Créditos:
Locución e investigación: Sergio Alzate, comunicador de BibloRed.
Grabación y producción: David Fernando Rocha, productor de audio y podcaster de BibloRed.
Dirección: Isabel Salas, líder del equipo de comunicaciones de BibloRed.
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Cabezote: Este es un podcast de la Red Distrital de Bibliotecas Públicas de Bogotá, BibloRed. Brújula lectora. Brújula lectora.
Episodio 1: Como la Flor, voces de la poesía queer colombiana contemporánea
Lectura: Somos todos los animales. Todas las flores convertidas en animal. Y el agua en su devenir animal. El sueño animal, la muerte animal. Los nacimientos animales. El romper de las olas animal. El yo, tú, animal. El te quiero, dulce animal.
Reseña: El anterior es un fragmento de un poema de la poeta bogotana Tanya Gatnitsky, la cual hizo parte de la compilación queer de poesía queer colombiana contemporánea como la flor.
Como pueden escuchar, el título hace alusión a una canción de Selena Quintanilla. Selena Quintanilla por supuesto es un icono gay, más allá de ser un icono latinoamericano, se convirtió con el tiempo en un icono queer por su expresividad, por esta fórmula que desgarra sus sentimientos, por la manera en la que se aure como una flor de dolor para que los demás la podamos escuchar. Esta fue la idea que hubo detrás de esta compilación que hizo la editorial Planeta, como la flor Voces de la Poesía Queer Colombiana Contemporánea. Este es un libro donde finalmente se incluyen varias decenas de voces donde podemos leer a Tanya Ganitsky, a Tina Peat, a Pedro Lemus, no hay una unidad, o sea no es quiere decir la poesía queer o la poesía gay o la poesía trans o la poesía lésbica de tal o cual manera.
Esto es una exploración libre donde cada autor, donde cada poeta va explorando su propia poesía, sus propios versos, sus propios ritmos. No hay una imposición. Esto se refleja en cosas como que algunos son poemas que riman, otros son versos libres, otros son versos en prosa.
Algunos poemas como este que acabo de leer no remiten a algo particularmente queer o gay de primerazo. No estamos aquí hablando de vamos a sacar la bandera en cada verso, vamos a hablar de soy gay, soy lesbiana, soy trans, sino es explorar estéticamente estas voces que hacen parte de lo que anteriormente era la periferia del mundo literario, del mundo poético, de qué manera exploran dentro de sus estéticas, dentro de sus versos particulares y dentro de sus maneras de ver el mundo, cómo se refleja esto en una apuesta en página. Si bien esto evidentemente hace parte de un ejercicio editorial en el sentido de que una editorial publica esto, esto va mucho más allá. Responde a un momento político crítico que estamos viviendo mundialmente en el que el auge de ciertas alas políticas están buscando eliminar esas voces, están buscando que todo sea una voz homogénea, que todo responda a un mismo simulacro del mundo. Entonces este libro por eso mismo es tan fundamental en estos momentos porque es una poesía disidencia, es una poesía que va en contra de un establecimiento político que dice no queremos más arcoíris, no queremos más rosa blanco y azul que son los colores de la bandera trans, no queremos más artistas drag, no queremos más performance, queremos machos muy machos y mujeres muy mujeres.
Este libro es finalmente una invitación a subvertir todos estos estereotipos, todas estas miradas sesgadas, esto es un ejercicio que como su nombre lo indica está buscando fundar un jardín. Cada poema de este texto es un recordatorio de que estas vivencias, de que estas experiencias existen y van a seguir existiendo como han existido desde toda la vida.
La poesía queer existe desde que empezamos como humanidad a crear versos. Allí está Lesbo, que hace más de 2000 años le cantaba a mujeres. Entonces, como la flor finalmente es una forma de recordar que como personas seguimos siendo diversos, seguimos buscando la diversidad y anhelamos siempre la belleza, como la flor no es solamente una flor solitaria, es finalmente un jardín que se entreteje con la belleza de los versos.
Recuerden que pueden consultar este libro en el catálogo en línea de BibloRed.
Episodio 2: Las malas de Camila Sosa Villada
Lectura: La tía Encarna participa de la que larre con un entusiasmo feroz. Está exultante después de la merca. Se sabe eterna, se sabe invulnerable como un antiguo ídolo de piedra. Pero algo se viene de la noche y del frío convoca su atención. La separa de sus amigas. Desde la espesura algo la llama. Entre las risas y el whisky que viene y que va de una boca pintada a otra, entre los bocinazos de los que pasan buscando un turno de felicidad con las travestis, la tía en carne distingue un sonido de otra procedencia, emitido por algo o alguien que no es como el resto de las personas que aquí vemos.
Reseña: El anterior es un fragmento de la novela de la escritora argentina Camila Sosa Villada.
Esta escritora hace dos o tres años se tomó el mundo editorial latinoamericano por sorpresa y esto no es una exageración. Publicada por la editorial Planeta, Las malas es una novela donde se explora el amor travesti, el cuerpo travesti, los afectos travestis, la ira travesti. Creo que como lectores o como lectoras pocas veces hemos leído palabras, hemos leído apuestas estéticas de personas que no sean cis.
No es porque las personas trans no escriban, es porque las personas trans no tienen acceso a esos lugares de escritura. Por eso es tan valiosa, en parte, la literatura de Camila Sosa Villada, porque nos quita este velo, nos quita este espectro de solamente leer personas que son consideradas cis, es decir, que se sienten cómodas con el género que les fue asignado a nacer.
Camila Sosa Villada es actriz, es escritora, es poeta, fue prostituta y también es una oradora. Su literatura finalmente es una exploración sobre sus propias vivencias, pero no es una literatura realista, porque eso sería reducirla a algo casi que cómico y paródico. El realismo es un género literario bastante problemático. Ella no hace una copia de sus vivencias como prostituta, como trans, en un parque, sino que las reelabora desde las posibilidades estéticas de la literatura. Entonces aquí los amantes son hombres pájaros sin cabeza, aquí hay mujeres pájaro que se van envejeciendo, aquí hay jardines que brotan en las casas de las travestis, sobre todo de la tía Encarna, que en su deseo, en su anhelo de maternidad, es capaz de dar a amamantar a este pequeño bebé que encuentra en el parque y le da de amamantar con su pecho de travesti, con su pecho lleno de aceite de motor.
También las malas Camila Sosa Villada, como lo decía al inicio, es un recordatorio de la violencia que las travestis sufren. En una entrevista Camila Sosa Villada dice que finalmente la forma en que un país trata a las travestis, al cuerpo travesti, se refleja en la manera en la que ese país trata a todos los cuerpos. Los cuerpos trans son finalmente cuerpos muy vulnerables, son cuerpos que en Latinoamérica tienen 35 años de vida como expectativa. Este libro es más importante que nunca este año, sobre todo porque en la marcha distrital el lema es Ley Trans ya, lo cual busca que las personas trans sean protegidas mediante actos legislativos, pero una buena forma de empezar a proteger estas vidas es empezar a leerlas.
Episodio 3: En breve cárcel de Sylvia Molloy
Lectura: No ha dicho una palabra desde que ella le arrojó el anillo. De pronto se incorpora como si se despertara y se desnuda. Sin mirarla se frota los ojos. Se pasa la mano por el cuello como si se acariciara. Sin mirar se acerca a ella, la desnuda, y, recurriendo a las muy precisas descripciones que ella le ha brindado, la hace gozar una y otra vez.
Reseña: El anterior es un fragmento de la novela Embre de Cárcel de la Argentina, Silvia Molloy. Pocas veces se habla de la literatura lésbica. Digamos que en este espectro LGBTQ+, la G suele llevarse toda la atención, la T está empezando a ser mirada, pero la L muchas veces queda como una desconocida. Existe literatura lésbica y existe de manera magistral, como en este caso. Silvia Molloy es una escritora, o era una escritora, muy sensible, con una prosa limpiecísima, con un ritmo bellísimo.
Y en esta novela lo que hace es algo incluso más radical que simplemente hacer una novela lésbica, sino hablar de una obsesión lésbica, de una relación tóxica, de una relación en la que hubo maltrato y abandono. Esto me parece que es muy importante porque finalmente el mercado editorial parece querer domesticar lo gay, lo queer, lo lésbico, lo trans dentro de un mercado en el que esto simplemente es algo luminoso, tierno, en el que el gay, la lesbiana, la persona trans no puede ser un villano, no puede ser una persona obsesiva, sino que tiene que ser alguien comunitario, alguien cariñoso, alguien tierno, lo cual empieza a volverse empalagoso.
En breve cárcel asistimos a una relación tóxica donde estas dos mujeres se hacen daño la una a la otra, donde Silvia Moloy finalmente deja que sus personajes sean tan luminosos como oscuros y yo creo que eso es un gesto radical que hace falta hoy en día en la oferta laboral.
Esta novela ella la escribo y la pública durante los años de dictadura argentina, la publica inicialmente en Barcelona, lo cual hizo que en su país de origen novela pasara de agache tanto porque era de una argentina que estaba por fuera del país, tanto por su temática lésbica que iba en contra de la junta militar argentina del momento, pero afortunadamente Ricardo Apiglia, este gran escritor argentino, recupera a inicios de siglo esta novela para que todos, todas y todos podamos leerla, para que todos, todas y todos podamos deleitarnos con la prosa exquisitamente inteligente de Silvia Molloy y esta apuesta estética fundamental sobre emociones desbordadas, sobre amores que no son idílicos y sobre lesbianas que nos falta leer mucho y nos falta conocer mucho para darles el lugar que se merecen al interior del colectivo LGBT.
Episodio 4: Un beso de Dick de Fernando Molano
Lectura: Leonardo está viviendo su trago despacio y yo me siento como si estuviera a punto de cobrar un penal, como si yo hubiera pasado todas las jugadas, la lucha por entrar al área, la falta dentro de las 18 y todo eso, como si ya tuviera el balón en frente a mí, los nervios claro, y uno sabe que tiene que patear y uno quisiera ya haber metido el gol para salir corriendo, la celebración, los abrazos, el equipo entero encima de uno ahogándolo de alegría, pero el balón todavía está ahí, quieto, y es como si uno no supiera que es lo que tiene que hacer, y yo miro a Leonardo a sus labios y es tan parecido, entonces le digo que ahora qué, él está mirando el pavimento y dice que no sabe, me mira a los ojos y dice bromeando que así nos casamos.
Reseña: El anterior es un fragmento de Un beso de Dick de Fernando Molano, probablemente a pocos lectores les vaya a sorprender que este libro esté en una compilación de reseñas sobre libros LGBT, pero este es un clásico y los clásicos son totalmente necesarios. En los clásicos está todo, pero al mismo tiempo está todo por descubrirse. Fernando Molano es una de las figuras más interesantes de la literatura colombiana de los últimos años, una rara avis que así como llegó se nos fue con simplemente tres libros, un beso de Dick, todas mis cosas en tus bolsillos que es un libro de poemas y vista desde mi acera que es su novela posthumous que afortunadamente fue rescatada en los archivos de la BLAA. Un beso de Dick ganó en la década del 90 el premio Cámara de Comercio de Medellín de novela y lo ganó por la poesía de su prosa, por la ternura de sus palabras y por lo arriesgado de su planteamiento que es un enamoramiento juvenil.
Las personas LGBT de mi generación al menos, que tenemos más de 30 años. No tuvimos la posibilidad de tener esos enamoramientos colegiales, de esas formas de enamorarnos por primera vez, de tomar la mano de la persona amada y tener como esas primeras mariposas.
Nuestros enamoramientos, lastimosamente, fueron de otras maneras. Este libro, justamente, yo creo que llega tanto al alma de sus lectores y sus lectoras, es porque nos recuerda que el amor, a pesar de que nunca lo pudimos vivir de esa manera, está allí.
Este es un libro donde lo que prima es la ternura, donde lo que importa es que, si el mundo sea un lugar cruel, hostil, donde la violencia existe, allí está el otro para hacernos sanar, para hacernos soñar, para hacernos pensar que otra vida es posible.
Esto no significa que esto sea un libro salamero, que sea un libro cursi o que su final sea un final feliz, pero sí es un libro que nos recuerda que el amor vale la pena vivirlo mientras el amor esté allí.
Si quieren leer Un beso de Dick o si quieren volver a releerlo una vez más, lo pueden hacer consultando nuestro catálogo en línea.
Episodio 5: El desbarrancadero de Fernando Vallejo
Lectura: Cuando le abrieron la puerta entró sin saludar, subió la escalera, cruzó la segunda planta, llegó al cuarto del fondo, se desplomó en la cama y cayó en coma.
Así, libre de sí mismo, al borde del desbarrancadero de la muerte, por el que no mucho después se habría de despeñar, pasó lo que creo que fueron sus únicos días en paz desde su lejana infancia. Era la semana de Navidad, la más feliz de los niños de Antioquia. ¿Y qué hace que éramos niños? Se nos habían ido pasando los días, los años, la vida, tan atropelladamente como ese río de Medellín que convirtieron en alcantarilla para que se arrastrara, entre remolinos de rabia, en sus aguas sucias, en vez de las resplandecientes de antaño, mierda, mierda y más mierda hacia el mar.
Reseña: El anterior es un fragmento del desbarrancadero de Fernando Vallejo, puede que inicialmente Fernando Vallejo no sea un autor que a la gente se le venga la mente, en una recopilación de reseñas sobre autores LGBT, recuerden que Fernando Vallejo es finalmente un hombre gay, pero más allá de eso, este es un libro bellísimo en el que habla sobre su experiencia cuidando a su hermano en sus últimos días de su vida.
Su hermano, como muchos hombres gays de finales de la década del 80 e inicios del 90, murió por enfermedades relacionadas con el VIH SIDA. Esta novela es probablemente una de las novelas más rabiosas de uno de los autores más rabiosos que uno puede encontrar en la oferta editorial nacional e internacional, pero también probablemente es una de sus novelas más tiernas.
Esa es una novela que nos habla sobre el cuerpo frágil, sobre el cuerpo derrotado, sobre el cuerpo que por el cual ya no se puede hacer nada. Esta es una novela donde Fernando Vallejo nos deja ver la frustración de no poder hacer nada por salvar a su hermano.
Intenta salvarlo con tratamientos médicos que son para vacas, pero que él está seguro que pueden salvar a su hermano.
Esta es una pelea de inicio a fin contra la muerte. Fernando Vallejo ve a la muerte y pide cambiar su vida por la de su hermano. Pide cualquier cosa con tal de que él, el hombre de su vida, el hombre que más amado junto a su padre, pueda seguir viviendo, pero lo que hacemos es asistir a lo inevitable, su hermano se está muriendo, su hermano cada día pierde más peso entre diarreas, entre fiebres, entre alucinaciones.
En esta novela que ganó el premio Rómulo Gallegos, Fernando Vallejo nos abre su corazón de una manera tierna, rabiosa, de una manera en la que simplemente podemos asistir, casi que con lágrimas en los ojos, al derrumbe de un cuerpo que se va por ese desbarrancadero que es finalmente la enfermedad, la enfermedad que no se puede curar, la enfermedad que no se puede detener, la enfermedad que no tiene clemencia y la enfermedad que llegó mucho antes de que llegaran los tratamientos antiretrovirales de nueva generación que pueden salvar vidas que cualquier persona puede seguir su vida sin ningún lío pero eso fue después cuando ya el hermano de Fernando Vallejo estaba muerto y pues aquí hay una coincidencia Fernando Molano, que pudimos escuchar en otra reseña, también murió con enfermedades relacionadas con el VIH SIDA.
Entonces traigo justamente esta reseña porque me parece que es importante que recordemos a todos los hombres que murieron en la flor de la juventud, que recordemos a todos estos hombres que se fueron por el desbarrancadero de la enfermedad, pero no solamente de la enfermedad, de la homofobia y de la indolencia estatal que permitió que muchas personas se fueran de este mundo simplemente por su orientación sexual y por una enfermedad que no conoce de géneros, que no conoce orientaciones sexuales y que sigue estando hoy en día muy presente y que sigue matando personas.
Cierre: Mi nombre es Sergio Alzate, comunicador de la Red, esto es Brújula Lectora y nos pueden escuchar en Spotify, Apple, Google Podcast y en www.biblored.gov.co.