victoria y Rafael Uribe, quienes en un esfuerzo aunado con sus localidades, tienen la oportunidad de ofrecer una nutrida agenda de actividades para el disfrute de todos.

¡No pierdas la oportunidad de participar! por eso, te invitamos a conocer nuestra agenda para que te programes desde ya:

Este Miércoles 18 de noviembre de 1:00 p.m. a 4:00 p.m. estaremos en la localidad de La Candelaria, exactamente en la Iglesia del barrio Egipto ubicada en la  Cra. 4 Este #10-02 [Vía de acceso: Avenida Circunvalar sentido sur - norte].

En esta jornada tendrás la oportunidad de participar en talleres artísticos y de promoción de lectura alrededor del territorio, además, se llevará a cabo un torneo de escritura en máquina de escribir; podrás disfrutar de una la presentación de Músicos al Barrio, entrega de material de Libro al Viento y disfrutar de los productos del mercado campesino.

El Sábado 21 de noviembre de 1:00 p.m. a 5:00 p.m. estaremos presentes en el Parque Villa Mayor Dg. 32 Sur #3-41 de la localidad Antonio Nariño. ¡Con una agenda que no te puedes perder!

1:00 p.m. a 1:10 p.m. 
Te invitamos a la presentación del proyecto Vanguardias ecológicas y a participar de la convocatoria para el apoyo del proyecto Huerta Fihizca Amuy. (10 min)

1:00 p.m. a 1:45 p.m. Experiencia escénica QUYCA
Te invitamos a conocer la travesía de una Niña Viajera que se encuentra con un portal capaz de transportarla a distintos territorios personificados en Fiba, Bahaoa y Gúa, con quienes juega y baila. Dentro de su maleta guarda un mapamundi para orientarse y saber a dónde llegar, unas gafas para visualizar mejor sus recorridos, y los regalos que recibe de cada territorio.
Esta presentación estará a cargo del programa NIDOS de Idartes.

1:45-2:15p.m
No te pierdas la presentación musical a cargo de la agrupación de la Biblioteca Pública Carlos E. Restrepo, Fihizca Amuy.

2:15-2:45 p.m.
Taller de Origami: Colores y cantos que se pierden entre los árboles.

¿Qué clases de aves conoces? ¿Cuáles son las aves que más te gusta admirar? Ven y descubre un ave originaria del Japón.

Te invitamos a disfrutar de una tarde de lectura y creación de aves en origami. Vamos a conocer  la historia de la grulla y disfrutar de la lectura en voz alta del cuento El inventor de pájaros de Ximo Abadía, luego realizaremos un ave (grulla) en la técnica del origami.

2:45 p.m. - 3:15 p.m.
Vamos a conectarnos con las notas musicales de un recital de violín de paisajes sonoros colombianos: De Agua, viento y verdor.

3:15 p.m. -3:45 p.m.
Seguimos con música, esta vez con la presentación artística del cantautor bogotano Dante. 

3:45 p.m. -4:15 p.m.
Si te gusta el rap, las bicis y las acrobacias, esta actividad es para ti. Disfrutemos juntos de una exhibición de acrobacias en bicicleta con el colectivo Mountain Bikers y la presentación de RAP a cargo del cantautor MCLITOS.

4:15 p.m. -5:00 p.m Para el cierre de esta jornada tendremos actividades que invitan a la reflexión.

Actividad de pranayama: evocando los paisajes interiores y siembra simbólica.
Lectura Huellas verdes: Canto por la Tierra y la vida- Lectura del libro de Violeta Parra.

¿Sabes cuántos tipos de tarot existen y cuál es el origen de ellos? ¿Qué nos dice el azar y la literatura hoy del territorio? hablemos de naturaleza y azar, muerte e imaginarios colectivos, seres sobrenaturales, literatura y esoterismo. 

El miércoles 25 de noviembre de 10:30 a.m. -12:30 p.m. te esperamos en el CAT, ubicado en la Cra. 35 # 10-77 de la localidad de Puente Aranda, donde realizaremos un taller de animación de lectura a partir de coplas, usando instrumentos.

También disfrutaremos de la presentación musical de cuerdas, ritmo y percusión, a cargo de Eder Daviani y una actividad física a cargo del IDRD.

Para el cierre de las actividades de la estrategia Leer para la vida al barrio del mes de noviembre, te esperamos el sábado 28 de 10:00 a.m. a 12:00 m. en la Bahía parqueadero del CDC La Victoria ubicado en Calle 37 Bis B Sur No. 2-81 Este.

En este espacio disfrutaremos de las siguientes actividades:

Presentación musical a cargo de Canto de agua, grupo local (dueto) que interpreta acordes tradicionales del altiplano cundiboyacense. Vientos, percusión, guitarra electroacústica y acústica, darán inicio a esta jornada.

Teatro de sombras: El pájaro de mil cantos

Disfrutemos en familia en busca del rastro de un misterioso pájaro capaz de imitar a todas las otras aves.

Recital: Poesía para la vida: La música y la voz de usuarios y mediadores de BibloRed, se alinearán para transmitir la esencia de grandes poetas que se inspiraron en la mujer. En conmemoración del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, realizaremos este pequeño homenaje poético. ¡No te lo pierdas!

Durante la jornada podrás visitar la exposición fotográfica: Las mujeres de La Victoria.

Esta jornada inicial la cerraremos con los Tambores de la Bodega de Artistas Populares BAP y la presentación de la agrupación folclórica Aprendices, Música del Caribe colombiano.


A las 2:00 p.m. nos trasladamos a la Bahía parqueadero de la Biblioteca Pública Rafael Uribe Uribe en la Calle 31G sur # 13A-25, donde disfrutaremos de la siguiente programación:

2:00 p.m. - 3:00 p.m.
Ritmos Afro y poemas: lectura de poesía a cargo de los escritores Mary Grueso y Gustavo Bohórquez.

3:00 p.m. - 4:00 p.m.
Disfrutaremos de una presentación musical de Hip-Hop

4:00 a 5:00 p.m.
El cierre de esta jornada será a través de la experiencia musical Natulunática. Som-som, el lagarto imprudente desconoce la importancia de la presencia de la luna en la tierra, generando así una discusión entre estos dos que hace que la luna se vaya. El Sol y El Colibrí Coliberto, deben emprender un viaje con el lagarto por medio de canciones y baile para recuperar la luz de dicho satélite natural y así no perder sus cultivos. Esta actividad estará a cargo de de Nidos de Idartes.

 

 No te pierdas el Compartir de Saberes: Rodando por Bogotá

No te pierdas el Compartir de Saberes: Rodando por Bogotá

Jueves, Noviembre 12, 2020 - 12:02
Te invitamos a este segundo compartir de saberes, para que exploremos juntos diferentes visiones frente a la “bici” y su influencia en la transformación urbana

En esta sesión vamos a explorar los diversos caminos que ha propiciado la “bici” en la transformación de las calles, la cual ha generado una revolución actual en la movilidad y en la infraestructura de las ciudades, adaptándose a las necesidades de los ciclistas y dándole un nuevo aire al planeta.  

Compartiremos visiones acerca de los principales cambios que ha tenido la infraestructura de Bogotá a lo largo del tiempo, para facilitar la movilidad en bicicleta e imaginar la ciudad del futuro para los biciusuarios. 

Te invitamos a este compartir de saberes, para que exploremos nuevas preguntas en torno a la tecnología e innovación aplicada a la movilidad urbana de la mano de María Alejandra García Villamizar, quien se dedica al diseño, formulación y ejecución de proyectos de construcción y en la ingeniería de transporte. La cita es este martes 17 de noviembre a las 4:00 p.m. en nuestro canal de YouTube

Invitación al viaje: leer en la ciudad de México

Invitación al viaje: leer en la ciudad de México

Jueves, Noviembre 12, 2020 - 10:46
En un nuevo capítulo de Bibliotecas comunitarias de América Latina, nos trasladaremos a México para conversar sobre los Libro Clubes, un programa y una red de fomento a la lectura con una larga y gran historia por contar. ¡Te esperamos!

En el programa virtual Bibliotecas comunitarias de América Latina, BibloRed te ha llevado a conocer algunas redes de bibliotecas destacadas en la región. Iniciamos el recorrido por Perú para aproximarnos a ese gran tejido de palabras, tierra y comunidad que es la Red de Bibliotecas Rurales de Cajamarca; luego viajamos a Brasil y nos maravillamos con la fuerza y organización de su Red Nacional de Bibliotecas Comunitarias. 

En un nuevo capítulo, nos trasladaremos a México para conversar sobre los Libro Clubes, un programa y una red de fomento a la lectura con una larga y gran historia por contar: una historia de lectura en espacios poco usuales, de mediadores que de manera voluntaria han elegido vincular los libros con las personas, de diálogos entre el Estado y las comunidades. 

¡Y qué mejor que una de sus bibliotecarias para guiarnos en el viaje! Iremos de la mano de Merlina Olivares Castillo, quien nos contará sobre los programas de fomento y promoción de la lectura en México; las características de la red de libro clubes: qué es, cómo funciona, quiénes la conforman, cuáles son sus propósitos y apuestas. También nos compartirá algunas reflexiones sobre el sentido de promover la lectura en espacios poco usuales y sobre las relaciones entre Estado y comunidad que supone esta experiencia. La anfitriona de la conversación será Laura Acero, cofundadora de la biblioteca itinerante y comunitaria Biblocarrito R4. 

Te invitamos a consultar los capítulos anteriores y a acompañarnos al nuevo capítulo este lunes 16 de noviembre de 5:00 p.m. a 6:30 p.m. a través de nuestro canal de Youtube

Accede a los anteriores capítulos en los siguientes enlaces: 

Episodio 1. Bibliotecas comunitarias de América Latina: Perú

Episodio 2. Bibliotecas comunitarias de América Latina (Brasil)

 

Bibliotecas del mundo: primer círculo de conversación

Bibliotecas del mundo: primer círculo de conversación

Jueves, Noviembre 12, 2020 - 10:10
Luego de viajar por Barcelona, Helsinki y Guatemala, es momento de hacer una pausa en nuestro recorrido por las bibliotecas del mundo. Una oportunidad para conversar con otros viajeros, y compartir los asombros y preguntas que nos ha dejado cada parada

El viaje renueva nuestra manera de pensar: nos reafirma y a la vez nos cuestiona. Este círculo nos permitirá conversar sobre lo que hemos aprendido de otras experiencias bibliotecarias para enriquecer las propias. También será un espacio para hablar sobre esas bibliotecas del mundo que nos gustaría visitar en próximos episodios del programa. 

Los esperamos este sábado a las 3:00 p.m. en este enlace de la plataforma Zoom: https://zoom.us/j/96072092664 No se requiere inscripción previa para participar. 

Si quieres asistir, pero no has visto todos los capítulos del programa, te invitamos a hacerlo en estos enlaces: 

Episodio 1. Bibliotecas de Barcelona 

Episodio 2. Biblioteca Oodi, Helsinki, Finlandia

Episodio 3. Bibliotecas de Guatemala 

Si quieres profundizar en las experiencias abordadas en el programa, puedes consultar estos recursos: 

Bibliotecas de Barcelona 10 años +. Nuevos retos, nuevas oportunidades 

Oodi, una biblioteca para la nación más alfabetizada del mundo

El estado de las bibliotecas en Guatemala (2019) 

Te esperamos para hacer de “Bibliotecas del mundo” una experiencia de aprendizaje colectivo. 

camilo

“La cárcel es una gran maestra de la espera”

Viernes, Enero 8, 2021 - 11:01
El trabajo dentro de los espacios de privación de libertad puede llegar a ser un mundo ajeno. Te invitamos a conocer la historia de Camilo Igua y su labor en la Cárcel Distrital

Escrito por: Oscar Mauricio Suárez

Camilo Igua es un filósofo bogotano y hace parte del equipo de profesionales en Alfabetización Inicial con los que cuenta BibloRed en el Centro Aprende. Ha trabajado por más de 5 años en este ejercicio de mediación en espacios de privación de libertad, como lo es  la Biblioteca de la Cárcel Distrital. Hoy, nos cuenta su historia. 

Cuéntenos un poco sobre su formación… 

Soy Bogotano, vivo aquí y así seguiré hasta buscar un clima parecido. Sufro de calor y ya estoy habituado (risas). Estudié Filosofía y luego hice una Maestría en Desarrollo Educativo y Social.

¿Y a nivel laboral?

Trabajos he tenido varios. La mayoría se fueron decantando por la pedagogía en diferentes ámbitos y las relaciones de ella con algunos lenguajes artísticos, particularmente la literatura y por eso en su momento he llegado a pensar y organizar con diferentes poblaciones procesos de escritura creativa, lo que en BibloRed se llama “Promoción de lectura”. 

Desde mi lugar profesional ha habido un escenario muy reiterado en mi formación que ha sido el trabajo en cárceles. Ese proceso laboral inició en el 2014, como una preocupación personal, de reflexión. Recuerdo la primera ocasión que ingresé a una cárcel que fue en el 2013, y ya han sido 7 años de trabajo para mí. 

¿Cómo fue esa primera experiencia dentro de una cárcel? Y en relación a los  procesos de mediación en estos espacios, ¿Cómo inició todo? 

Tengo una versión poética que he contado mucho sobre la decisión de trabajar en las cárceles: un libro que leí en un contexto muy particular, y que se ha vuelto una de las lecturas que me ha acompañado por mucho tiempo. 

No recuerdo exactamente la fecha de fallecimiento de mi abuelo paterno, pero sí recuerdo mucho que cuando él falleció, teníamos una costumbre familiar: y es que el año nuevo, que es la fecha pactada para pasarla con la familia de mi papá, había una sencilla costumbre, donde mi abuelo, un hombre sencillo, humilde de Boyacá, leía unas palabras al iniciar el año nuevo. 

Ese era el primer año donde él no podía hacerlo. Había una tensión particular en el aire, rara. Mi padre estaba profundamente entristecido...y bueno, la solución es el libro para mí. Recuerdo que tomé un libro de la biblioteca de mi papá y me senté en su escritorio a pasar el tiempo hasta que fueran las 12. Y curiosamente el libro que tomé azarosamente de la biblioteca de mi papá fue un libro muy poco conocido en Colombia, pero fue Premio Editorial Planeta, como el segundo autor latinoamericano que ha ganado este premio. Se llama “La Cárcel”, una novela escrita en forma de diario por el escritor santandereano Jesús Zarate. Una novela fascinante, que me devoré casi la mitad y me ayudó mucho a tramitar la situación difícil que describí y particularmente desde ahí me generó un interés muy hondo por el espacio carcelario, porque la novela tiene pocos lugares descritos. 

En la novela, la historia transcurre en una celda donde hay cuatro hombres que conversan todo el tiempo, donde hay pocas acciones fuera de ella. El resto de la novela transcurre en la celda. En la capacidad profunda de observación de un escritor que nunca pasó por este lugar, Jesús Zárate nunca pasó por una cárcel. Así que esa ficción que Zárate recreó, fundó para mí el interés en las cárceles, y luego empezó una tarea muy particular que fue buscar la manera de estar en este espacio. 

¿Qué hizo para lograr cumplir con esa tarea?

Empecé a buscar información sobre  “Libertad bajo palabra”,  un programa del Ministerio de Cultura, el programa más antiguo de promoción de escrituras creativas en cárceles que tiene el país. Recuerdo haberle escrito a su creador, que es José Zuleta, uno de los hijos de Estanislao Zuleta, en Cali. Y él me referenció a otra persona aquí en Bogotá, que era uno de los encargados de los talleres que este programa realiza, y lo que me dejaron claro desde el principio fue que no había un espacio, una localidad libre dentro de los procesos que se hacían en Bogotá para poder articularlo… Así inició una tarea de espera. La cárcel es una gran maestra de la espera.

Cada tanto les escribía tanto a José Zuleta como a Victor Manuel Mejía, que es un cronista y periodista. Les escribía, les insistía un poco queriendo estar en este espacio. Incluso si fuese gratis, no buscaba remuneración alguna, quería estar ahí para entender el proceso. Pasar mis días en la comprensión y en la práctica de la lectura dentro de este espacio. 

Recuerdo un día particular, en el que estaba en un proceso de formación en Derechos Humanos a niños en el barrio San Cristobal Norte, y recibo una llamada de Victor Manuel Mejía después de un año largo. Esto fue en el 2014. Y Victor me dice que se creó otro programa muy parecido al de Libertad bajo palabra para trabajar específicamente en cárceles del modelo de Justicia y Paz que se implementó a final del gobierno de Uribe y comienzo del gobierno de Santos. en las falsas desmovilizaciones de las AUC y también en las desmovilizaciones que provocaron en las filas de la guerrilla de las FARC, y me dice que la cárcel de Chiquinquirá se había convertido en una cárcel de Justicia y Paz, y que había que hacer un proyecto de escritura allá porque era uno de los marcos que la justicia restaurativa permitía, es decir, ofrecer a las personas privadas de la libertad la posibilidad de redimir pena a través de la escritura, de la literatura. 

Básicamente nadie quería ir allá, y me dijo que si yo tenía interés me ofrecía empezar por ahí, pero tenía que ir a Chiquinquirá por cuenta propia, costear el transporte y todo esto... y bueno, accedí. Y así empezó un periplo curioso de mi vida,  que ha sido viajar por cárceles en Colombia.  Por este tipo de procesos he tenido que recorrer por años las cárceles del país: en Boyacá, en el Meta...y también por gusto propio, buscando otras articulaciones y acciones derivadas de otros procesos. 

¿Cómo fue su llegada a BibloRed?

Llegué por otras razones. En su momento, las instituciones públicas estaban tratando de llevar a cabo un ejercicio coordinado que fundó un comité de reflexión sobre procesos de alfabetización en Bogotá. Y viendo que la alfabetización era un problema relevante para la ciudad y transversal, es decir, que le interesaba a muchas instituciones de lo público, como a la Secretaría de Educación, de Cultura y a la Red de Bibliotecas, este interés derivó para las bibliotecas puntualmente, en la intención de crear una sala especializada en procesos de alfabetización para la ciudad, que hoy está en la Biblioteca Gabriel García Márquez - El Tunal. 

El Centro Aprende, que es el nombre de este proyecto, derivó en la necesidad de construir una propuesta alrededor de procesos de alfabetización. Esa propuesta la construye la actual líder de la Escuela de Mediadores que es María Fernanda Silva.

María Fernanda deriva en su propuesta la necesidad de tener a tres profesionales encargados de tres procesos puntuales, propios de la misionalidad del Centro Aprende. Yo fui contratado para una de las acciones o sublíneas conocida como la  alfabetización inicial. Y la razón de ellos, es porque durante muchos años yo he trabajado en procesos de educación comunitaria que involucraron en su momento construir una reflexión, unos proyectos relacionados con la alfabetización inicial, con el enseñar a leer y escribir a personas adultas. Así fue que llegué al Centro Aprende, hacia finales del 2018, en el mes de octubre de ese año.

¿Qué similitudes y diferencias encuentra entre lo que ha realizado para la Biblioteca de la Cárcel Distrital, con respecto a otros espacios de privación de libertad en los que ha estado?

Podría citar muchos, pero voy a concentrarlos en una diferencia que yo considero crucial: mi presencia en los otros procesos que se hacen con el Ministerio de Cultura, por ejemplo, en los que se hacen en el marco también de las acciones propias en otras organizaciones de las que hago parte en la actualidad...digamos que la posibilidad propia de estar en la Cárcel Distrital, era hacer intervenciones esporádicas, concretas, limitadas por la propia naturaleza de la Cárcel. El hermetismo de la Cárcel, la dificultad de poder abrirlo y entenderlo como un espacio de lo público y del ejercicio de la ciudadanía, y que la Cárcel sea un escenario cerrado, hermético. Entonces lo que se lograba gestionar para estar dentro era unas intervenciones concretas, de - máximo - algunos meses, que lo llevaban a esforzarse enormemente por consolidar ese proceso durante ese tiempo, pero un proceso que culminaba ahí. 

Una vez culminado el tiempo que iba a estar, pues la tarea se hacía afuera: de volver a insistir para volver a entrar, volver a construir el marco, reflexionar sobre lo hecho para tratar de construir una propuesta nueva en torno a ese ejercicio, y volver a tocar las puertas para ver si lograbamos volver a reiniciar el proceso, y también esta situación - creo yo - nota la ausencia propia de un campo que estaba emergiendo, que no se proponía todavía estas reflexiones. Hacía que básicamente se entendiera como natural, que cualquier proceso de este talante durara apenas unos meses y luego hasta el otro año volver a entrar. 

¿Por qué creé que sucede esta falta de continuidad en los procesos de mediación de lectura y escritura como en este caso? 

Porque si hay algo que estos procesos han obviado en la reflexión, pero insisto, a veces obviarlo no es de mala intención, sino de que la experiencia y la práctica le va produciendo un saber que tarda en consolidarse. Una vez terminados estos procesos, la cuestión es cómo continuarlos, cómo articularlos a otras intenciones, articularlos con el afuera, con esa reflexión para la ciudad misma de lo que implican estas experiencias. La Cárcel Distrital y el proyecto bibliotecario tiene otro talante. Tiene un talante de proyecto, que seguramente se ha enfrentado a muchas de estas dificultades. Es una particularidad que la Cárcel Distrital sea la única a cargo de una entidad distinta al INPEC, y casi que es un espacio -con todas las dificultades - pequeño. Una entidad encargada de una única cárcel. Creo que esta naturaleza particular, de ser un proyecto con cierto nivel, no tan descomunal, le ha permitido a la Cárcel Distrital convertirse en un proyecto que tiene tiempo de proponerse algunas reflexiones, algunos ensayos, algunas propuestas piloto de ejercicios como el propio proyecto bibliotecario que tiene lugar allí: la primera biblioteca pública en un espacio de privación de libertad, precisamente por el carácter no tan gigantesco del proyecto en este espacio. Casi que se ha vuelto un observatorio de manera natural de diferentes acciones y procesos. 

Naturalmente con todas las limitaciones, la Cárcel Distrital tiene muchas mayores disposiciones para que actores externos a la cárcel, al personal de guardia, a los funcionarios de la Secretaría de Seguridad, Convivencia y Justicia, puedan entrar a participar en este espacio, de este laboratorio de lo público, que se ha convertido la Biblioteca de la Cárcel. 

Aparte de lo anteriormente mencionado, ¿qué otros aspectos ha visto de diferentes dentro de la Cárcel Distrital en relación con otros espacios de privación de libertad? 

Yo recuerdo que la cárcel misma ha hecho esfuerzos sustanciales para oponerse a someter a las personas privadas de la libertad a las condiciones de hacinamiento en las que han vivido y viven hoy cientos de miles de personas en las cárceles bajo la batuta del INPEC. Y es una oposición en la que el director de la cárcel se ha opuesto a traslados...Han hecho un ejercicio de resistencia desde las instancias burocráticas, por decirlo de alguna forma, que ha permitido que la Cárcel Distrital mantenga unas condiciones que posibilitan ciertos ejercicios de observación, de ensayo, que luego se vuelven casi que proyectos de investigación. Creo que este talante de una mayor apertura, al menos dentro de la Biblioteca de la Cárcel Distrital, es convertir este centro en un espacio de unas aperturas para el ejercicio de la ciudadanía, y para que la noción de lo público se amplíe. Creo que ese es un carácter que yo no he encontrado en ningún otro espacio de privación de libertad, y eso es lo que me lleva por ejemplo, a poder estar hoy, una o más veces a la semana, todas las semanas, de Febrero a Diciembre, en una cárcel de manera ininterrumpida. Creo que solo así uno también puede plantearse unos procesos que trascienden, determinados alcances, con sus limitaciones que el ejercicio de la mediación de la lectura, la escritura y la oralidad en los espacios de privación de la libertad tienen hoy en otros escenarios. Creo que esa es una buena manera de tratar de limitar mis reflexiones al respecto. 

¿Cuál ha sido la mayor satisfacción de su trabajo con las Personas Privadas de la Libertad, en el contexto que ha estado en estos últimos años?

Creo que sin duda han sido más los sinsabores que las satisfacciones. Porque si hay algo que la cárcel le recuerda a uno, que con frecuencia los ejercicios de mediación de lectura, escritura y oralidad han olvidado, es que la lectura, la escritura y la oralidad están asociados a una materialidad, es decir, estar articulados con la vida social, y a veces esta noción se nos pierde por apuestas estéticas que han abandonado lo político de lo estético. 

Nos parecen bien algunas implicaciones o incidencias dentro de las construcciones subjetivas de los sujetos que son las Personas Privadas de la Libertad. Es decir: a veces yo me siento dentro de las cárceles como un sujeto que le está contando a otra persona todo lo que él conoce por sus privilegios, todo lo que yo conozco por mis privilegios. Que me ha posibilitado conocer un sinfín de referentes y de cosas, frente a otras ciudadanías muy restringidas, que a duras penas conocen algunos aspectos minúsculos del ejercicio de la ciudadanía, casi reducidos a un estado de supervivencia, para los cuales ciertas cosas que nosotros hemos naturalizado por ejemplo la promoción de lectura y el ejercicio de ejercer la ciudadanía desde el lugar que les ofrecemos, pues, hemos olvidado. Entonces yo me siento así, es decir: como hablándole a la gente de un poconon de cosas que yo conozco, pero que he podido conocer por mis privilegios, y hablando con ellos y tratando de posibilitar algunas reflexiones. Creo que la posibilidad de ampliar las visiones de mundo es una tarea que tiene un nivel de lo poético también. Como otros pueden descubrir que existe una manera de estar en la existencia, que no está limitada únicamente a las 3 o 4 acciones de supervivencia que muchos de ellos conocen de manera restrictiva, no conocen otra cosa. 

Que realmente uno puede plantearse en la vida ejercer algunos lugares tan extraños como el ser artista, como el ser escritor, y un poco menos extraños pero igualmente extraños como el ser promotor, el ser auxiliar, el ser coordinador de sala...O sea, ellos y ellas siempre se sorprenden de que haya gente dedicada a estos oficios y que les paguen...Hacer esa tarea como de amplitud del ejercicio de la ciudadanía me ha parecido siempre muy poderosa en muchos ámbitos. 

Pero luego viene el lado B de esto que es muy problemático, y que es sin duda el marco de la reflexión en el que estoy hoy: y es ¿dónde queda la materialidad en todo esto? Es decir: que hace la promoción de lectura en ciertos sentidos, cómo reflexiona la escritura creativa y la mediación de lectura y escritura por una materialidad de la lectura. Es decir, por personas que a las cuales les pedimos leer pero no tienen que comer, les pedimos leer pero la vida en libertad cuando la recobran, vuelve a tener los mismos marcos restrictivos que ya conocíamos, y fácilmente afirmamos que simplemente ellos son los que no quieren ejercer los derechos culturales. Y pues tenemos este enorme problema: de que la materialidad de la lectura ha quedado de lado y la promoción se quedó en una reflexión muy moderna. del juicio del gusto casi... Pero nos falta un camino por la construcción de la materialidad, de las acciones que desde la Biblioteca gestamos o desde la promoción de la lectura y la escritura, que es la tarea a pensar, ¿no? Cómo hacemos que la lectura y la escritura de alguna manera insidan de manera pensada en la materialidad de la vida social y de la materialidad de los sujetos que están allí, es una tarea enorme que todavía no hemos pensado de una manera juiciosa. Y los proyectos que se gestan desde las bibliotecas y desde los otros espacios de promoción de lectura tampoco lo hacen. Tienen algunas intuiciones y han empezado a emerger algunas acciones desde ellas y desde ellos orientadas a este propósito, pero estamos en un camino y en un momento particularmente problemático -para mi-de las acciones que la mediación a la lectura y escritura se hacen en muchos ámbitos de la vida social, incluyendo las bibliotecas públicas. 

Para terminar, ¿Qué le diría a las personas del común sobre ese concepto o prejuicio que tienen sobre las personas que están privadas de la libertad?

Siempre he tenido la intuición de que lo que habría que volcar a las cárceles es un ejercicio de lo público y de lo ciudadano masivo, o sea, volcarnos hacia esos escenarios para terminar aboliendolos. Esa es mi postura reciente, en una madurez de hace unos años que le da la práctica. 

En eso tiene que tener cabida el diálogo con los ciudadanos y ciudadanas que incluso no tiene que tener un interés por los espacios de privación de libertad. Yo lo que le reitero a las personas es que, pensar la cárcel no es pensar únicamente en esas vidas atrapadas dentro de la cárcel, sino es pensar en el propio orden del mundo. Lo que no queremos saber, conocer, es una herencia de la cultura. ¿Por qué no queremos conocer sobre estos espacios? ¿Qué es lo que pasa ahí que no queremos conocer o que no quieren que veamos? Y ese mismo régimen que se aplica sobre la cárcel seguramente aplica sobre muchas cosas afuera de la cárcel. 

Muchas de las personas que no quieren ver la cárcel son los que la vida social, de alguna manera, los va a llevar a alguien, a ellos mismos, a sus familiares a la cárcel misma. Cualquiera de ellos en cualquier momento puede terminar ahí, así como cualquiera de nosotros puede terminar ahí ante cualquier situación. Pero este régimen hace que uno se piense el por qué tampoco las personas de otro lugar de estratificación más alto, tampoco quieren pensar la cárcel. Y tiene que ver un poco con que el ejercicio de los privilegios que ellos tienen, son el resultado de la privación de esos mismos privilegios que otros ciudadanos y ciudadanas tuvieron que padecer. Y yo no quiero darme cuenta muchas veces, de que mis privilegios cuestan nombres propios, cuestan historias de vida, sobre las que se cimenta, mi forma de estar en el mundo. Creo que son visiones muy incómodas, pero que precisamente la cárcel nos delata. 

Y por último, creo que es muy interesante pensar en que, la reflexión por la cárcel y por legitimar la cárcel, por aceptarla como un espacio de la vida social legítima, nos inscribe también a un orden que está más allá de la cárcel. Es decir, legitimar la cárcel, es también legitimar la vida social que hoy tiene Bogotá. Las formas de vida que tiene el mundo en general, sobre todo el mundo latinoamericano que es hiper carcelario. Y nosotros estamos de acuerdo con todo lo que pasa en el orden social. ¿Estamos legitimando una forma de la sociedad en la que no hay problemas, en la que todo marcha perfectamente? Nos estamos dando cuenta de que nos estamos inscribiendo, aceptando en legitimar la cárcel, que todo tenga el lugar que tiene en el mundo. La cárcel es solo uno de esos escenarios. 

Pero es un enclave particular, alrededor del cual se ordena nuestra vida. Si deslegitimamos la cárcel estamos deslegitimandola de forma directa. Y la pregunta es: ¿No hay nada que transformar de la vida que tenemos socialmente hoy? Bueno, es un poco mi intuición en torno a la reflexión que cualquier persona debería empezar a contemplar. 

Este BibloReportero fue escrito por Oscar Mauricio Suárez, Auxiliar de la Biblioteca La Cárcel Distrital y hace parte de un proceso de escritura liderado por la oficina de Divulgación y Prensa. Nos interesa conocer los usuarios, espacios e historias de BibloRed, desde la experiencia de nuestros colaboradores y además, reforzar ejercicios de escritura y  lectura conjunta.  

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