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Se amplía el cierre temporal de la BibloEstación Tunal - TransMicable

Se amplía el cierre temporal de la BibloEstación Tunal - TransMicable

Jueves, Junio 29, 2023 - 14:51
Este espacio alternativo de lectura mantendrá suspendida su atención presencial hasta el 3 de julio. Sin embargo, la devolución de libros seguirá habilitada a domicilio o en cualquier otra BibloEstación o biblioteca de BibloRed

Informamos a la comunidad que los servicios de la  Bibloestación Tunal - TransMicable continuarán pausados hasta el 3 de julio debido al mantenimiento preventivo que se está realizando desde el 10 de junio en el servicio de Transmicable que está ubicado en el Portal Tunal. No obstante, la devolución de libros se puede realizar en cualquiera de las 28 bibliotecas públicas de BibloRed o en las demás BibloEstaciones que operan en algunas estaciones y portales de Transmilenio. También se puede solicitar la devolución a domicilio en www.BibloRed.gov.co,  sección 'Servicios' o llamando al 601 580 30 50 opción 1.

¿Qué son las BibloEstaciones?

Son 12 pequeñas bibliotecas públicas ubicadas en estaciones y portales de TransMilenio en las que puedes afiliarte a BibloRed, acceder a diversos títulos de literatura, informativos, novela gráfica, poesía y mucho más. En tu viaje, puedes recibir recomendaciones de lecturas, llevar hasta 4 libros en préstamo y retornarlos en cualquier BibloEstación o Biblioteca Pública de la Red.

¿Dónde están ubicadas? 

Las BibloEstaciones están ubicadas en las siguientes estaciones y portales de Transmilenio: 

Estación Banderas
Lunes a viernes de 1:00 p.m. a 7:00 p.m.
Sábado de 8:00 a.m. a 2:00 p.m.

Estación General Santander
Lunes a viernes de 1:00 p.m. a 7:00 p.m.
Sábado de 8:00 a.m. a 2:00 p.m.

Portal Sur
Lunes a viernes de 1:00 p.m. a 7:00 p.m.
Sábado de 8:00 a.m. a 2:00 p.m.

Portal 20 de Julio
Lunes a viernes de 1:00 p.m. a 7:00 p.m.
Sábado de 8:00 a.m. a 2:00 p.m.

Estación Héroes
Lunes a viernes de 8:00 a.m. a 2:00 p.m.
Sábado de 8:00 a.m. a 2:00 p.m

Portal El Dorado
Lunes a viernes de 8:00 a.m. a 2:00 p.m.
Sábado de 8:00 a.m. a 2:00 p.m

Portal Américas
Lunes a viernes de 1:00 p.m. a 7:00 p.m.
Sábado de 8:00 a.m. a 2:00 p.m.

Portal Usme
Lunes a viernes de 1:00 p.m. a 7:00 p.m.
Sábado de 8:00 a.m. a 2:00 p.m.

Estación Ricaurte
Lunes a viernes de 1:00 p.m. a 7:00 p.m.
Sábado de 8:00 a.m. a 2:00 p.m.

Estación San Diego
Lunes a viernes de 8:00 a.m. a 2:00 p.m.
Sábado de 8:00 a.m. a 2:00 p.m

Portal Suba
Lunes a viernes de 1:00 p.m. a 7:00 p.m.
Sábado de 8:00 a.m. a 2:00 p.m.

El Mirador

La nueva sala LEO Bogotá en El Mirador de Ciudad Bolívar abre sus puertas

Jueves, Julio 13, 2023 - 16:50
El próximo 6 de julio se llevará a cabo la apertura de la sala LEO Bogotá en donde la ciudadanía podrá participar en el taller ‘Leo con mi bebe’, el concierto de Literamusa y la obra de teatro Nuevas Masculinidades

En la localidad de Ciudad Bolívar se abre la nueva sala de lectura LEO Bogotá, una extensión de la Biblioteca Pública El Mirador, gracias al trabajo conjunto entre la Dirección de Lectura y Bibliotecas, BibloRed, y la Subsecretaría de Cultura Ciudadana de Cultura Ciudadana de la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte.

La sala alterna ubicada en el costado contrario al equipamiento cultural donde se encuentra la Biblioteca y el Museo de la Ciudad Autoconstruida, separada por la estación del Transmicable Mirador del Paraíso, funcionará para ampliar la oferta cultural y de cuidado a toda la comunidad.  A partir del día 6 de julio estará abierta al público, tanto de los habitantes de la localidad de Ciudad Bolívar, como para aquellos visitantes de otros sectores de la ciudad y turistas en general, en el horario de martes a sábado de 8:00 a.m. a 5:00 p.m. y los domingos de 10:00 a.m. a 5:00 p.m.

Al respecto, Catalina Valencia, secretaria de Cultura, Recreación y Deporte, precisó: “la lectura es un elemento de transformación cultural esencial, por eso cuando abrimos un espacio para este desarrollo nos enorgullece poder brindarle a las y los bogotanos escenarios importantes que nos permitan eliminar las brechas de acceso a la lectura. Cada vez más trabajamos porque la ciudadanía se enamore de leer, porque sin duda, es un acto de reencuentro con otros mundos y nos da la posibilidad de contar no sólo una, sino muchas historias. Esta nueva sala, es una alternativa diferente de infraestructura cultural, pero también un espacio para que los procesos de creación generen más y más conversaciones sobre lo que representa la cultura y la lectura para Bogotá”.

La Biblioteca Pública El Mirador actualmente cuenta con una colección de 3.500 volúmenes entre libros, audiovisuales y multimedia. Además ofrece acceso gratuito a Internet, bases de datos, catálogo en línea de BibloRed, suscripciones a periódicos y revistas de diferentes áreas.

“Con esta nueva sala LEO Bogotá queremos ampliar la oferta cultural a la comunidad a través del fomento del acceso a la lectura, la escritura y la oralidad, garantizando el derecho al conocimiento, la información, la cultura, el arte, el bienestar y la recreación”, afirmó Rafael Tamayo, director de Lectura y Bibliotecas de la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte y BibloRed.

En este espacio será posible participar de actividades culturales en general y mediación de lectura, escritura y oralidad, será un espacio para proyecciones, talleres, conversatorios, conciertos y activaciones propuestas por entidades aliadas. Además de visitas guiadas teniendo en cuenta que la zona hace parte de algunos recorridos turísticos culturales y algunos módulos de la exposición del Pabellón LEO Bogotá.  

Escuela A cuidar se aprende

De igual forma, en este espacio se llevarán a cabo diferentes actividades relacionadas con la Escuela a Cuidar se Aprende, que hace parte de la estrategia Hombres al Cuidado, que busca un cambio cultural a través de la transformación de la masculinidad en la ciudad y la redistribución equitativa de las labores del hogar. 

En este espacio, se enseña a los hombres a desarrollar habilidades relacionadas con el cuidado del hogar, el cuidado de otras personas -como adultos mayores, menores de edad y personas en situación de discapacidad-, el cuidado del medio ambiente y el cuidado de las emociones. 

El objetivo de esta oferta pedagógica es lograr la distribución equitativa de las labores en el hogar entre hombres y mujeres, prevenir situaciones de violencia económica mediante el reconocimiento del cuidado como un trabajo no remunerado y prevenir la violencia psicológica desarrollando en los hombres la capacidad de solucionar situaciones conflictivas de manera sana y respetuosa.

¡Prográmate!

Acompáñanos el jueves 6 de julio en la apertura de este espacio ubicado en la localidad de Ciudad Bolívar:

- 9:00 a.m. Taller de Leo con mi bebe a cargo de la Biblioteca Pública El Mirador.

- 10:15 a.m. Presentación musical a cargo de Literamusa.

- 11:00 a.m. Teatro de nuevas masculinidades 
 

Las Bibliotecas Públicas de Bogotá reciben donación del Instituto Brasil Solidário

Las Bibliotecas Públicas de Bogotá reciben donación del Instituto Brasil Solidário

Jueves, Junio 29, 2023 - 09:12
Esta nueva colección está compuesta por 300 libros y 20 juegos didácticos en portugués y estará disponible para todos los bogotanos en BibloRed

Con el ánimo de propiciar el intercambio cultural entre Colombia y Brasil así como enriquecer las buenas prácticas de la Red de Bibliotecas Públicas de Bogotá, BibloRed. Toda la riqueza cultural y literaria de Brasil llega a la Biblioteca Público Escolar La Marichuela con una nueva donación de libros y juegos didácticos en portugués.

“En Colombia estamos haciendo una donación de 300 libros que busca propiciar un intercambio cultural entre ambas naciones. En América Latina compartimos las mismas realidades y dificultades pero también las ganas de seguir luchando. Por eso estamos con ustedes, para compartir conocimiento que podrá ser útil para su vida cotidiana", manifestó Danielle Haydée Andrade Peres de Oliveira Salvatore, directora financiera Instituto Brasil Solidário.

Esta donación de textos en portugués contribuye a la preservación y difusión de la cultura brasileña, que gracias a la articulación con el Instituto Brasil Solidário permite fortalecer las colecciones de la Red Distrital de Bibliotecas Públicas de Bogotá y el acercamiento de los lectores a estos contenidos; los cuales llegarán en los próximos meses a los espacios bibliotecarios.

“Destacamos el importante trabajo que se desarrolla dentro de las bibliotecas de la ciudad y pensamos que esta loable labor debería replicarse en toda la sociedad. Las bibliotecas son lugares de encuentro para las comunidades porque allí se concentra la cultura, el conocimiento y el intercambio de saberes. Por eso, ustedes son privilegiados en tener esta biblioteca en su barrio”, añadió, Danielle Haydée Salvatore, directora del Instituto Brasil Solidário (IBS).

Durante la entrega de estos libros a BibloRed, se realizaron una serie de actividades a propósito de los 23 años del Instituto Brasil Solidário y los proyectos exitosos de lectura en Brasil en torno a la Educación financiera y a la literatura brasileña en la Biblioteca Público Escolar La Marichuela ubicada en la localidad de Usme.

“Tuvimos la oportunidad de contar con un picnic literario y diversas actividades de mediación y prácticas literarias exitosas en Brasil en un ambiente de intercambio con educadores de la localidad de Usme. Contamos con la participación de escritores y educadores locales, promoviendo intercambios sobre proyectos literarios exitosos y de mediación lectora en Brasil - muchos de ellos, casos de proyectos exitosos realizados por el Instituto Brasil Solidário en sus diversas acciones-”, comentó Rafael Tamayo, director de Lectura y Bibliotecas de la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte y BibloRed.

“Con este intercambio cultural esperamos que las personas que visitan las bibliotecas públicas de Bogotá tengan la posibilidad de conocer un poco de la riqueza literaria de Brasil a través de nuestros escritores, libros y juegos didácticos. Igualmente, nos permitió acercarnos a la realidad de Bogotá y sus bibliotecas, una experiencia valiosa para llevar a Brasil”, concluyó Salvatore.

Educación Financiera: Proyecto con juegos educativos

La colección incluye juegos de educación financiera, de mesa y de cartas, que tienen como objetivo ejercitar, de forma lúdica, las habilidades de ahorrar, emprender e invertir. Hechos a medida para educadores y alumnos de colegios públicos (y también privados) que transmiten de forma transversal los conceptos de ahorro e inversión, pilares fundamentales para el razonamiento y el comportamiento financiero.

"Estos juegos están pensados en simular situaciones reales en entornos seguros. Sin embargo, se vive una experiencia emocional real de perder y ganar. El juego 'Picnic' está basado en el concepto del ahorro, y 'Buenos Negocios' enfocado en enseñar a invertir". senaló Luis Eduardo Salvatore, presidente Instituto Brasil Solidário.

Los juegos traen una propuesta dinámica y didáctica para presentar los desafíos recurrentes de la vida cotidiana, desde la estrategia de compra y venta hasta la toma de decisiones en la aplicación de los recursos disponibles, que pueden multiplicarse o agotarse según la acción del jugador.

"Se convierten en una manera didáctica para que los niños aprendan de educación financiera y así obtengan conceptos básicos como ahorro, inversión, etc. Para que los ayude en un futuro a ser individuos  autónomos con sus finanzas", precisó Luis Eduardo Salvatore, presidente Instituto Brasil Solidário.

Leila Guerriero y el poder de la crónica

Leila Guerriero y el poder de la crónica

Jueves, Junio 29, 2023 - 15:16
La periodista argentina es autora de crónicas, perfiles, reportajes y libros de no ficción que son considerados referentes para el periodismo latinoamericano. Y justo sobre el oficio estará conversando en la Virgilio Barco durante el Festival Gabo

Por Sergio Alzate

Leila Guerriero es, probablemente, uno de los nombres más conocidos del periodismo hispanoamericano. Casi cualquier periodista de la región que haya pasado en la última década por una escuela de periodismo ha escuchado su nombre, leído sus crónicas o devorado sus libros con la misma devoción con la que un cristiano busca el paraíso en la Biblia. Su escritura se ha convertido en modelo de emulación; su mirada, en un punto de partida para periodistas noveles; su atención al detalle, en un estándar para quien quiere dedicarse a escribir crónicas, reportajes o perfiles.

Si bien es editora, conferencista, tallerista, lo principal en su vida es escribir, como ella misma lo afirma sin el más mínimo amago de duda o vacilación: “si tuviera que dejar todo lo demás, si solo pudiera dedicarme a una sola cosa, eligiría la escritura siempre”. Y con ese brío, con esa convicción, con esa vocación de quien no respira a través de los pulmones, sino a través de los dedos que teclean y que con un lapicero toman nota de lo que sucede alrededor, Leila Guerriero ha escrito decenas y decenas de textos entre crónicas, libros, reportajes, perfiles y columnas de opinión (breves cuadros impresionistas, delicados relatos que encierra en sí la ternura de un incendio).

De esta forma, con el oficio de quien se entrega a la escritura como si tuviera que derribar a Goliat, ella ha escrito crónicas como ‘El rastro de los huesos’, sobre quienes analizan los restos de los desaparecidos y asesinados por la dictadura; perfiles como ‘Buscando a Nicanor Parra’, sobre el mítico antipoeta chileno que murió siendo centenario; libros como ‘Los suicidas del fin del mundo’, sobre un pueblo patagónico en el que la muerte por mano propia se convirtió macabra cotidianidad. Piezas de no ficción en las que Guerriero ha demostrado que el periodismo, salvo el detalle de la veracidad, también es literatura y debe escribirse como tal. 

Y sobre periodismo estará conversando Leila Guerriero en la Biblioteca Pública Virgilio Barco, en el marco del Festival Gabo. De este modo, el sábado 1 de julio estará con Héctor Feliciano y Santiago Wills, en un encuentro llamado ‘Larga vida a la crónica’. La cita es a las 4:00 p.m., en el auditorio de este espacio de lectura.

Para conocerla un poco más, entrevistamos a Guerriero con el fin de conocer su opinión sobre el periodismo, las empresas periodísticas, los géneros del oficio y el oficio mismo de escribir. 

¿Por qué es importante para el periodismo un evento como el Festival Gabo?

Bueno, no hay que olvidar que este es el premio de periodismo más importante de toda la región y probablemente uno de los más importantes, sino el más, de habla hispana. Esta es otra manera de organizarse alrededor del oficio y de enviar un mensaje sobre lo que importa a través de distintos formatos, miradas, maneras de hacer las cosas. 

Esta es una conversación siempre abierta, que se va actualizando año a año. Si alguien ve la programación de ediciones anteriores, se dará cuenta de que los temas no son iguales. Que las charlas y talleres tienen algo de novedad que conversa con lo que sucede en la región. 

Además, es un momento de ebullición y de conversación en el que nos encontramos en los pasillos, en los auditorios, en el lobby del hotel, en los desayunos para hablar del periodismo, para planear nuevas iniciativas, para sumarnos a proyectos. Este festival es una inyección de vida a las venas para los periodistas. 

¿Y por qué debería ser importante para el público en general el periodismo? ¿Por qué apostar por el oficio cuando pareciera que no se confía en los medios de comunicación?

Yo creo firmemente en que para desconfiar de algo o estar en su contra primero hay que conocerlo. Yo confío en la inteligencia de los lectores, de los consumidores de medios. Y eso significa que creo que tienen el criterio suficiente para que sus críticas vengan de un lugar de conocimiento.

Si yo estuviera en su lugar, iría a ver a esas personas que nos “manipulan”. Ahora, no creo que todos los medios sean malos, ni que nos manipulen, ni que todos los periodistas sean malos. Esto es una visión reduccionista. 

Así que conocer el periodismo es, quizá, dejarse deslumbrar por algo que no se tenía en mente. Puede que sea abrirse a una nueva experiencia, a una gran posibilidad de conocer algo nuevo.

Desde hace más de una década se dice que el periodismo está en crisis, que es un oficio en crisis, que cada nuevo cambio es una crisis… ¿qué opina de esto que ya tiene un poco de lugar común?

Es cierto que existe este lugar común de que el periodismo está en crisis, pero decir esto es como decir que la literatura o el cine están en crisis. Es el negocio periodístico el que lo está, no el periodismo, porque así como siempre habrá alguien dispuesto a escribir una novela o dirigir una película, sin importar nada, siempre habrá alguien que escribirá periodismo porque quiere contar una historia.

Pero, sí es cierto que ha habido otro tipo de crisis en el periodismo, porque esta idea no es algo nueva. La censura es una crisis, por ejemplo; así como también lo son los gobiernos autoritarios o las dictaduras que hubo en el Cono Sur. Casos en los que los periodistas se han jugado la vida. 

¿Los géneros periodísticos más narrativos y reposados, como la crónica, el reportaje y el perfil, son maneras de resistir al periodismo como negocio?

No creo que nadie escriba una crónica como una manera de resistencia, pero sí creo que es una manera de rebeldía colateral. A diferencia del contexto estadounidense, en el que te pagan un adelanto, te envían a un sitio, te hospedan en un hotel para escribir una crónica, en Latinoamérica nos ha tocado hacer todo un poco con las uñas. 

Acá hacemos lo que hacemos a pesar de que nos digan que no se puede, que no hay dinero. Lo cual obliga un poco a autofinanciar las empresas periodísticas a través de trabajos de edición o talleres o encuentros. Una economía apache que no debería ser así, pero que sucede.

Así que escribir una crónica por sí mismo no es una acto de resistencia, pero escribirla a pesar de todo el contexto económico en contra sí es una forma de resistir.

Tu charla en la Biblioteca Pública Virgilio Barco se llama ‘Larga vida a la crónica’. ¿Qué tiene de especial la crónica? ¿Por qué debemos celebrarla?

Es una forma de entender estos tiempos complejos que me tocaron vivir. Seguramente en el siglo XIX la gente creía lo mismo, que vivían tiempos convulsos, pero este presente fue el que me tocó a mí y la crónica es una manera más lenta de mirar. Es, además, una forma de ir en contra del lugar común de lo establecido.

La crónica evita que muchas historias queden invisibles, que las voces que no son inmediatas no se escuchen. Porque hoy en día hay voces que tienen fecha de vencimiento, pero la crónica evita esta caducidad. 

Claro, hablo de las buenas crónicas y es importante matizarlo. Esas en las que ni los verdugos son completamente villanos ni las víctimas simplemente víctimas. En las que la vida es algo complejo. Me refiero a los textos en los que conservamos la memoria de las personas más viejas, para poder mirar hacia atrás y entender qué pasó (algún día no habrá ni un solo sobreviviente del Holocausto, porque ninguno vivirá doscientos años, pero habrá una memoria de lo que sucedió). 

No dejar registro no es lo mismo que no dejarlo. Así no sean crónicas, no es lo mismo que exista el Informe de la Comisión de la Verdad a que no exista. Y ese “no es lo mismo” es lo que hace tan valiosa a la crónica. 

Sin que esta pregunta apele al esencialismo geográfico, ¿qué caracteriza al periodismo latinoamericano? ¿Hay algo que nos diferencie de lo que se hace en otras regiones del mundo?

Como lo mencioné anteriormente, si algo nos une es la precariedad. El tener que autogestionar los recursos para una historia, para un libro, para un relato. Esto, a pesar de todo, habla bien de lo que hacemos, porque lo hacemos a pesar de todo.

Pero, curiosamente solo puedo pensar en cosas malas. O no sé si son malas, pero que quizá no sean tan buenas. Y puede ser que nos una cierta vocación por las historias trágicas, por el conflicto, por la violencia. No quiero decir que estos temas no merezcan ser tratados y escritos, porque por supuesto que sí. Me refiero a que se hacen muchas crónicas sobre la violencia en Latinoamérica, en comparación a crónicas sobre ciencia, arte, tecnología, medio ambiente. Y los premios o becas suelen premiar más a estas crónicas del conflicto. 

También pienso en Ñamérica de Martín Caparrós: un libro en el que dice que nos ven como el continente violento, pero la verdad es que desde hace décadas no ha habido una guerra en territorio latinoamericano (lo cual no puede decirse, por ejemplo de Europa). Entonces, no puedo dejar de preguntarme si parte de la idea de que somos un continente violento e inseguro tiene que ver por la realidad misma o porque los cronistas hemos alimentado esa imagen.

Tampoco quiero decir con esto que deberíamos ir al otro extremo, el de las historias inspiradoras que sirven para esconder abandonos estatales e injusticias sociales. Aborrezco esas historias de “El valiente niño de ocho años que tiene que caminar seis horas entre barro, agua y nieve para llegar a su escuela”. Qué hay de inspirador en esa historia. Esto es una abominación, porque ese niño no tendría que ser “valiente”, porque tendría que tener una escuela más cercana que no significara para él arriesgar la vida. Pienso que estas historias de superación son formas de expiar las culpas.

Para terminar, ¿alguna iniciativa periodística, proyecto o medio de comunicación que haya llamado tu atención y que quisieras que la gente conociera?

En estos momentos no se me ocurre ninguno, pero siempre les digo a las personas que consulten la lista de nominados de cada año al Premio Gabo, en sus diferentes categorías. Que miren en qué medios se publicaron los textos, los audios, los videos. Esa es una excelente manera de hallar periodismo de calidad. 

Si bien ya son bastantes conocidos, no puedo dejar de recomendar a Radio Ambulante. Este año son finalistas en la categoría de audio por un episodio titulado ‘Superman en Chile’. Tremendo ese relato. Sobre todo ahora cuando la sociedad chilena parece olvidar su pasado. 

Consulta toda la programación del Festival Gabo en biblioteca aquí

Orgullo, diversidad y lucha: Historia de las marchas LGBTIQ+ en Bogotá

Orgullo, diversidad y lucha: Historia de las marchas LGBTIQ+ en Bogotá

Miércoles, Junio 28, 2023 - 15:14
Llega un nuevo episodio del pódcast Efemérides BibloRed donde podrás conocer cómo nacieron las movilizaciones del Mes de la Ciudadanía LGBTQ+.

Orgullo, lucha, respeto, diversidad, sexualidad, igualdad, libertad y amor, recorre la historia de las marchas LGBTIQ+ en este episodio del pódcast Efemérides BibloRed; conoce sus inicios, precursores y momentos que marcaron el paso para que hoy en día la sociedad colombiana sea más diversa.

Transcripción

Créditos:

Agradecimientos: Brianna Sarchi, comunicadora social, actriz, activista y mediadora de la Sala de lectura Casa LGBTI Sebastián Romero de BibloRed.

Invitado: Manuel Antonio Velandia, activista, sociólogo, actor, sexólogo y precursor del Movimiento de Liberación Homosexual en Colombia.

Bibliografía consultada: Mi Marcha, historias de las movilizaciones LGBTI en Bogotá, con sello editorial del IDPC; Acción travesti callejera revolucionaria, de Sylvia Rivera y Marsha P. Johnson y Mi cuerpo dice la verdad: reconocimiento a la dignidad de las mujeres y personas LGBTI víctimas de violencias sexuales en el conflicto armado colombiano, de la Comisión de la Verdad.

Narración, libreto, investigación y producción: David Fernando Rocha, productor de audio y podcaster de BibloRed.

Dirección: Isabel Salas, líder del equipo de comunicaciones de BibloRed.
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Cabezote: Este es un podcast de la Red Distrital de Bibliotecas Públicas de Bogotá, BibloRed.

Efemérides BibloRed, porque para entender mejor el presente, hay que leer y escuchar el pasado.

Brianna: Laura siempre decía que las mujeres trans no tenemos cartones porque muchas no hemos podido ir a la academia, y lo único que nos queda al final son nuestros cuerpos. Es lo único que hemos luchado por tener y por eso nos sentimos orgullosas de mostrar, mostramos nuestros cuerpos porque mostramos todo lo que nos ha costado ser y estar. Brianna del libro mi marcha, historias de las movilizaciones LGBTI en Bogotá.

Narración: Orgullo, lucha, respeto, diversidad, sexualidad, igualdad, libertad y amor, en este episodio de Efemérides BibloRed les hablaremos sobre la historia de las movilizaciones LGBTIQ+ en Bogotá, sus inicios, precursores y momentos que marcaron un hito para que hoy en día la sociedad colombiana sea más diversa.

Desde la Red Distrital de Bibliotecas Públicas de Bogotá conmemoramos el Mes de la Ciudadanía LGBTIQ+, recordamos sus luchas y personas que dejaron huella.

Narración: Para este episodio nos acompañan dos personas que conocen a profundidad el movimiento y nos pueden ayudar a aclarar conceptos y hechos. La primera invitada es Brianna Sarchi, mediadora de la Sala de lectura Casa LGBTI Sebastián Romero de BibloRed. Ella nos contará el significado y la importancia de Yo Marcho Trans, además reflexiona sobre el valor y peso de la letra T en la historia de Colombia y lo que será la Ley Trans Ya en el país.

Por otro lado, regresamos al pasado y esculcamos los inicios de la primera marcha que hubo en Bogotá, quiénes fueron sus precursores y cómo ha sido la lucha en la pelea por la igualdad. Precisamente invitamos a Manuel Antonio Velandia, activista, sociólogo, actor, sexólogo y precursor del Movimiento de liberación Homosexual en Colombia y quien, junto a León Zuleta, organizó la primera marcha en nuestro país el 28 de junio de 1983.

Narración: Nuestro primer recomendado del catálogo de BibloRed es el libro Mi Marcha: Historias de las movilizaciones LGBTI en Bogotá. Este libro retrata los 40 años de los movimientos, además expone algunas fotografías importantes de cada momento de la historia. Una investigación que tiene el sello editorial del Instituto Distrital de Patrimonio Cultural.

Narración: Antes de empezar es preciso recordar cómo nació el mes del orgullo…1969 y el mundo pasaba por una revolución contracultural con música, baile, vestimenta, sexo y mucho amor. Era el 28 de junio de ese año y un grupo de policías de Nueva York asaltó un bar gay llamado Stonewall Inn. El asalto generó un sin número de protestas de la gente a lo largo de seis días, que decidió levantarse contra la violencia policial. Este evento despertó la lucha de los movimientos LGBT en Estados Unidos y alrededor del mundo por los siguientes años, por eso en el planeta cada 28 de junio se conmemora lo sucedido en ese bar … En 2016 Barack Obama denominó el lugar donde inició la revuelta un monumento nacional y reconoció su contribución a los derechos de la comunidad LGBT.

Narración: Brianna Sarchi, nuestra mediadora de lectura, resalta algunos sucesos importantes ocurridos en Estados Unidos de la mano de las personas trans…

Brianna: Además de lo que se ha hablado sobre Stonewall, también es importante reconocer cómo las personas trans también fueron quienes dieron el primer pie de lucha en la historia del movimiento social, Marsha P. Johnson, Silvia Rivera, fueron las primeras travestis que se reconocían casi desde ese discurso, desde esa discursiva disruptiva de lo que significaba ser una persona trans de una manera muy transgresora, cada una de ellas de una posición de vida muy interesante en el movimiento social y empezaron como tal las primeras sexual o identidad de género. Muchas personas perdieron sus trabajos y empleos a raíz de estas exposiciones. Y en una protesta que se hizo como tal en Stonewall, dos travestis dijeron no, no más, no es posible que estemos ocultas, que no podamos ser de manera tan libre como lo son las demás personas. Y es así como un tacón se convierte en una excusa para conformar marcha por la ciudadanía de los sectores sociales LGBTI o las movilizaciones LGBTI a nivel global.

Narración: Además, Brianna explica el término ‘personas de dos espíritus’, conocido por los indígenas en América del Norte y otros territorios del continente, mucho antes de la llegada de los españoles. Estas personas tenían patrones de conducta de dos géneros y por eso las llamaban así.

Brianna: En el marco histórico resulta que antes de la inquisición de la Iglesia española, antes de la conquista española, antes de que perdiéramos como tal nuestra esencia indígena, nuestro pueblo indígena, teníamos en nuestros diferentes grupos, cabildos y demás, una aceptación, una cierta aceptación hacia las personas diversas y se nos reconocía como personas de dos espíritus o almas de dos espíritus, en sus diversos lenguajes, en sus diversos contextos, cada grupo a su manera a nivel de latinoamérica.

Narración: Acción travesti callejera revolucionaria : (supervivencia, revuelta y lucha trans antagonista) / Sylvia Rivera, Marsha P. Johnson, este texto de 134 páginas es un ensayo del pensamiento sobre movimientos, supervivencia y posiciones claves para entender el conflicto con el Movimiento de Liberación Gay en Estados Unidos y el mundo. Este título lo pueden encontrar en BibloRed.

Narración: ¿Cómo iniciaron las movilizaciones LGBTIQ+ en Colombia? Bueno, todo empezó a finales de los años 70, más exactamente el 9 de abril de 1977 con la primera reunión que ayudó a la creación del Movimiento Homosexual en el país. En Colombia era delito la homosexualidad, así que muchos vivían en el anonimato. Aunque en el mundo ya se estaba generando una ola por los derechos y la igualdad desde lo ocurrido en Stonewall Inn, en nuestro país la iglesia católica y el conservadurismo todavía acompañaban al poder.

El Movimiento de Liberación Homosexual colombiano, conformado por activistas con ideas de izquierda y feministas que contradecían valores existentes, empezaron a reunirse buscando formas de mejora en la sociedad, ya que no se le reconocían los derechos a las personas homosexuales, bisexuales o trans, y se les estigmatizaba por parte de la iglesia y los grupos hegemónicos.

Narración: Manuel Antonio Velandia, nuestro segundo invitado en este episodio, fue el que impulsó la creación de este grupo con uno de sus aliados llamado León Zuleta, que desde Medellín también trabajaba como activista en la revista El Otro. Ambos se conocieron y lucharon para visibilizar sus derechos en el país; a su vez empezaron a convencer a más personas que se les unieron con el mismo objetivo y el movimiento creció.

Manuel, hoy en día un sobreviviente, continúa trabajando en pro de la igualdad. Así nos cuenta cómo empezó su lucha…

Manuel Velandia: La historia parte de una mentira, a León Zuleta lo habían echado del Partido Comunista y lo habían echado por homosexual, él fue entrevistado por un periódico trosquistay contó que había un movimiento homosexual que tenía 10.000 miembros. Yo lo llamo, le escribo, él me dice que lamenta informarme, pero que todos los ceros son falsos, pero que ya somos dos, que en caso de que alguien se comunique, él le va a decir que hable conmigo, si es por acá de Bogotá.

Y es así como el 9 de abril de 1977, yo hago esa primera reunión la que van 30 personas y ese día es muy particular porque yo me entero que soy delincuente, que según el código penal colombiano la homosexualidad era un delito. En esa reunión nosotros desarrollamos tres frentes de trabajo, uno que se llamaba Landa Gay. Landa era como una letra griega con la que se identificaba a los intelectuales homosexuales.

E hicimos un logo que era el triángulo rosa con el que marcaban a los objectores de conciencia, a los campos de concentración en Alemania, pues con la Landa. E hicimos posteriormente un grupo que se llamaba Elio Gábalos. Elio Gábalo era un grupo de arte y el tercer grupo era como el de los jóvenes. Y en ese primer día en que me entero que somos delincuentes pues también hay una discusión con Guillermo Cortés, que era un maestro de la Universidad Católica. Él era psicólogo, abogado. Para él era muy importante cambiar la ley, para León Zuleta. Y para mí era más importante cambiar las relaciones sociales como un elemento para cambiar la cultura. Pero a la final llegamos como un acuerdo.

Bueno, nosotros nos reunimos en una biblioteca cristiana que se llamaba la biblioteca de Manuel Munier y de ahí nos echaron por maricas. Y luego fuimos al Parque Nacional y como yo estudiaba teatro, empecé como una serie de actividades que era prepararnos para permear los sindicatos, cómo echar discursos, cómo ser más coherentes en el rollo. Y ahí surge la idea de hacer Ventana Gay, y de esta Ventana Gay pues ganamos un premio internacional. En ese momento no era la ILGA, sino la IGA, la International Gay Association, y nos comprometimos a hacer un encuentro latinoamericano.

Narración: Manuel, por el Movimiento de Liberación Homosexual, Guillermo Cortés, por la Revista Ventana Gay, y León Zuleta, decidieron organizar la primera marcha en Bogotá, que tuvo un número estimado de participantes de 27 hombres, 2 lesbianas y una chica trans. Cerca de 100 policías los acompañaron para escoltarlos aquel 28 de junio de 1983.

Manuel Velandia: No, en la primera marcha no fue totalmente gay. Fueron dos mujeres lesbianas y una chica trans que no era amiga nuestra, pero que era vendedora de flores ahí al pie de la Plaza de las Nieves. Y ella nos llevó claveles y le dio a toda la gente. O sea que en la primera marcha realmente fue LGT. Y en la segunda también hubo lesbianas.

Narración: Cada participante en esa primera marcha se pintó el número de cédula en el rostro con un Triángulo rosa en la mejilla, como reconocimiento a los objetores de conciencia de los campos de concentración Nazis en Alemania.

Para ese momento, ya el código penal colombiano se había cambiado y se despenalizó la homosexualidad en el país.

Hay que resaltar que el baile se volvió un acto político, al igual que los besos. Estas manifestaciones ocurrían especialmente en toda la carrera séptima hasta la calle 19.

Pese a que la fecha de la marcha en Colombia es la misma que se hace en Nueva York, la inspiración principal es diferente porque tiene que ver más con lo que ocurría en Europa en ese entonces…

Barcelona, por ejemplo, fue de las primeras ciudades europeas en marchar por los derechos LGBT, de ahí la inspiración para marchar en Bogotá…

Manuel Velandia: Y lo otro que nos influenció mucho, que fue toda una coincidencia, es que el día de la primera marcha en Barcelona, que fue la primera marcha en Europa, mi hermana estaba ahí de casualidad y tomó unas fotos y ella me manda las imágenes diciendo, si esto no te interesa como sociólogo, tal vez te interesa como persona. Y yo como que dije wow deberíamos hacer una marcha y empezamos con la idea de la marcha.

Narración: Las marchas se dejaron de hacer, pero la lucha nunca se detuvo. Manuel recuerda por qué hubo tanto tiempo en medio de la primera y la segunda marcha, que ya fue en los años 90.

Manuel Velandia: Porque a la gente le dice pero porque hicieron una marcha y no volvieron a hacer, porque una de las cosas que discutimos en el movimiento era la importancia de trabajar en el SIDA y se llegó a la conclusión que no era importante. En esa investigación que yo hice con la nacional, yo me di cuenta que el índice de enfermedades de transmisión sexual era alta, pero también que en los Estados Unidos acaba de pasar una epidemia de hepatitis.

Y eso fue lo que motivó a empezar más de lleno los trabajos del SIDA. Fue muy triste porque más del 40% de las personas que estuvieron al inicio del movimiento, murieron a causa del VIH.

Narración: Los cimientos de lo que sería posteriormente el movimiento social LGBTI fueron consagrados en la Constitución política de 1991: el libre desarrollo de la personalidad, la dignidad humana, el derecho a la igualdad y la declaración de una República pluriétnica y multicultural ayudaron a que quedara en el olvido la constitución vieja de 1886 que era confesional, no resaltaba la pluralidad, el valor de la dignidad y de la igualdad. A partir de ahí vinieron un montón de avances para la comunidad LGBTI.

Aunque el paramilitarismo y todo tipo de violencia se llevaron varias vidas, el movimiento no paró de crecer…

En los años 90 las marchas evolucionan considerablemente con ayuda de organizaciones sociales y empresas privadas como bares, etc. Asimismo, varios activistas continuaron con un trabajo fuerte para lograr conseguir más reconocimiento y sensibilizar a la sociedad.

En la primera década del siglo XXI apareció el proyecto Planeta Paz, que nació en el marco del proceso de paz con las FARC en el gobierno de Andrés Pastrana. Este proyecto reunió varios sectores sociales, y por primera vez fueron convocadas personas con orientaciones sexuales e identidades de género diversas, que en ese momento no se reconocían como parte del movimiento social LGBTI. Nombrarse movimiento social LGBT fue parte del proceso que inició con la llegada de Planeta Paz. Luego nacieron otras organizaciones que se dedicaron a defender los derechos de las personas diversas.

Manuel Velandia: Tendríamos que ir a que en el 2001 se hace una organización que se llama Planeta Paz. En Planeta Paz estaban diferentes sectores sociales, las mujeres, las etnias, las negritudes, los sindicatos y nosotros. Nosotros creamos un slogan que fue muy discutido, sobre todo con las indígenas, porque nosotros decíamos que el cuerpo era un territorio de paz y ellos veían el cuerpo como más una cosa sagrada. Pero al fin entendieron como nuestro discurso y eso se volvió el eslogan no solo del sector LGBT, sino de todo el movimiento. La marcha del 2001 ya hablaba del tema del cuerpo como territorio de paz.

Narración: Surge la política Pública LGBTI en Bogotá de la mano de la Alcaldía de Luis Eduardo Garzón entre 2004 y 2007. Planeta Paz ayudó en el proceso y se crearon organizaciones sociales, se creó un Centro comunitario LGBT en la capital, se institucionalizó un espacio de diálogo entre ciudadanía y entidades del distrito y se generó una estructura distrital para la garantía de los derechos LGBTI.

Manuel Velandia: Yo soy candidato a la Cámara, Lucho Garzón es candidato a la presidencia, Germán Conillón, le acercamos a Lucho Garzón y le hablamos de la importancia de que los candidatos hablaran de la homosexualidad. Él no ganó en las elecciones presidenciales pero luego fue alcalde de Bogotá y parte del acercamiento posterior fue para hacer una política pública en Bogotá. Yo en esa época ya yo estoy en el lanzamiento de la idea de la política, hago las únicas fotos que hay de eso, las hice yo también. Digamos como que eso fue el germen de que hubiese realmente una política para la ciudad que hizo que apareciera una élite marica, digamos, con poder, con cargos, y que casi se oficializara la marcha y que hubiera los centros LGBT. El primero fue privado, luego ya fueron financiados por Bogotá.

Narración: Mi cuerpo dice la verdad: reconocimiento a la dignidad de las mujeres y personas LGBTI víctimas de violencias sexuales en el conflicto armado colombiano. Este es otro de los recomendados de nuestro catálogo; un texto de la Comisión de la Verdad con ilustraciones de Dylan Quintero.

Narración: Pero de la Marcha de la Ciudadanía LGBTIQ+ han surgido otras expresiones de protesta, como la Marcha del Sur, la movilización #Yo marcho Trans o la Contramarcha. Todas ellas nacieron como una crítica espacial e identitaria.

Manuel Velandia: Y hay una primera incisión, digamos, del movimiento que es la marcha del sur. Luego empieza a parecer como un discurso político del deber ser del cuerpo, que molesta mucho a las trans. Yo incluso estando desde Europa discutí eso y mi idea era si se prohíben las tetas trans, hay que prohíbir las tetas de los hombres que se han ido a machificar al gimnasio y se han anabólicos, porque es más político una teta trans que va a machificarse al gimnasio, o sea que si prohíben la teta hay que prohibir a los hombres, claro pues los gays que están ahí les parece ya divinos estos mostrando medio culo y el pecho pues entonces dejaron que las trans y empieza como ver como una separación y aparece la marcha trans.

En la medida en que hay una oficialización del discurso, aparecen movimientos subversivos dentro del movimiento LGBT, y así aparece la contramarcha que ya este año lleva tres años. Eso quiere decir que el descontento siempre ha existido, así como nosotros nos retiramos un tiempo para ir a marchar por la paz, pues la gente del sur, la gente trans, las personas no binarias más de género fluido que no están incluidas totalmente en el tema de la política pública pues se encuentren entiende que ahí no está su lugar es muy difícil conciliar no las estructuras de poder que se mueven en un en esa imagen positiva el deber ser marica del deber ser trance no que posibilita otras lecturas que también son importantes y yo creo que eso es fundamental en el avance del movimiento. Quien piensa distinto no es el enemigo, es precisamente quien ayuda a desarrollar el movimiento.

Narración: Como comentó Manuel, dentro de la historia de las Marchas de la Ciudadanía LGBT aparecieron otras expresiones de protesta… Yo marcho trans, por ejemplo, es un recorrido muy importante porque no solo se trata de caminar las calles, sino de revivir la memoria en cada punto donde ha habido un asesinato de una mujer o un hombre trans; allí se deja una placa. Es un proceso de memoria a través de los lugares donde muchas mujeres trans fueron asesinadas. Estos lugares son decolorados con arreglos florales también. Este ejercicio busca dignificar y resignificar las vidas y los nombres de aquellas que murieron para que así no caigan en el olvido.

Sobre este movimiento, Brianna nos explica la importancia de visibilizar la T en las marchas, pues son las personas que más han sido asesinadas y señaladas.

Brianna: Las trans que han sido más vulneradas, hicieron un sistema de contramarcha, es decir, se quisieron ir al frente contra el sistema, de decir no, no entendemos por qué nos siguen dejando atrás, empezaron a gestar como tal su propia, su propia marcha. El lema de este año va a ser la integral trans ya, donde todas las siglas nos vamos a unir a marchar para darle una de indicación muy clara frente a la gente de los sectores sociales trans en nuestro país. Esta ley va a permitir dar una garantía más amplia y plena a la gente de los sectores sociales trans.

Narración: En los acuerdos de paz con las FARC en 2016 en el gobierno del presidente Juan Manuel Santos se reconoció que las personas LGBTIQ+ han sido afectadas por el conflicto y que su participación es necesaria en la construcción de la paz.

La carrera Séptima, el parque Nacional, la plaza de Bolívar, la Avenida Primero de Mayo, Chapinero, Teusaquillo, el parque Olaya Herrera, en fin... Estos lugares son apropiados en cada una de las manifestaciones realizadas que piden a gritos igualdad y justicia.

Narración: Aunque todavía faltan más proyectos de ley y acciones que ayuden a toda esta comunidad LGBTIQ+, es gratificante conocer que en Colombia hemos avanzado muchísimo gracias a personas que dieron su vida para que otros tengan más derechos.

Recuerden que si quieren saber más sobre las manifestaciones culturales de las marchas de la ciudadanía LGBTIQ+, en nuestro catálogo de BibloRed pueden encontrar varios ensayos, libros, novelas y escritos que les pueden ayudar a complementar la información.

Mi nombre es David Rocha y hago parte del equipo de comunicaciones de la Red Distrital de Bibliotecas Públicas de Bogotá, BibloRed. Nos escuchamos en una próxima oportunidad. ¡Hasta pronto!

Cierre: Escucha y descarga todos nuestros pódcast y contenido de audio en la sección BibloRed Pódcast en www.biblored.gov.co.

Descarga y escucha este episodio haciendo clic aquí

En esta oportunidad nos acompaña Brianna Sarchi, comunicadora social, actriz, activista y mediadora de la Sala de lectura Casa LGBTI Sebastián Romero de BibloRed; ella nos habla sobre el significado y la importancia de Yo Marcho Trans, además hace una reflexión sobre el valor y el peso de la letra 'T' en la historia de Colombia.

Por otro lado, nuestro segundo invitado en este episodio es Manuel Antonio Velandia, activista, sociólogo, actor, sexólogo y precursor del Movimiento de Liberación Homosexual en Colombia; él, junto a León Zuleta, organizó la primera marcha en nuestro país el 28 de junio de 1983.

Si quieres conocer más sobre la historia del Mes de la Ciudadanía LGBTIQ+ te invitamos a consultar el Catálogo de la Red Distrital de Bibliotecas Públicas de Bogotá - BibloRed, donde encontrarás títulos como Mi Marcha: historias de las movilizaciones LGBTI en Bogotá, con sello editorial del IDPC; o el libro Acción travesti callejera revolucionaria, de Sylvia Rivera y Marsha P. Johnson, entre otros títulos.

BibloRed Pódcast te trae una recomendación para ti

Te invitamos a conocer la historia de Jhonnatan Espinosa, un activista y gestor cultural, defensor de los derechos humanos y miembro de la comunidad LGBTIQ+, en el pódcast Cultura en Bogotá de la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte.

Martín Caparrós

Martín Caparrós: Un ícono del periodismo latinoamericano

Jueves, Junio 29, 2023 - 15:16
Martín Caparrós es uno de los nombres fundamentales del actual periodismo latinoamericano. Sus crónicas, libros y ensayos son clases magistrales sobre la no ficción. Este periodista argentino estará en la Virgilio Barco en el marco del Festival Gabo

Por Sergio Alzate

Es difícil imaginar, más allá de su genio innegable, a algunos personajes sin sus rasgos físicos o características peculiares. Ahí está Charles Chaplin con su bigotito sobre el labio superior, sus rizos negros, sus ojos cómicamente impresionistas. ¿O sería posible pensar en Fernando Pessoa sin imaginar la redondez de sus anteojos, la burocrática locuacidad de su corbatín y la melancolía que parecía envolver en todo momento a su cuerpo? Otro ejemplo paradigmático es Franz Kafka: sus ojos de insecto, su nariz de daga y la angulosa fragilidad que lo acompañó hasta la tumba a causa de la tuberculosis.

Todos genios y, también, anatomías reconocibles, íconos visuales tan poderosos como sus obras. 

Y a esta categoría pertenece el periodista y escritor argentino Martín Caparrós: un portento de las letras, un genio de las crónicas, un fabulador de la palabra… Y, además, una imagen icónica por derecho propio: la mirada de relámpago, la calva altiva y ese bigote frondoso que se dobla en las puntas como los pistilos de alguna planta exótica o como nubes que se desgajan con indolencia en el cielo.

Martín Caparrós: un nombre fundamental para entender que el periodismo también es una cuestión de forma, no solo de fondo. Un maestro del idioma, un reportero como pocos y lo que probablemente todo cronista quiere ser, pero que tan solo puede soñar con alcanzar. 

Eso es él y, claro, mucho más. 

***

Es joven, sí. Un pibe, un muchacho, apenas un adolescente que trabaja en un diario de Buenos Aires: el Noticias, un medio que duró poco menos de un año antes de apagar sus rotativas. Pero eso no lo sabe aún Martín Caparrós que solo tiene dieciséis años y recorre la ciudad para llegar a trabajar como el pibe, el muchacho, el apenas adolescente que le lleva cafés a los periodistas o que les hace algún que otro recado. Porque aún no es el reportero intimidante que ha recorrido la selva boliviana, que ha observado la caótica frialdad de Bogotá o que ha mirado de frente al hambre en el Cuerno de África. 

Es tan solo un pibe, un muchacho, apenas un adolescente esa mañana del 16 de febrero de 1974. Es un día del verano austral. Buenos Aires hierve como solo puede arder esa ciudad cuando en el cielo no hay una nube y el sol es un derrumbe de lava que se derrama sobre la cotidianidad. Ese día hay poco personal en Noticias. Un periodista cuarentón está desbordado por la información, sus manos no dan abasto para llamar, reportear y escribir. Ese día el mundo parece enloquecido, justo cuando hay poco personal, cuando buena parte de la planta le dio por estar de vacaciones o por fuera. Y, entonces, el periodista repara en el pibe, en el muchacho, en el apenas adolescente de dieciséis años que le trae cafés o le hace algún que otro recado.

—Pibe, vení acá —el periodista lo llama, momentos desesperados requieren medidas desesperadas—. ¿Podés hacerte cargo de una nota?

—Sí.

Sí, a secas, sin ningún tipo de floritura. Un sí sonoro, autoritario, elocuente por parte de ese pibe, muchacho, apenas adolescente que hasta ese día solo llevaba cafés o hacía alguno que otro recado. Un sí que es fácil imaginar altivo y algo arrogante, una afirmación que encierra en sí misma el átomo de una carrera periodística que ese pibe, muchacho, apenas adolescente de dieciséis años no sabe que durará varias décadas, hasta el ahora, hasta este presente, y que influirá en el oficio como muy pocos y pocas han podido hacerlo. Pero (y acá es necesario refugiarse en la imaginación, ceder terreno a la ficción) al mismo tiempo es fácil imaginar que él, Martín Caparrós, con apenas dieciséis años sabe que tiene el talento, las agallas, el arrojo para ser más que recadero de los periodistas. Que ese “sí” que lanza es más una amenaza que una sumisa respuesta a un superior.

“Sí”, dice y se encarga de una nota a través de un cable de una agencia de noticias.

Y así, ese sí lo cambió todo, o casi. 

***

Martín Caparrós es un periodista incómodo. Sus crónicas, sus reportajes, sus perfiles no se contentan con registrar la realidad, con ser una simple cámara que transcribe la realidad (si admitimos que algo como “la” realidad existe).

Los textos de Caparrós no conocen de géneros periodísticos y si en el párrafo anterior se hablan de “sus crónicas, reportajes, perfiles” no es más que por una facilidad taxonómica. Porque la realidad es que sus crónicas, reportajes y perfiles pueden entenderse también como ensayos en los que despliega su visión particular del mundo, sus posiciones morales, sus afectos y sus odios (Caparrós es cruel con los poderosos y tierno sin condescendencias con los desvalidos). 

¿Esto que escribe Caparrós es una crónica, un perfil o un reportaje? ¿Acaso será un ensayo? La respuesta simple, sencilla, directa es: no importa. Este es un periodismo que se permite reflexionar, mirar al pasado, analizar el presente e imaginar el futuro. No es un contenido inmediatista: es una colección de textos que nos permitirán mirar hacia atrás para comprendernos mejor cuando ya no existamos, cuando otros sean los jueces y verdugos de nuestras acciones presentes. 

***

Entre los libros más importantes de Martín Caparrós, tanto por magnitud de lo abarcado, como por la radicalidad de su forma y fondo, están algunos de los más recientes: El hambre (2014) y Ñamérica (2021). El primero es una investigación periodística que se convierte en un llamado de Caparrós contra la indolencia estatal y empresarial, cuyos recursos son suficientes para acabar con la hambruna en el mundo pero que terminan destinados a cualquier otra cosa, menos a hacerle frente a lo que el periodista argentino ha llamado “el peor fracaso del género humano”: según datos de la ONU, anualmente mueren once millones de personas por malnutrición, es decir, de pura y física hambre.

(Recuerda que puedes prestar El hambre en la Biblioteca Digital de Bogotá)

El segundo libro, Ñamérica, es una colección de crónicas y ensayos, de ensayos y crónicas que intentan entender qué es esta región llamada Latinoamérica. Un rincón del mundo que se observa desde los clichés, la exotización, el abandono, el expolio y la superficialidad. Una obra titánica en la que un periodista recorre física y metafóricamente la geografía de un subcontinente unido por una lengua en común, por una letra única entre el resto de los idiomas: la Ñ. Un viaje por algunas ciudades latinoamericanas para entender quiénes somos, de dónde venimos y hacia dónde vamos. 

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El pibe, el muchacho, el apenas adolescente escribe su nota periodística, cuando en su país, cuando en el continente, cuando probablemente en la mayor parte del mundo no existen las escuelas de periodismo y se llega aún al oficio así, por suerte o accidente, quién sabe. Y allí está él, con dieciséis años, escribiendo su primer texto y lo inicia de la siguiente manera: “Doce años estuvo helado el pie de un montañista que la expedición de los austríacos encontró, hace pocos días, casi en la cima del Aconcagua”. 

El pie, con la bota aún puesta, pertenecía a un escalador mexicano llamado Óscar Arizpe Manrique. Un pobre diablo que falleció doce años antes al intentar llegar a la cumbre más alta del continente americano, un desdichado que por un puñado de metros no alcanzó la cima y que aparte de morir lo hizo con la constancia del fracaso por toda despedida terrenal.

Y así el pibe, el muchacho, el apenas adolescente escribe la nota, un texto breve y conciso que titula ‘Un pie congelado 12 años atrás’. Lo que falta de formación formal le sobra en sagacidad y talento, en confianza e instinto. 

Él no lo sabe aún (aunque puede que algo en él lo sepa, que en las cavernas de su ser la intuición esté haciendo lo suyo), pero este es el inicio de todo, que ese sí que dio unos momentos antes a aquel periodista lo cambiará todo para él y para el oficio. Que tras el punto final y con el paso de los días Roberto Walsh, el maestro del periodismo argentino, leyenda entre las leyendas, y autor de Operación masacre (que puede consultarse en el catálogo en línea de BIbloRed) será su primer jefe y primer mentor.

Pero, aún es esa mañana calurosa de 16 de febrero de 1974. El verano sigue desplegando su sábana sofocante sobre Buenos Aires. Martín Caparrós es aún un pibe, un muchacho, un apenas adolescente que hasta hoy no había hecho nada distinto que llevar cafés o hacer algún que otro recado. El periódico Noticias aún no ha sido cerrado por el gobierno. Los dedos torpemente teclean artículos, los teléfonos vibran con la electricidad de la urgencia, las máquinas rotativas imprimen en las noches.

Todo sigue su curso natural, como en cualquier otro verano porteño. Y ese pibe, ese muchacho, ese apenas adolescente no puede ver en una bola de cristal lo que significará en su vida ese artículo sobre un pie encontrado —los primeros años en el oficio, el exilio durante la dictadura, los años en ciudades europeas, los recorridos por las trochas latinoamericanas, los libros con su nombre en las portadas, los talleres y charlas sobre el periodismo, los reconocimientos, los viajes al Cuerno de África, las palabras escritas, las palabras dichas, las palabras calladas—. No tiene el poder de la clarividencia. O puede que sí: con Martín Caparrós nunca se sabe. 

***

Los libros (tanto en la ficción como en la no ficción) han sido habitáculos usuales para Caparrós. Allí ha podido desplegar su estilo único, identificable, singular (como sucede con su bigote de mantis religiosa lista para el ataque o para un abrazo insectil). Y sobre esto hablará el próximo sábado 1 de julio a las 3:00 p.m. en la Biblioteca Pública Virgilio Barco, la cual será uno de los escenarios en los que la ciudad vivirá el Festival Gabo: la celebración más importante en Latinoamérica dedicada al periodismo.

En compañía de los también periodistas Ronna Rísquez y Ernesto Picco, Caparrós participará en el conversatorio ‘El libro: un refugio del buen periodismo’. En este encuentro, los autores de no ficción conversarán sobre cómo ciertas historias, dadas las condiciones actuales de las empresas periodísticas, solo encuentran su espacio en las editoriales. 

Este conversatorio será totalmente libre y gratuito para todas aquellas personas que deseen conocer más sobre los libros, el periodismo y las posibilidades de esta combinación.

***

Si alguien desea explorar la obra de Martín Caparrós (tanto de ficción como de no ficción), en los diferentes espacios de lectura de BibloRed puede encontrar libros de su autoría. A continuación, te dejamos algunas recomendaciones que puedes prestar en tu biblioteca más cercana o reservar a través del Catálogo en línea de la Red:

  • Boquita (un reportaje sobre el Boca Juniors).
  • El interior (una crónica sobre Argentina y los conceptos de centro y periferia).
  • Lacrónica (ensayos sobre el oficio de periodista).
  • A quien corresponda (novela).
  • Sinfín (novela).
  • El tercer cuerpo (novela).
  • Valfierno (novela).

Consulta más de otros autores del Festival ¡haciendo clic aquí!

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