Cortinilla de inicio: Viajeros sonoros, un recorrido a través de sucesos históricos de la humanidad.
Introducción: Terror en el barrio Charlestown. En esta oportunidad vamos a explorar las historias sombrías que perseguían la imaginación del escritor norteamericano Edgar Allan Poe. El crimen.
Protagonista asesino: Criatura abominable, toma este golpe en tu peluda testa.
Narrador: Después de lanzar el golpe fatal del hacha, este se ve interrumpido por la mano de su esposa. La intromisión le provocó al hombre una furia demoníaca que terminó consumiendo su alma.
Esposa: Detente, por favor, no lo mates. El gato solo te ha querido.
Protagonista asesino: Me tiene harto ese gato de un solo ojo. Sé que me ha querido, pero mi tormentosa mente llena de luz y tinieblas me incita a darle muerte.
Narrador: El poseído hombre logró zafar el hacha de la mano de su esposa y la hundió en la cabeza de ella con un golpe seco.
Esposa: ¡Pero qué haces cariño mío! ¡Nooo!
Protagonista asesino: Oh turbulento cielo, turbulento infierno, he clavado el hacha en el cerebro de mi amada esposa.
Narrador: A pesar de haber realizado este crimen, al asesino le invade un sentimiento de tranquilidad y paz. La oscuridad de los hechos.
Presentadora de noticias: Diez de la noche, mucha atención, esta es una información reciente. Se acaba de presentar un lamentable crimen en la ciudad de Bosque. Hasta el momento deja una mujer fallecida. Vamos con nuestro corresponsal que se encuentra en el lugar de los hechos.
Periodista: Así es, son momentos de angustia para el barrio Charleston. Estamos en la vivienda donde ha ocurrido el macabro crimen. Al parecer un hombre de apariencia extraña, cegado por la oscura bruma de su corazón, ha matado a su propia esposa. El crimen está relacionado con la presencia de un gato negro. Para más detalles estamos con el oficial de policía a cargo de la investigación.
Policía: Efectivamente, el equipo de policía ha recogido pistas del terrible crimen de una mujer adulta llamada Leonor, quien viene siendo esposa del asesino. De acuerdo con la evidencia, se puede afirmar que el homicida estaba en estado de embriaguez y por tanto ocasionó la muerte violenta de su pareja sentimental.
Periodista: Cuéntenos por favor, hubo algún testigo que pudiera ver o escuchar sobre este suceso, o un tema particular que diera lugar a sospechas?
Policía: Sí señor, varios testigos nos mencionaron algunos elementos extraños ocurridos durante el suceso, que fueron el graznar de un cuervo en altas horas de la noche, que inquietó a los vecinos. También se produjo un inusual frío y una fuerte tormenta. El reloj de la iglesia se detuvo. Posteriormente se reportó una víctima al equipo de policía de la ciudad.
Periodista: Gracias oficial, volvemos al estudio con el desarrollo de este perverso hecho.
Presentadora de noticias: Gracias John, tenemos en exclusiva al psiquiatra Mr. Valdemar, quien analiza el caso e interrogó al asesino. Cuéntenos por favor, ¿qué avances ha realizado?
Psiquiatra Mr. Valdemar: Gracias, sí como lo he dicho, he seguido este caso con una mente tranquila que puede dar una explicación a esta perversidad del género humano, y he tenido diálogo directo con el asesino.
Presentadora de noticias: Mr. Valdemar, cuéntenos, ¿qué elementos llevaron a este hombre a cometer un acto de todo punto inhumano y extraño?
Psiquiatra Mr. Valdemar: Todo parece indicar que el hombre de 50 años, cuyo oficio se relaciona con la escritura de versos, tenía una intención de clavar el hacha en su gato negro. Pero en un intercambio de palabras y una disputa que se tornó violenta con su mujer, terminó dándole muerte a ella, en un estado de delirio consecuente de su consumo de alcohol y estrés rutinario.
Presentadora de noticias: ¿Qué horror, de acuerdo con sus afirmaciones, en este horrible caso, nos puede describir quién era el asesino?
Psiquiatra Mr. Valdemar: Un hombre que de niño cultivaba sentimientos bondadosos por los animales, se casó joven, vivía una vida común sin mayores sobresaltos. Pero, según afirma, todo esto cambió cuando se sumergió en el alcohol, la claridad de sus pensamientos se desvanecía. Un aire demoníaco habitaba sus actos como satisfacción y remordimiento, maltrataba a su esposa y al felino.
Presentadora de noticias: Mr Valdemar, ¿hubo alguna causa que denotó su locura?
Psiquiatra Mr. Valdemar: Ciertamente no, sólo hemos identificado un asunto que le hizo cambiar drásticamente su personalidad, un gato negro. Con este animal desarrolló un delirio de persecución que despertó su miedo y perversión.
Presentadora de noticias: Y cuéntenos, ¿cómo pudieron dar con el hallazgo del cadáver?
Psiquiatra Mr. Valdemar: Un arduo trabajo con la policía, realizamos la inspección de la vivienda. Escuchamos un sonido espectral, un grito continuo, un alarido de horror que provenía detrás de unas paredes. Enseguida derrumbamos la pared y los escombros saltaron para revelar el cadáver, que se encontraba todavía de pie. Lo más escalofriante fue encontrar sobre la cabeza de la mujer al gato, cuyo alarido del ator esclareció el sombrío crimen. Sin embargo, el homicida parecía no inmutarse, sólo le preocupaba era dar muerte al gato. Pero este hombre ya se encuentra en el centro correccional de Boston.
Presentadora de noticias: Mr. Valdemar, gracias por sus declaraciones. Estaremos atentos al desarrollo de esta importante noticia.
Protagonista asesino: Estoy hundido en medio de estas paredes. Mi imagen se mezcla con la oscuridad de esta noche incierta, y no puedo conciliar el sueño. Mis ojos, hinchados por el sollozo, perciben la sombra larga de un gato negro acercándose sigilosamente, sólo con mi escritura que es mi ventana hacia la luz para huir a esta soledad.
Narrador: En la ventana de su celda, se posaba un cuervo que graznaba...
Cuervo: ¡Nunca más! ¡NUNCA MÁS!
Narrador: Este episodio está basado en el relato El gato negro y el poema El cuervo, del escritor norteamericano Edgar Allan Poe. Te invitamos a conocer más sobre este escritor en www.biblored.co.co. Guion y voces de Gina Ortiz, Wilson Cruz, John Alfonso y Ramiro Calixto, mediadores de lectura, Ronald López y Janeth Muñoz, y con la edición de Arnulfo Ariza, coordinador de la Biblioteca Pública Perdomo Soledad Lamprea.